Revisitando 'Ben Hur' (1959): Ya no las hacen así, pero, ¿acaso eso está mal?

POR JERÓNIMO CASCO

JULIO 3, 20.43 PM | UTC-GMT -3

REVISITANDO ‘BEN-HUR’ (1959): YA NO LAS HACEN ASÍ, PERO, ¿ACASO ESO ESTÁ MAL?

Épica. Espectacular. Vibrante. Emocionante. Hace unos días el director de origen alemán naturalizado estadounidense William Wyler habría cumplido 121 años, y si bien quizá muy poca gente llega a esa edad, nunca viene mal repasar y homenajear los grandes títulos que nos dejó el cine, en este caso, la historia de Judas Ben-Hur que lejos de haber sido el “Judas” que la mayoría conoce, es un personaje de ficción con uno de los viajes más impresionantes que nos ha regalado el séptimo arte.

Cuando vemos este tipo de películas suelo escuchar (y leer) muchas veces: “ya no las hacen así”, refiriéndose a la calidad, la grandiosidad y el despliegue técnico de estas epopeyas visuales dignas de todo reconocimiento.

Claro está que, si la comparamos con el remake del año 2016 que nunca debería haber existido, SI, uno puede andar con tranquilidad y afirmar: “ya no las hacen así”.

Pero, me pregunto ¿las épicas siempre deben ser así? ¿el cine no debería haber evolucionado en 50 años?¿para qué tanto avance tecnológico?¿para renegar de que pongan unas pantallas verdes llenando esos espacios con efectos digitales?

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Una épica de casi 4 horas que marcó un antes y después en el cine. Una obra de arte desde todas las aristas: la dirección de arte, la fotografía, las actuaciones, la edición. William Wyler dejó un legado enorme (que honrarían a posteriori cintas como Braveheart, Dune o la Trilogía de El Señor de Los Anillos) y una enseñanza a futuro: el cine debe ser un reflejo del artista, tenga la escala que tenga.

Desde sus películas más pequeñas hasta su Magnum Opus (de la cuál escribimos ahora), Wyler siempre se enfocó en la exploración del ser humano en relación al ambiente que le rodea y a su propia naturaleza, algo que quedó evidenciado en Ben-Hur.

Aun así, creo que decir ya no las hacen así evidencia un problema aún mayor que el hecho de que Hollywood no arriesga con sus producciones más grandes: es la falta de visión. Si bien la versión de Wyler no fue la primera (hubo una película en 1925), si fue la primera en tener un despliegue digno de la historia que se necesitaba contar.

Pensemos en algunos ejemplos donde la remake supera a la original…

Scarface de Brian de Palma supera ampliamente a la versión de 1932, Cabo de Miedo de Martin Scorsese es una obra maestra al lado de la versión de Gregory Peck y Robert Mitchum (que aún así respeto muchísimo), Dune de Denis Villeneuve es un ejemplo de respeto y cariño absoluto hacia la obra de Herbert en comparación con la versión de David Lynch de 1984 (que fue boicoteada pero que no tiene mucho que ver con el espíritu de la obra), y así podría seguir.

La cuestión es que hay ciertas obras que son intocables. Ben-Hur de 1959 es una de ellas.

El cine debe reinventarse y buscar la forma de generar nuevas voces, pero decir “ya no las hacen así” creo que es una vaga expresión que no aporta nada.

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