Adolescente, es un bicho diferente

Para algunos, la mejor época de su vida, para otros la más olvidable. Si bien dependiendo la región desde donde leas esto, las divisiones grupales puedan ser diferentes, no tan extremas, no utilicen esos términos o no tengan ese deporte, todos pensamos en estas definiciones automáticamente al decir adolescente: secundaria, nerd, geek, porrista, deportista, freek, populares, marginados.

Si, seguramente fuimos parte de algún grupo o por el contrario, nos sentíamos solos en el mundo.

Poniéndonos académicos, podemos encontrar muchos escritos que nos hablan de los cambios corporales y psicológicos que marcan esta etapa. Se plantean muchas dudas e incertidumbres, a la metamorfosis corporal y la aceptación de esa nueva imagen, hay que sumarle el desarrollo sexual, la creación de la identidad, personalidad, etc.

Ya de leerlo nos sentimos agobiados… imagínense vivirlo.

Amigos, familia, responsabilidades… etapa de revolución interna y también externa. Etapa de experimentación y replanteos.

Y hablando de estos temas, se nos vinieron dos series muy exitosas, una actual y una que dejo de emitirse allá por el 2015, siendo pionera en muchos temas y polémica detrás de cámara.

Nos referimos nada más, ni nada menos que a Glee. Un exitazo que empezó en 2009 y tuvo 6 temporadas. Ryan Murphy nos presentaba su creación mas importante hasta el momento. Un profesor de secundaria se propone armar un club de música en la preparatoria en la que trabaja, un grupo como el que fue integrante cuando era joven. Un lugar para expandir el arte y hacer amigos, el club Glee.

Como toda secundaria norte americana, ser parte del coro escolar es solo para perdedores. Así aparecen los primeros marginados, marcados con alguna etiqueta: la chica nerd, la rarita, el chico en silla de ruedas, la chica de color, el gay.

Pero a medida que avanzan los días, se suman nuevos integrantes, ya no son solo los outsiders, se acercan los populares, las porristas y los deportistas.

Y aunque al comienzo siguen siendo fieles a sus posiciones sociales, dentro del esquema escolar, poco a poco se van convirtiendo en familia y cambiando la forma de verse entre si.

En esos momentos, las series populares adolescentes eran Gossip Girl y Vampire Diaries, con sus protagonistas hegemónicos y acomodados. Glee hizo popular lo “impopular”.

Para el momento que esta serie empezó, había ciertos temas que no se tocaban tan abiertamente, menos en televisión y con personajes adolescentes en horario estelar.

Si bien podía tratar temas “simples” como los desencuentros amorosos, también hablaba de embarazos no deseados, discriminación racial, problemas alimenticios, problemas familiares y sobre todo dio el puntapié inicial para hablar de los jóvenes LGBT.

Además de barrer con algunos tabúes, también influyó en el aumento del interés de los jóvenes por el arte. Recordemos que la historia se enmarcaba siempre en representaciones musicales con hits de todos los tiempos y con mega invitados

Lamentablemente así como en pantalla los personajes sufrían estas situaciones, en la vida real también sucedían cosas similares o peores. Muchos de los actores convivieron con adicciones, depresiones, problemas con la justicia, malos tratos entre compañeros y mucho cansancio, rosando la explotación laboral. La máquina de dinero no podía parar, incluso siguieron adelante a pesar de la muerte de uno de sus protagonistas. Glee fue un fenómeno que atraía a millones de espectadores cada semana, tuvieron una gira, ganaron 6 Emmys y 5 Globes y hasta tuvieron una película que recaudo 18 millones de dólares.

Si, puede que algunos temas no se hayan tocado como hoy esperaríamos que lo hicieran, pero logro abrir el debate de cuestiones que los adolescentes no estaban acostumbrados a ver en sus personajes favoritos.

A pesar de que con el tiempo las temporadas fueron decayendo y convirtiéndose en un enlatado, algo está claro, luego de Glee ser un looser no significo lo mismo y ayudo a muchos jóvenes a encontrarse a sí mismos.

Hace poco HBOMAX agrego a su catálogo un documental de 3 episodios sobre esta serie. Los invitamos a verlo y meterse en esta historia.

Pasando a otro fenómeno, que está activo actualmente con dos temporadas finalizadas y una tercera pendiente de producción. Hablamos de Euphoria, protagonizada por Zendaya y escrita por Sam Levinson. Esta versión es la adaptación de una serie israelí lanzada en 2012 bajo el mismo nombre.

El día de su estreno, en junio de 2019, fue sintonizado aproximadamente por 577.000 espectadores, llegando a 1.2 millones de espectadores en su final de temporada y aumentando a 2.4 millones en su segunda temporada.

Aquí también nos encontramos con vivencias de adolescentes pero un poco más extremas, o mejor dicho, más explicitas, porque el sexo, drogas y rock and roll siempre existieron, pero no se mostraban.

A diferencia de otras series, lo que podemos decir es que Euphoria es un drama de la cultura adolescente actual, centrado en el personaje de Rue (Zendaya), su familia y sus conflictos, de esta red llegamos a conocer otros grupos y otras vivencias, pero digamos que el conflicto principal es la adicción de nuestra protagonista.

De una manera bastante cruda podemos acercarnos a la situación por la que pasa una familia en la cual, uno de sus integrantes sufre de adicción a las drogas. Vemos el sufrimiento de Rue por mantenerse sobria, el sufrimiento de Rue cuando esta sobria y descubre que prefiere seguir drogándose y sus sentimientos de culpa por lo que le hace pasar a su madre y a su hermana.

Podemos empatizar con cada uno de los ejes y posturas de esta familia y su camino de recuperación constante, con muchos tropiezos para intentar sanar.

Así como Rue y su delicada situación, vamos a conocer la historia de Fezco (Angus Cloud) y su hermano, quienes son dealers y amigos de Rue.

Pero a pesar de que Fezco podría ser considerado un villano en esta historia, ya que es quien, de alguna manera, fomenta la adicción de las personas, uqeda lejos de ese lugar y observamos porque algunas personas pueden caer en ese camino.

Padres abandonicos, accidentes, marginalidad y la responsabilidad de cuidar a su hermano menor desde temprana edad.

También como en Glee, tenemos a las porristas y al mariscal de campo que lidian con otro tipo de situaciones no menos tormentosas, pero más ligado a los que esperan de ellos sus padres y el estrato social al que pertenecen. De hecho, esconderse en el closet aun hoy sigue sucediendo y en muchas familias es inaceptable una sexualidad que no sea la heterosexual.

Muy bien encarnado todo esto en el personaje de Eric Dane, quien hace de padre de Jacob Elordi.

A su vez podemos ahondar en el tema del sexo adolescente, su explotación, y utilización para bien o para mal, entrando a su vez en el mundo de los jóvenes transgénero de la mano de Hunter Schafer que interpreta a Jules Vaughn.

Y si todo esto no alcanza, Euphoria trata del mal uso de las redes sociales, violencia de género y el “body shaming” entre otros temas.

En definitiva es una serie que aborda temáticas complejas desde una perspectiva cruda y real, lo que a muchas personas las puede hacer sentir un poco incomodas, pero que algo sea crudo no significa que este mal contado o sea desagradable, a veces para producir un cambio de perspectiva se necesita un cimbronazo, y eso es Euphoria.

Si quieren verla, pueden hacerlo por HBOMAX.

Y ustedes ¿Qué otras series de adolescentes conocen?

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