¿Cuáles son los criterios para elegir a la "mejor película" de los Óscar?

La respuesta a esta pregunta yace en su singular proceso de votación.

Todo el proceso de selección es un gran camino, ¡y todo se trata de los votos! Específicamente, se trata de un grupo de profesionales del cine que son miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas y eligen a los ganadores de los Óscar. Estos profesionales, que van desde directores y productores a actores y guionistas, son peces gordos de la industria que provienen de todos los rincones del mundo. Estos profesionales participan en múltiples rondas de votación antes de decidir qué películas se irán a casa con la estatuilla dorada.

¡Los Óscar no tienen ningún tipo de criterio para elegir a la "mejor película"! ¿Alguna vez te diste cuenta de esto? En otras palabras, todo se trata sobre las preferencias estéticas de estos peces gordos de la industria.

Esta explicación podría haber sido nuestra respuesta, pero, como nota adicional, déjame compartir una idea más. El hecho de que estos profesionales voten está bien, pero yo pienso que inevitablemente crea algunos conflictos. Cuando se habla de una película, las opiniones de las personas sobre si la aman o la odian pueden ser muy diferentes y estar en todas partes. Agrégale una pizca de prejuicios y las cosas pueden complicarse aún más.

Tomemos como ejemplo el tema de la discriminación racial. Este debate surgió por primera vez en 2016 cuando se anunciaron las nominaciones de la 88.ª edición de los Óscar y las categorías más importantes de actuación no incluían a ningún actor que no fuera blanco. Esto generó dudas sobre la falta de diversidad en las nominaciones a los Óscar e incluso personas como George Clooney y Spike Lee expresaron su descontento. Para abordar este tema, la Academia amplió su diversidad rápidamente al agregar a más miembros mujeres y no blancos. Estudiemos los números: de acuerdo con una encuesta de "The Times", en 2012, 94 % de los votantes de los Óscar eran blancos y 77 % eran hombres. En 2015, los números eran 90 % y 75 % y, para el 2021, las cifras eran 81 % y 67 %. A pesar de que las cifras todavía no están del todo equilibradas, se puede ver un progreso.

Luego de más de una década, aunque los asuntos raciales obtuvieron más atención, uno se pregunta si surgirán más desafíos en el futuro. Apuesto que seguramente sí. A pesar de que el sistema de votación actual no puede evitar completamente los sesgos, sí tiene un mecanismo de corrección poderoso. Al enfrentarse a críticas, la Academia puede alterar la composición de su membresía para abordarlas, aunque puede que el proceso sea muy lento para su comodidad.