Todos conocemos el icónico discurso "Tengo un sueño" de Martin Luther King Jr. en Washington, pero esta película adopta un enfoque diferente. Rustin es una biografía que no se centra en Martin Luther King Jr., el líder del movimiento por los derechos civiles estadounidenses de los años 60, sino en el organizador de la marcha y del discurso entre bastidores, Bayard Rustin. Rustin toma el protagonismo en esta película y es un esfuerzo loable para arrojar luz sobre sus contribuciones. Sus pensamientos, luchas y esfuerzos están retratados de forma excelente, incluidos los desafíos personales que enfrentó debido a su sexualidad e incluso al ser rechazado por su comunidad.

Rustin ofrece nuevas perspectivas e ideas a la audiencia. Es aguda pero equilibrada. Los escritores y directores no demonizan a las personas blancas, sino que critican con precisión las leyes y políticas que han perjudicado a las personas de color. La atmósfera retratada en la película no es de odio en blanco y negro, sino que destaca las condiciones sociales y las injusticias históricas enfrentadas por las personas negras. Rustin retrata a un grupo de líderesque luchan por la igualdad para las personas negras en la sociedad y los desafíos que enfrentan. Uno de los aspectos más destacados para mí es la representación de la unidad negra, que se levanta con valentía.
Antes de ver Rustin, es adecuado ver primero los discursos de Martin Luther King Jr. Experimentar la atmósfera electrizante de sus discursos ayuda a entender por qué fueron tan impactantes. La audiencia puede reflexionar sobre cómo los negros empoderados lucharon por su raza sin violencia y mostrando sabiduría.
A través de los discursos de Martin Luther King Jr., se puede sentir la planificación meticulosa y la resonancia emocional de la marcha y el discurso. Rustin enfatiza a la persona detrás de la marcha, arrojando luz sobre las luchas de Rustin y la discriminación que enfrentó. Los cineastas adoptan la perspectiva de Rustin para retratar el viaje de la Marcha en Washington, lo que resulta en una representación más realista. A través de la vida personal de Rustin, la película resalta sus dificultades dentro de la comunidad LGBTQ+ y el movimiento por los derechos civiles.
La película profundiza en los desafíos y la resistencia de Rustin con un toque de humor pero también aborda sus vulnerabilidades. Rustin no es retratado como una persona perfecta, pero sus imperfecciones lo hacen más relacionable y real. Su determinación para luchar por la igualdad es evidente, alimentada por sus experiencias de discriminación y rechazo.
El 28 de agosto del año 1963, cientos de miles de estadounidenses se reunieron en el Monumento a Lincoln en Washington, D.C., para marchar por la libertad y la igualdad de los negros. La marcha en Washington fue crucial para el movimiento por los derechos civiles. Martin Luther King Jr. pronunció un discurso convincente que imaginaba un futuro donde las personas negras y blancas pudieran coexistir en paz, enfatizado por el repetido estribillo: "Tengo un sueño". Este discurso catalizó la aprobación de la Ley de Derechos Civiles del año 1964 por el Congreso de los Estados Unidos, que declaró ilegales todas las políticas de segregación racial y discriminación, prohibiendo así la discriminación por raza, color, religión, sexo o nacionalidad.
Rustin explora la eliminación de una figura influyente detrás de esta marcha monumental, Bayard Rustin. El presidente Barack Obama otorgó póstumamente a Rustin la Medalla Presidencial de la Libertad en el año 2013, reconociendo sus contribuciones a la marcha y al discurso. A pesar de dar forma a la historia, la identidad de Rustin como hombre gay llevó a su marginación de los eventos que orquestó meticulosamente para cambiar la nación. La película critica los prejuicios detrás de la eliminación de Rustin, al enfatizar los desafíos enfrentados por un hombre gay, incluso desde dentro de su comunidad, al organizar la marcha. Mientras que la comunidad negra buscaba la inclusión y la igualdad social, la comunidad LGBTQ+ luchaba por encontrar aceptación.
A través de la vida personal de Rustin, la película destaca sus desafíos dentro de la comunidad LGBTQ+ y el movimiento por los derechos civiles. Rustin presenta un retrato humorístico pero conmovedor de Rustin, al mostrar sus vulnerabilidades y resistencia frente a la adversidad. Contrario a la representación de la opresión blanca sobre las personas negras, Rustin se centra en discusiones y debates entre activistas por los derechos civiles, al contraponer la protesta pacífica con las duras realidades de la discriminación racial y la violencia, captando la pasión e intensidad del movimiento por los derechos civiles sin enfatizar la opresión blanca.
La representación del dilema de Rustin en la película resuena profundamente con la audiencia. Al planificar nuevos cambios junto a su viejo amigo Martin Luther King Jr., los planes de Rustin se detienen debido a rumores sobre su sexualidad, lo que conduce a un conflicto entre la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color y Rustin y finalmente rrenuncia y Martin Luther King Jr. Se distancia a regañadientes. Este punto de inflexión emocional permite a la audiencia simpatizar con Rustin, un exiliado justo, preparando el escenario para el conmovedor arco de su amistad. La película retrata su amistad con alegría y profundo respeto.
Cada interacción en la que Rustin debe defenderse es cautivadora, al enfrentar presiones para renunciar o al ser rechazado por su raza o sexualidad. La audiencia se siente atraída por el viaje emocional de Rustin, animándolo a superar la adversidad. Rustin no retrata a Bayard Rustin como una persona perfecta. Aún así, sus imperfecciones lo hacen auténtico y revelan sus miedos más profundos y cicatrices de una vida marcada por la discriminación y el abandono. Estas experiencias crudas alimentan la determinación de Rustin para luchar por sus derechos e igualdad.
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