Cielo rojo: la aclamada película artística sobre el fuego y la ansiedad

En los últimos años, la pandemia de Covid-19 hizo casi imposibles las actividades presenciales más importantes para los cineastas. El Festival de Cine de Berlín 2021 (Berlinale) no tuvo más remedio que celebrarse online. Aunque su escala se amplió en 2022, la celebración no gozó del ambiente festivo debido a las estrictas medidas de prevención, el distanciamiento social obligatorio y el uso de la mascarilla. La 73.ª edición de la Berlinale de este año fue, sin dudas, el primer gran festival de cine internacional de la era post pandémica. Hoy analizaremos una de las películas presentadas en el festival, ganadora del premio del jurado: Roter Himmel o, en español, Cielo rojo.

Cielo rojo es el decimoctavo largometraje de Christian Petzold, uno de los fundadores de la Escuela de Berlín. La Escuela de Berlín, junto con la Nueva Ola rumana, es la última ola colectiva del cine mundial que ya se encuentra en la tercera generación y sus películas se destacan en la industria del cine artístico europeo. Cielo rojo es lenta, tiene muchos diálogos y se centra en los personajes, características típicas de la escuela de Berlín.

La historia comienza con León (Thomas Schubert), un escritor que tiene que escribir un libro nuevo. Frustrado, él y su amigo Felix (Langston Uibel) deciden pasar un tiempo en la villa familiar de Felix en la costa del Mar del Norte, a lo largo del Mar Báltico. Al ser una villa junto al mar, el entorno es ideal para encontrar inspiración para escribir. Sin embargo, de camino a la villa, el auto se rompe y los dos tienen que caminar penosamente por el bosque para completar los últimos kilómetros. Peor aún, cuando finalmente llegan allí completamente agotados descubren que la casa ha sido alquilada. La madre de Félix no le había contado nada de esto. Entonces León y Félix tienen que compartir habitación. Se escucha a la inquilina Nadja (Paula Beer) mientras tiene sexo apasionado con Devid (Enno Trebs) en el dormitorio principal de la casa de paredes delgadas, lo que enoja a León.

A medida que la historia avanza, nos damos cuenta de que el protagonista es un joven novelista pomposo que parece estar molesto todo el tiempo, y Félix, un estudiante alegre y abierto a nuevas experiencias. Nadja es una chica extrovertida y abierta que pasa sus días como vendedora de helados cerca del hotel de lujo de la isla, mientras que su amante Devid es una persona amable y divertida. León siempre se aísla en un ensimismamiento silencioso, se niega a ir a nadar con otros e incluso los trata como sus enemigos. Su fracaso con el libro "Club Sandwich" lo pone incómodo. Cree que Félix lo traiciona al tener una aventura con Devid, y cuando Nadja le da una crítica negativa acerca de su libro, se burla de ella porque "es una vendedora de helados que no entiende la literatura". Sin embargo, sólo se avergüenza porque Nadja tiene un doctorado en literatura. En la casa, el romance crece entre los cuatro, mientras el cielo afuera se vuelve cada vez más rojo a medida que el incendio forestal se acerca. Llueven cenizas y la vida silvestre huye. La historia termina cuando Devid y Felix mueren en el incendio forestal, y Leon finalmente escribe toda esta experiencia en un nuevo libro.

Como segunda entrega de una trilogía inspirada en los elementos, Cielo rojo tiene como telón de fondo a un pueblo costero y un incendio forestal. Este escenario es diferente de los anteriores de la vida urbana; presenta naturaleza y realismo sin adornos. La primera obra, Undine, se centra en el elemento agua. Inspirada en el antiguo mito de una ninfa acuática, la película trata sobre un romance entre un buzo y una ninfa. Mientras que Cielo rojo trata sobre el fuego, obviamente, el elemento agua se refleja en el concepto de Felix para su portafolio fotográfico. El incendio en León se exterioriza como el incendio forestal, que crece con la historia a medida que León se vuelve cada vez más gruñón por el declive de su amistad con Félix, el fracaso de su libro y su amor no correspondido hacia Nadja. Mientras el fuego aleja a León de la multitud, el incendio forestal también corta la conexión de los ocupantes con el mundo exterior.

Udine presenta mitos, una ninfa y la idea de matar por amor. El amor es como el agua, lo abarca todo: puede servirnos o destruirnos. El fuego quema las cosas, y el fuego ardiente dentro de León lo ciega, por lo que nunca se preocupa por las personas o las cosas que lo rodean. Como muchas de las películas de Christian Petzold, Cielo Rojo vuelve a ser una historia entrelazada de amor y deseos. Los cambios de ambiente corresponden al cambio emocional de León. La ansiedad causada por enfrentar un desastre natural se refleja en las crecientes dudas del León. Cielo Rojo se hace eco de los estilos anteriores de Petzold pero también es una película completamente nueva con una trama modernista.

El romance embriagador y el desastre abrumador se comprimen en el cruel mundo capitalista. Cielo Rojo es también la película más interesante y curiosa de Christian Petzold hasta la fecha, que reemplaza el misterio del destino con una farsa más posmoderna. El amor y la muerte, con su marcada incongruencia, envuelven una comedia mundana sobre el trabajo (sobre las sensibilidades de la producción artística y la fuerza laboral), así como también sobre la inutilidad de todas las industrias que enfrentan desastres.

El director habló una vez de su pasión por dos tipos de fuego: el incendio forestal ambiental y el fuego del alma. A veces, el fuego es una forma de protección, aísla a los jóvenes del mundo exterior; otras veces, el fuego es una forma de destrucción, ya que inevitablemente el incendio forestal termina matando. La exteriorización de la ansiedad que recorre toda la película impulsa el desarrollo de la trama como la propagación de un incendio forestal. Nadja, como encarnación del elemento fuego, despierta emociones en León, empujándolo paso a paso desde la duda y el disgusto hasta los celos, el colapso y finalmente la destrucción.

Lo más ingenioso es que el director casi no muestra las llamas reales, lo que implica la imprevisibilidad de un desastre natural y resalta el creciente subconsciente y la ansiedad ontológica del protagonista.