Se habla mucho de los multiversos y de cómo las situaciones, historias, personas, etc. varían entre unos y otros pero pareciera que hay algo en común que se mantiene.
Según la esencia platónica, ambas películas podrían ser copias de una matriz perfecta (filosóficamente hablando), copias de otro personaje de un mundo perfecto. Según la mirada aristotélica, se podría decir que la sustancia se mantiene en las dos. La esencia/sustancia, en ambas películas, podría decirse que es esa forma de expresión y de sentir tanto de Verónica como de Amelie.
Las películas Amelie (francesa del año 2001) y la franco-polaca La doble vida de Verónica (realizada 10 años antes en 1991) dos (o más) mujeres comparten una serie de elementos en sus historias. Por una lado, la introspección a un mundo en el que un personaje mujer y protagonista puede mostrarnos su punto de vista de las emociones, sensibilidad e intuiciones. Y por otro lado, con la mirada más técnica, en la particularidad de las escenas parecidas, en los colores: mezcla cálida entre verde y rojo (más saturado en Amelie, menos saturado en La doble vida de Verónica) formando un marrón. Como broche tenemos las relaciones tan particulares como las que invocan a temas de amor.
Son dos mundos paralelos que se encuentran y desencuentran, se parecen pero son todo lo contrario.
Un punto de encuentro, dentro de esta contrariedad y no, es la muestra del placer a lo sensitivo de ambas. Al comienzo de la película cuando a Verónica se la ve disfrutando de la lluvia mojando su rostro, en el otro universo Amelie está disfrutando del tacto de sus manos con las legumbres en la bolsa.
La doble vida de Verónica nos deja muchas dudas, nos sumerge en un mundo extraño y misterioso del que queremos saber más ¿será el titeretero el orquestador de esta historia o solamente es pura coincidencia que cree dos títeres de Veronica? ¿serán ambas Veronicas copias de una Verónica "perfecta"? ¿habrá más Veronicas dando vueltas? ¿por qué se angustia tanto al ver la foto? ¿qué intuía?
Amelie, una película dulce que nos deja la sensación de ternura, juego y las formas de relacionarnos con les otres. Se podría decir que no nos hace entrar en ese mar de preguntas y teorías, todo está dicho. Es lo que es y lo que transmite, casi como una imagen conmovedora.
Son muchos factores de unión. No es que quiera decir que las Veronicas y Amelie sean la misma, ni siquiera parecieran tener el mismo carácter. Se trata de otra cosa, de los restos, las imágenes en la retina, la empatía y el cariño a los personajes que interpretan las actrices.
Una te deja buscando en detalles el por qué de las cosas y la otra nos deja la sensación de que la vida es más amorosa y divertida.
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