Hace unos días, tuvimos un grato debate en donde se ponía en discusión la existencia de los remakes, si eran necesarios, dignos y en muy pocos momentos, si superaban a la película original.

Hoy en día, hacer una remake es moneda corriente, ni hablar de hacer precuelas o reinicios de franquicias. Pero eso es para otro debate. Hacer una remake parece pan comido y algo mucho más sencillo de recrear que ponerse a escribir una historia original.
A veces hacen una recreación cuadro a cuadro de la original y así y todo no funciona ¿Por qué? ¿Es problema de la obra? ¿Es problema del director? ¿Es problema del espectador?
Y podríamos responder que sí a tocas estas inquietudes o podríamos decir que no.
Incluso yendo un poco más allá, encontramos algunos casos en los que la pregunta es mucho más compleja de responder ¿este remake supero a la película original?
Si hay algo que le gusta al ser humano, es dividir todo en dos, blanco negro, bueno o malo, aceptado o rechazado. Y peor si hablamos de fanáticos en alguna materia.
Por eso vamos a hablar en esta oportunidad de una remake que es, a mi criterio, una de las pocas que te permite dudar con cual quedarte, y en realidad preguntarte ¿es normal que me gusten las dos? ¿Está permitido? Preguntas que parecen injurias.
Hablaremos de IT, el hermoso payaso creado por el escritor Stephen King en 1986. Bueno es mucho más que un payaso, pero así lo conocemos mejor.

Antes que nada cabe aclarar ¿Qué es una remake?
Diríamos que, técnicamente, es una nueva versión de una película previamente lanzada, que reproduce fidedignamente la trama, los personajes, etc. Aunque no siempre se cumple y a algunas personas este no cumplir les gusta y a otras no.
A veces esta bueno que no sea una fiel recreación de la original, en donde solo cambian los actores, porque de esta forma permite enriquecer la trama, aunque implique riesgos.
El problema, muchas veces, es la imaginación del director. Sobre todo si no tiene donde apoyarse para ampliar los horizontes.
En el caso de IT, tenemos un libro detrás de las pelis. La primera versión, salió en 1990, dirigida por Tommy Lee Wallace. En realidad, fue una mini serie para TV. Encarnando al payaso Pennywise lo teníamos a Tim Curry (The Rocky Horror Picture Show) y luego venían dos elencos que conformaban el grupo de los “losers”: un grupo de siete adolescentes en donde encontrábamos a Jonathan Brandis (La historia sin fin) y Seth Green (Buffy la caza vampiros) entre otros, y otro elenco de siete adultos que representaban a los niños ya adultos.

Claro que esta película la vi gracias al alquiler del VHS. No hay mejor recuerdo que el de ir al videoclub y descubrir entre todas las portadas de las películas, a un ser extraño, con pelo y nariz rojos, que simulaba ser un simple payaso, pero cuando veías un poco más, te llamaba la atención esa mano extraterrestre.
Si, debería haberme dado miedo, pero mis recuerdos son de pura felicidad. Con el tiempo se convirtió en una de mis películas favoritas y quien le hizo lugar en mi biblioteca al señor King, creador de este devorador de mundos que acecha al pueblo de Derryl haciendo desaparecer a los niños cada 27 años.
Claramente los puntos fuertes de la historia y su adaptación, fueron que el “mal” lo encarnaba un payaso colorido y que todo lo paranormal le sucedía a un grupo de chicos durante sus vacaciones de verano… cualquiera de nosotros podíamos ser esos chicos.
Y todo el lio se desataba porque el hermano de Bill se le ocurre salir a dar una vuelta bajo la lluvia y ponerse a hablar con tipo que salía de una alcantarilla… ¿Qué haces nene? Corre!!! Eso no es normal.

Apartado especial para Tim Curry que lleva el personaje al límite de hacerte reír y llorar al mismo tiempo. Claramente, con un estilo muy fines de los 80, donde reinaba otro ídolo infantil Freddy Krueger, los cuales eran villanos sangrientos, pero que no dejaban el humor de lado.
Después si, las actuaciones en general son poco rescatables y mucho menos memorables, pero no impidieron que la mini serie se convirtiera en una película de culto.
Luego, un poco por casualidad y otro por destino, 27 años después, en 2017 llega IT, la remake. Si, 27 años después, como el tiempo en que Pennywise se toma para invernar y salir luego a comer niños.
La película, obviamente, mantiene el mismo nombre, pero se estrena en cine. De la mano de un gigante como Warner Bros. Y del director argentino Andy Muschetti.
Para ese entonces, ya había leído el libro de 1200 páginas y esperaba con mucha expectativa esta nueva versión. Quería saber que iban a poder agregarle a la película, que en 1990 no habían podido.
Convengamos que el presupuesto para una serie de TV no es el mismo que para cine. Además, los tiempos cambiaron y no se esperaba un Tim Curry festivo y cómico.

Antes de su estreno IT (2017) había dejado en el camino al director original y al actor principal que iba a interpretar al payaso, Will Poulter. Además, ya se habían consumido gran parte del presupuesto.
En ese contexto es que entran los hermanos Muschetti, quienes habían debutado en 2013 con su primera película Mama.
Eligen a Bill Skargard para el protagónico y a unos niños hermosos para darle vida al club de los perdedores, ese grupo de nerds que pasarían el pero verano de sus vidas.

La película se dividió en dos partes: una situada en los ’80 con los niños como protagonistas y la otra situada en la actualidad con el elenco de adultos, viendo a los niños mediante flashbacks.
Acá volvemos con los aciertos, no hay nada que garpe más que un elenco de chicos, lo vemos en los Goonies, en ET, Super 8, Stranger Things, etc. Rango etario muy elegido tanto por Stephen Spielberg como por King.
Y a eso le sumamos la década de los 80, es un combo infalible.
Stranger things lo había dejado claro y nos ponía los pelos de punta con la nostalgia, justamente en IT (2017) contamos con uno de sus personajes, Finn Wolfhard. Aunque para ser justos, había sido casteado primero para la película.
De cualquier manera, todos los chicos son excelentes, un punto muy a favor comparando con sus predecesores.
Pero no demoremos más, cuando se anunció la película, todos nos preguntamos ¿Quién se animará a interpretar a IT teniendo la sombra de Tim Curry? Y ahí entró Bill Skargard, este actor que tenía por aquel entonces 27 años se encargó de crear un personaje mucho más oscuro.

Con sus 1,92 metros y sus movimientos faciales, logro transmitir el miedo a los espectadores, pero también cierta inocencia cuando debía hacerlo.
Los invito a ver sus pruebas de cámara para que puedan observar que muchas de las expresiones características de IT, son hechas por él sin necesidad de ningún recurso externo.
Tanto el movimiento del labio inferior, como el desvío de uno de sus ojos, son naturales.
Creo que la mejor escena donde se puede ver el manejo de su corporalidad, es su primer encuentro con todo el grupo en la casa abandonada, cuando sale de la heladera.
Que dicho sea de paso, es la primera vez real en que el elenco veía a Skargard lookeado como Pennywise.
Ya saltando a la segunda parte, que salió en 2019. Hay muchas opiniones encontradas. Pero considero que decir que esta parte es mala, es demasiado extremo.
Acá si tenemos un elenco mucho más Hollywoodense con acores de la talla de James Mcavoy (Fragmentado) y Jessica Chastein (Los Ojos de Tammy Fye).
Y si, es real que la velocidad en la historia es mucho más lenta que la parte I, pero eso no me hizo odiar la entrega, ni considerarla una abominación.
A veces parece que solo importa la recaudación, y la gente se agarra de eso para decidir la suerte de una película. Si le va bien es buena, si le va mal a la guillotina. Y esto está muy alejado de la realidad, sino Marvel estaría lleno de premios.

Otra de las críticas que había escuchado por ahí, es que Pennywise aparecía poco, pero cabe recordar, que IT no es un payaso, es un ente sin forma en la Tierra que adquiere diferentes apariencias para poder manifestarse, una de las elegidas es un payaso.
Para ir cerrando, la remake adapto muchas más y mejores cosas del libro, actualizando escenas icónicas de la película de los 90, como el momento en que IT se acerca a los chicos mediante un álbum de fotos y en la peli del 2017 lo hace mediante unas diapositivas, las fotos se mantienen, la forma de verlas cambia.
Aunque me hubiera gustado ver renovada la escena de Ben besando a Pennywise sin saberlo.
En conclusión, considero que IT (1990) e IT (2017) son uno de los casos en que ambas versiones pueden convivir.
Ahora si una supera a la otra, siempre es cuestión de gustos. Por oscuridad, por adaptación y por actuaciones adolescentes, elijo la remake, pero siempre recordando porque y por quien quise ver la nueva versión.
Original y remake un solo corazón ♥♥
Welcome to the Dark Side - Erica Zur Werra (Alquilistas)
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