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¿Black Mirror ya no refleja oscuridad?

Spoilers

Por fin se estrenó la sexta temporada de Black Mirror.

¿Por qué tuvimos que esperar 4 años para ver esta nueva entrega? Debido a la propagación mundial de COVID-19, tuvimos que atravesar tiempos difíciles. Al creador y escritor de Black Mirror, Charlie Brooker, le preocupaba que la audiencia no pudiera soportar más historias relacionadas con los aspectos oscuros de la sociedad y por eso la actualización de la serie quedó atrasada. En la actualidad, la gente conversa con fascinación acerca de ChatGPT, y la IA se ha convertido en el centro de atención de las discusiones sobre tecnología. Después de que Netflix se hiciera cargo de la serie que se dedicaba a exponer, resaltar y criticar el lado oscuro de la tecnología, pareciera ser que la serie está siendo controlada por esta.

Los escritores de Hollywood se declararon en huelga y negociaron con compañías de cine y televisión como Netflix y Disney. Mientras tanto, Charlie Brooker intentó escribir un episodio de la sexta temporada de Black Mirror usando ChatGPT, pero los resultados fueron menos que satisfactorios. Luego de haber experimentado todos estos sucesos, nuestras expectativas para la sexta temporada estaban en su punto más alto.

Entonces, ¿cómo es la última temporada de Black Mirror?

Lamentablemente, después de haber visto los cinco episodios durante el fin de semana, tengo que decirles que no cumple con las expectativas y puede describirse como una temporada bastante común, aunque es un poco mejor que la quinta que obtuvo calificaciones malas.

Netflix intenta defenderse a través de Black Mirror

El primer episodio, "Joan is Awful", es posiblemente la única historia novedosa de esta temporada. Es sobre las controversias actuales del mundo real: las plataformas de transmisión que roban información de los usuarios, el intercambio de rostros de celebridades y el muy debatido "contenido generado por IA". Antes de que la audiencia pueda criticar a Netflix, Netflix toma la iniciativa de reconocer las acusaciones de robo de datos para la producción de programas de televisión.

En esta serie, las interpretaciones de los actores son impresionantes, pero la narrativa es promedio. La historia está demasiado cerca del presente, y no se siente novedosa. El desarrollo de la tecnología y las correspondientes contradicciones éticas en el mundo real ya han ido mucho más allá de lo que la ciencia ficción predecía. En lugar de una profecía de ciencia ficción, la serie se siente más como un trabajo realista que evoca una sensación de impotencia y en lugar de emocionar con suspenso futurista. Como hemos visto, las personas pierden poder cuando se enfrentan a la red interconectada del robo de información.

Sin embargo, las calificaciones de la audiencia para este episodio son relativamente indulgentes, tal vez porque nos complace ver el humor autocrítico. Situada en el centro de las controversias que rodean la recopilación de datos y el contenido generado por IA, Netflix no necesita romper la cuarta pared; abraza completamente su identidad de "Streamberry".

La interacción con las controversias del mundo real aumenta el nivel satírico de esta serie. No es que estemos insultando a los escritores, sino el hecho de que la realidad avanza demasiado rápido y los dramas de ciencia ficción no pueden seguir el ritmo, por lo que tienen que recurrir al contenido generado por inteligencia artificial. En el episodio, hay un ejecutivo que dice "tu vida personal es la mejor fuente de contenido personalizado". Robar datos para crear contenido "personalizado" y vendernoslo a nosotros y a otros usuarios que están esperando reírse de nosotros termina siendo un modelo de negocio rentable en el cual no hay que invertir en nada.

Creo que todo esto es sólo una defensa de Netflix diciendo sutilmente que pueden ir más allá pero que aún no lo han hecho.

La serie carece de ciencia ficción y distopía

El bajo nivel de contenido de ciencia ficción es el aspecto más decepcionante de la sexta temporada. De los cinco episodios, sólo el primero y el tercero pueden considerarse ciencia ficción. Si esperás ver elementos de ciencia ficción y representaciones satíricas de la realidad, seguro te sientas decepcionado.

El tercer episodio, "Beyond the sea", en la actualidad, tiene la calificación más alta de la temporada.Si observamos con detenimiento al equipo de producción, nos queda claro que Netflix está intentando alinearse con la versión británica original de Black Mirror. Es evidente que tres de los cinco episodios fueron dirigidos por directores británicos, y la mayoría del reparto y los lugares de rodaje son británicos. "Beyond The Sea" presenta un elenco repleto de estrellas, entre las que se incluyen Aaron Paul (Breaking Bad), Josh Hartnett (Pearl Harbor) y Kate Mara (House of Cards). Sin embargo, el guión está desperdiciado.

En el tercer episodio el público puede adivinar con facilidad el desarrollo de la historia. El personaje de David es el más superficial y se comporta de manera cliché por lo que el final resulta poco sorprendente. Termina siendo una historia acerca de la masculinidad tóxica y el elemento de los "clones" se convierte casi en un accesorio de la trama, en vez de en un elemento principal de ciencia ficción.

El episodio gira en torno a un hombre blanco de clase media, satisfecho de sí mismo que, después de causar la muerte de su esposa e hijo, se empieza a interesar por la esposa de su compañero. Cuando el intento por robarle la vida a alguien falla, busca venganza. En esta historia, las mujeres y los niños de las dos familias son ignorados y sacrificados. Los clones, que son la compensación por el trabajo de dos astronautas, quedan reducidos a meros adornos en la historia. La responsabilidad de la tragedia recae en las instituciones ocultas, invisibles en la historia, con el foco únicamente en el egoísmo y los celos de la naturaleza humana.

Para los que quedamos impactados con el primer episodio de la primera temporada de Black Mirror, es difícil aceptar el nuevo enfoque desenfadado de satirizar la realidad. Anteriormente, Black Mirror había profundizado en la opresión estructural detrás de historias absurdas, en lugar de condenar a las personas vulnerables. El tercer episodio de la sexta temporada tiene una duración de ochenta minutos, pero carece de profundidad y nuevos elementos de ciencia ficción. Si la serie Black Mirror continúa confiando en los datos para la creación de contenido que satisfaga las preferencias de la mayoría, eventualmente se volverá aburrida e insípida.

Las historias sin distopía son solo profecías intimidatorias

Después de que la serie de televisión clásica se trasladara a la plataforma de Netflix, comenzaron las críticas por la falta de profundidad.

En realidad, la tercera y cuarta temporada de Black Mirror tuvieron muchas historias emocionantes. Por ejemplo, la expresión de optimismo tecnológico en "San Junipero" obtuvo un premio Emmy.

Pero... ¿En qué piensa la audiencia cuando escuchan Black Mirror ?

El estándar y las expectativas de la serie parecen depender de sus impresiones del pasado. Durante la versión británica de Black Mirror, los elementos de ciencia ficción no eran necesariamente innovadores, pero tenia un sabor distópico único. La serie se centraba en cómo los humanos se habían encontrado con el absurdo en un contexto tecnológico, en cómo intentaron resistir y cómo finalmente fallaron. En ese entonces, los seres humanos eran centrales para las historias de ciencia ficción de Black Mirror y lograron crear una sensación de persecución ineludible. Era una serie absurda, pero con la que se podía empatizar fácilmente. Sin embargo, después de que Netflix se hizo cargo, el contenido comenzó a inclinarse en una dirección diferente, centrándose en intimidantes profecías sobre tecnología, como la masacre de las abejas asesinas.

La mayoría de nosotros esperábamos un delicado equilibrio entre la distopía y los elementos de ciencia ficción de un futuro cercano en esta nueva temporada. Desafortunadamente, con el cambio hacia la nueva plataforma de transmisión, se ha vuelto difícil ver la reflexión profunda y filosófica que era característica de la versión británica de Black Mirror. Incluso la inclusión de actores británicos no hizo la diferencia. La nueva temporada llega a mostrar un final feliz en donde el protagonista rompe una computadora cuántica con un hacha. Por favor, Netflix, no pongas el logo de Black Mirror en las historias de terror norteamericanas.

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