Gracias por tanto, Bohemian Rhapsody 

Cada vez que me preguntan ¿cuál es mi biopic favorita? siempre voy a recurrir a la misma, “Bohemian Rhapsody” (2018) dirigida por Bryan Singer y Dexter Fletcher. Aún me acuerdo patentemente como si hubiera sido ayer, ese día en el que con mi hermano decidimos ir al cine a ver algo. No sabíamos muy bien que, pero al llegar y acercarnos hasta la boletería, el título de “Bohemian Rhapsody” resaltó por encima del resto de películas.

Por ese entonces había escuchado hablar del filme y me había despertado cierto interés por verla en algún momento, pero la realidad era que desconocía plenamente sobre la historia de Freddie Mercury y de Queen y lo único que mi mente asociaba de la banda eran canciones como “we will rock you” que cantábamos en el colegio cuando uno buscaba hacer quilombo y golpear las mesas (ya saben a lo que me refiero) o “we are the champions”.

Sin embargo, ambos coincidimos en verla, compramos las entradas, los pochoclos y fuimos directo a la sala de cine. Y así, en dos horas y catorce minutos que tiene de duración, me dejé completamente llevar. Me dejé llevar por la historia de un joven ambioso con un gran sueño, con una banda que de ser lo más pequeño llegó a convertirse en un fenómeno mundial. Me dejé llevar por una historia de amor y desamor, de traición y de amistad, pero sobre todo una historia sobre sueños y cuanto hay que luchar por hacerlos realidad.

“Bohemian Rhapsody” es una biopic caracterizada a la perfección y con un reparto que enamora, en especial hablo por Rami Malek y Ben Hardy (los amo <3). Si bien, todos somos conscientes de que la película presenta sus baches e irregularidades temporales, es un flime lleno de música que te hace salir de la sala con ganas de comprarte todos los discos de la banda y desear haber presenciado un show en la vida real.

Tengo 21 años, no viví en la época en la que Queen fue una banda exitosa, ni tampoco pude ver a Freddie con vida. Pero si tengo todas las historias de mi abuela, que a pesar de nunca haber sido muy fan de la música en inglés, amaba y admiraba la voz de Freddie. Ambas charlábamos por horas sobre la película y lo bien lograda que estaba la interpretación de Marc Matel como la voz de Freddie en la biopic. Por eso, cada vez que encuentro que la pasan en algún canal de la tele, y por más que la haya visto mil veces, me la quedo mirando hasta el final con una sonrisa de oreja a oreja.

Gracias por tanto, Bohemian Rhapsody.