Medianeras: el amor ya va a llegar

Spoilers

Si de películas románticas hablamos, es imposible no mencionar a una de las más lindas que pude ver en mi vida: Medianeras de Gustavo Taretto. Es una oda al amor, a no bajar los brazos y al disfrute de la vida. Obvio, también te invita a enamorarte de Buenos Aires y encontrar ahí a la persona que buscás y quién querés ser.

Daniel Johnston escribió True Love Will Find You in the End, un temazo de aquellos y que es utilizado en Medianeras. Podría decir que la película se resume literalmente con esta canción, diciéndonos que no bajemos los brazos, que nos mostremos, que el amor ya va a llegar; que si no te mostrás, no te va a encontrar. Y la cinta de Taretto es esto. La soledad y el aislamiento en una ciudad que te aplasta como la capital de Buenos Aires.

El amor puede estar ahí: a la vuelta de la esquina, a kilómetros de distancia o en el edificio de al lado. Quizás, los caminos ya se habrán cruzado varias veces como les pasó a Martín y Mariana, los protagonistas de la película. Pero reducir a Medianeras solamente al encuentro amoroso y que este salvará todos los problemas sería un insulto.

Taretto nos plantea esta historia de romance con voces en off de nuestros protagonistas. Ambos nos cuentan su vida, sus miedos, sus frustraciones pasadas y sus sueños. Si bien ambos tienen vidas distintas, hay un denominador común y este es la soledad que viven en sus departamentos, casi como una prisión. Por eso, ambos deciden hacer una ventana en las medianeras de sus edificios y con ellas, una nueva perspectiva de la ciudad y de la vida se asoma.

Tanto Martín como Mariana vienen de relaciones que no funcionaron y los dejaron marcados pero intentan seguir con su vida, buscando nuevas aventuras. Lo más hermoso de Medianeras es que entre ellos nunca se cruza ni una palabra, sólo lo hacen por chat y de forma anónima o en un kiosko pero sin verse, ya que no había luz. Y las veces que se cruzan, es por casualidad en la ciudad y ni se notan pero su presencia es más que suficiente para saber todo lo que hay entre ellos.

Además de retratar sus vidas, Medianeras funciona como una especie de documental de la Capital Federal ya que nos habla de los edificios de la ciudad y de cómo converge todo siendo tan distinto. Nos invita también a enamorarnos de los pequeños o grandes detalles de las cosas que nos rodean y a empujarnos a querer descubrir qué es cada cosa. Al menos, así lo siento yo cada vez que la veo: quiero salir, caminar y fotografiar todo.

Esta película sin dudas es para las personas que están enamoradas o los que aún buscan a esa persona. Para los soñadores, los que no bajan los brazos y los que quieren buscar algo más en sus vidas. Medianeras te empuja a eso: a abrazar el pasado y dejarlo ir, y a empezar a disfrutar el presente. El amor ya va a llegar, de eso no hay dudas, pero no para solucionarte todos los problemas. El amor va a llegar para hacerte la vida un poco más fácil y hermosa, aún en el caos en el que vivamos.

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