En el año 2003 se anunció la noticia de una película animada secuela del videojuego Final Fantasy VII (FF7). Desde entonces, los fanáticos de FF7 esperaron su estreno, mientras descargaban imágenes filtradas de revistas y varios avances presentados en exposiciones. Finalmente, luego de múltiples retrasos, se estrenó Final Fantasy VII: Advent Children (2005).
Desde el principio, la productora Square Enix dejó en claro que esta película animada estaba destinada a los fanáticos. Esto implicaba que las principales características de la animación serían rostros familiares con increíble CGI. Quienes no jugaron el juego se maravillan con la belleza de los personajes, las impresionantes visuales y la cuestionable trama. Los diálogos están llenos de frases reconocibles para los fanáticos y para los entusiastas de FF7, esta película sirve como un hito en la historia de la franquicia.
Cloud, el héroe, permanece sensible y distante en la versión teatral. A pesar de haber completado la misión heroica de salvar el mundo con un grupo de amigos, aún no puede resolver los problemas en su corazón. Los deja a todos atrás y se convierte en un miembro de los afectados por la Geostigma. Mientras Tifa y la huérfana Marlene cuidan a Denzel en el Séptimo Cielo, Cloud guarda una conmovedora foto de Tifa. Luego va a la iglesia, solo con una pequeña caja y algunos suministros médicos básicos, para lamer sus heridas bajo la serena luz del sol, rodeado de flores y un manantial burbujeante. Sin embargo, esta paz no dura mucho. Cloud es arrastrado de vuelta a la batalla por el trío de cabello plateado y los restos de Sephiroth. Por supuesto, hay algo que agradecer durante estas batallas. A lo largo de la película, nuestro protagonista, aparte de ser derribado y perder sus gafas de sol, sale casi ileso. Al final, su brazo se cura de milagro. Mientras todos celebran en las escenas finales, Cloud finalmente sonríe bajo la luz del sol.

Con respecto a los personajes femeninos, Final Fantasy VII: Advent Children hizo muy popular a Tifa. En FF7, los fanáticos de Tifa y Aerith estaban igualados. Sin embargo, en Final Fantasy VII: Advent Children, Tifa eclipsa a Aerith, a pesar de que cuenta con el apoyo de Zack Fair. Una razón puede ser el final de FF7: una Aerith fallecida no puede competir con Tifa, que sigue al lado de Cloud. También la imagen del personaje, es la carta de triunfo de Tifa. Muchass personas se enamoraron de su encantador vestido de cuero negro y su hermoso rostro y figura. De hecho, desde el momento en que aparece, sus grandes ojos , sus largas pestañas y su cabello negro sedoso son cautivadores. Sus movimientos graciosos y expresiones, junto con su atuendo de combate combinan con la iglesia vibrante. A lo largo de la película, el rostro de Tifa luce hermoso. Sin embargo, durante el conmovedor final, la sonrisa de Tifa hacia Cloud tiene un profundo significado. La audiencia seguro se siente conmovida con esta escena.
Por otro lado, la otra protagonista, Aerith, es deificada junto a Zack en Final Fantasy VII: Advent Children. Cada vez que aparece, va acompañada de luz y ecos. A veces, parece que puedes escuchar su voz sin verla y da la impresión de un Bodhisattva que guía a todos los seres. Durante la batalla con Bahamut, cuando uno podría haber esperado que Tifa fuera quien diera el empujón final a Cloud, un líquido aparece en el cielo, le da fuerza a Cloud mientras dice unas palabras. Es imposible no asombrarse por su estatus supremo. La escena en la que ella y Zack se dan la vuelta y salen de la iglesia bañados en una luz blanca, con su sonrisa serena y los efectos de cámara a cámara lenta perfectamente cronometrados, es sin duda una invitación a la adoración inmediata.

En el mundo de los antagonistas, el líder del trío de cabello plateado, Kadaj, es un personaje marcado por una fragilidad neurótica. Irradia arrogancia pero también tiende a caer en estados de angustia mental insoportable. Además, hay un indicio de un complejo de Edipo, si Jenova, esa cabeza, pudiera asumir responsabilidades maternas. Los otros dos miembros son Loz, con una apariencia ruda que oculta vulnerabilidad, y Yazoo, un joven apuesto con cabello largo, y pocas apariciones. A medida que nos acercamos al clímax, la mirada de todos se concentra naturalmente en la figura divina, Sephiroth, el jefe definitivo. Y no decepciona. Desde la icónica escena de cabello plateado en ascenso y llamas furiosas, establece firmemente su presencia en los corazones de la audiencia. Pero es innegable que cuando mira con desdén a Cloud, el fresco protagonista se convierte en un lindo niño.
En cuanto a los otros personajes, en especial los camaradas que lucharon junto a Cloud en el juego, es lamentable decir que en su mayoría hacen apariciones cameo, excepto el chico Vincent, que logra obtener algunos momentos gracias a su base de fanáticos. El resto de los buenos amigos solo tienen breves apariciones y una o dos líneas de diálogo. Pero creo que luego de muchos años, todavía veremos a estos viejos amigos jugar con felicidad, quizás un poco más hermosos y apuestos, y los jugadores de FF7 podrán sonreír con nostalgia.
Ahora, volvamos a la película. En términos de CGI, no hay mucho de qué quejarse en Final Fantasy VII: Advent Children. Cuando el juego FF7 se lanzó, sus gráficos de alta calidad sorprendieron a los jugadores. Años más tarde, la tecnología de Square Enix solo mejoró, con la película de FF, seguida por la serie FFX, con la que se mostró su innegable destreza. Final Fantasy VII: Advent Children no decepciona en cuanto a calidad visual. Cada hebra de cabello de los personajes está representado de forma realista. Cada cuadro parece una fotografía, con detalles que resisten el escrutinio. Ya sea el Séptimo Cielo, la iglesia o la Ciudad Olvidada, presenciar estos entornos es suficiente para hacer llorar a todos los fanáticos de FF7. Las animaciones de los personajes también perdieron la rigidez y torpeza de antaño. Desde escenas de batallas a gran escala hasta las expresiones faciales, la experiencia técnica brilla a través de ellas. Vale la pena destacar que Square Enix parece tener un cariño especial por la motocicleta negra de Cloud. No solo aparece en las escenas destinadas a mostrar CGI, sino que también domina el videoclip de Calling, donde pasa 6 minutos destrozando una carretera en la naturaleza. Este segmento combina perfectamente el CGI con entornos del mundo real, con transiciones de cámara y efectos de iluminación que coinciden con los de la película animada. La destreza técnica de Square Enix es impresionante.

En cuanto a la música, Nobuo Uematsu, se entrega a un frenesí de remezclas. La icónica BGM del juego reaparece a lo largo de la película. Cuando Tifa pasea por el jardín de la iglesia, el tema de Tifa suena de fondo. Cuando Sephiroth hace su entrada, Ángel de una ala acompaña su presencia, mientras que el teléfono móvil plegable de Loz suena con el Fanfarria de la Victoria de calidad MIDI. La música que siempre trajo alegría a los jugadores luego de una batalla victoriosa de repente adquiere un tono cómico.
Si bien la trama puede ser delgada y hay margen de mejora en cuanto a la cinematografía, al considerar la mezcla de visuales, música y entretenimiento, Final Fantasy VII: Advent Children continúa siendo una película animada CGI de alto nivel. Los espectadores que no jugaron el juego, puede hallar puntos de confusión, pero es importante entender cuánto significan estos elementos para los jugadores de FF7. Además, Final Fantasy VII: Advent Children hereda la trama del juego y ofrece una conclusión satisfactoria a toda la serie de FF7. Junto con su alta calidad, la dedicación de Square Enix resulta conmovedora.
¡Comparte lo que piensas!
Sé la primera persona en comenzar una conversación.