La ópera prima. Reseña con spoilers de la película, "Vidas pasadas"

Spoilers

"Vidas pasadas" es una película de drama romántico estadounidense, escrita y dirigida por Celine Song. Este es su debut en el cine.

La película ha tenido aclamación de la crítica y fue nominada a dos premios de la academia, a mejor película y a mejor guión original. No ganó ninguno, pero ganó mejor película y mejor directora en los "Independent Spirit Awards" y ganó mejor ópera prima en el "Círculo de Críticos de Nueva York"

Antes de comenzar creo que vale aclarar que no soy fan de esta película, ni se coló en mi top de lo mejor del año, así que supongo que eso descalifica de algún modo mi opinión al respecto, ya que la película ha recibido aclamación universal y encima ha sido llamada por varios críticos como una de las mejores películas románticas de la década. Básicamente, por mayoría salgo perdiendo, así que mi opinión queda por lo tanto como eso, una opinión, no la tomen en cuenta si es que no están de acuerdo conmigo, pero espero poder ofrecer otro punto de vista al respecto y si lo encuentran interesante pues agradecería que le dieran me gusta a la reseña. Dicho eso, comencemos.

Fui a ver Vidas pasadas, obviamente, impulsado por las críticas y las nominaciones a diversos premios, además, como ya he dicho en otras reseñas, el cine independiente o de países que no sean Estados Unidos, me llama poderosamente la atención al ofrecer un plantel de opciones mucho más diverso y estimulante que lo que ofrece actualmente Hollywood que se encuentra enfrascada en la producción masiva de Blockbusters de grandes presupuestos y llenos de pirotecnia visual que poco más que distracción te pueden ofrecer. Y sí, Vidas pasadas sigue el camino de estas producciones que se alzan como rarezas en el panorama actual al entregar una historia mucho más pequeña, en escala, que se concentra en un grupo pequeño de personajes y que busca desarrollar una serie de temas universales e invitarnos a reflexionar sobre ellos. Loable objetivo y si bien sí creo que se debe impulsar más cine de esta clase, como ya he dicho en otras reseñas, está vez la propuesta no me ha conquistado.

No es que me aburrí, para nada. La película no dura mucho y ante todo es llevadera, es solo que no me interesó en lo absoluto la historia de amor. No conecté y así seguí hasta el final. Sentí que había visto una buena película, impecable en todos sus aspectos técnicos y con una historia personal para su directora, pero no me había emocionado nada. No me había hecho enamorarme de la relación, no me hizo ilusionarme con ellos, no me hizo sufrir por ellos ni anhelar el reencuentro, mucho menos me emociono con la decisión tomada al final de la película. Había pasado frente a mis ojos como una galería de imágenes que vería en un museo o como ver fotos de alguien desconocido para mí.

No me enojé con la película, a fin de cuentas yo elegí verla, nadie me obligó, además no era una mala película, las actuaciones me parecieron muy buenas y además tenía destellos de grandeza. A esto también ayudó que, a pesar de las increíbles críticas, fui a verla con expectativas razonables, ya que al ser una ópera prima, pues no esperaba encontrarme ya con una obra maestra, ni nada por el estilo. Entonces no me decepcioné, pero si que no termine de comprender por qué tanto se había alabado ésta película, ya que si bien era buena, no era excepcional. Sentí sobre todo que ya había visto esta historia y mejor contada.

Pero antes de seguir con esta reseña. ¿De qué trata Vidas pasadas?

Vidas pasadas nos cuenta la historia de Nora y Hae Sung, dos amigos de la infancia que se separan después de que la familia de Nora emigra de Corea del Sur. Doce años después, ambos se reencuentran a través de Internet.

Antes de que me descalifiquen, quiero aclarar que mi desconexión con la película no se debe, tampoco, a su ritmo. La película es lenta, sí, pero eso no es un impedimento para que se pueda disfrutar una película, o que te está conmoviendo. He disfrutado varias películas lentas, una de ellas, otra ópera prima de hace dos años, Aftersun. Muy recomendable si no la han visto.

Vidas pasadas busca ir en esta línea. Su historia es romántica, pero se desmarca de los clichés del género. Así como Aftersun no era un drama de tarde que buscaba hacerte llorar a diestra y siniestra, sino que más bien exploraba genuinamente temas complicados como la depresión y la paternidad, Vidas pasadas, no es una comedia romántica que busca hacerte pasar un buen rato, sino que busca explorar genuinamente los temas que propone. Esto se puede ver en la aproximación de la directora a la historia, sin recargar los momentos dramáticos sino permitiendo al espectador observar cómo se desarrolla la relación de sus protagonistas sin su intervención, al menos sin que sea notoria. Todo bien con esto, pero la relación que vemos, al menos para mí, no funciona.

Mi problema es que la película no logra construir la relación de sus protagonistas y en este tipo de películas donde no va a haber escenas donde se expresen emociones de modo efusivo o notorio, pues es necesario desarrollar bien la relación entre los personajes. Volviéndola a ver, me percate de que durante la primera parte, que nos muestran la infancia de los protagonistas, se dice textualmente como dos o tres veces que los niños se gustan, pero, realmente, en lo que concierne a sus interacciones, vemos poco o nada de dicho amor. Los niños caminan juntos de la escuela a sus casas, salen al parque y juegan. Todo bien, pero nada realmente memorable, tampoco se apoya con ningún recurso a estas escenas. Hay muy pocos momentos de intimidad y falta mayor espontaneidad en sus interacciones, más frescura. Todo se siente, irónicamente, muy calculado cuando lo que se busca es lo contrario.

La aproximación de la directora es distante. Prioriza los planos generales y básicamente observamos a los niños de lejos. Hay pequeños momentos donde sí hay mayor cercanía y hasta un plano detalle de ellos tomándose de las manos, pero es tan poco que no llega, al menos a mí, a conmoverme. Básicamente me afecta tanto como me afecta escuchar a alguien contarme una anécdota; y en el cine, nos debemos poner en la piel de los protagonistas para que vivamos con ellos la película.

Viendo la película sentía como si esperase que yo llenase éstas partes con mis experiencias o imaginación. No hay ni siquiera un intercambio de palabras memorable entre ellos. De toda esta parte la imagen más memorable, sin duda, es el plano dónde vemos a los dos subir las escaleras, alejándose. Me gusta por lo que la imagen evoca, independientemente de la película, pero el camino hasta llegar a ese plano me ha dejado tan indiferente que no me emociona tampoco.

Pasan 12 años y vemos como Nora descubre que Hae Sung la estuvo buscando, así que se contactan por Skype.

Cuando la ví la primera vez, no le di importancia a lo que pasó en la primera parte cuando era niños, asumí que se debía a que era más que nada introducción y que aquí verdaderamente se iba a desarrollar la relación, pero no es así. Nuevamente, parece que asumen que ya estoy conectado con la relación y si bien, entiendo que hay afecto entre ambos, me lo han dicho varias veces, no lo siento y eso es vital en este tipo de películas. No basta que me digas que se aman, que se extrañan, que desean estar juntos, necesito verlo.

Nuevamente, no tienen conversaciones especialmente memorables y no me refiero a que hablen de temas alucinantes, sino a las interacciones. En una película la relación entre dos personajes se plasma a través de sus interacciones. Pueden estar hablando de cualquier tontería y aún así, conseguir que nos enamoremos de dicha relación, de dicho deseo de entablar una relación, o incluso pueden no estar diciendo nada como dicha escena en esa maravillosa película que es "Antes del amanecer", donde ambos escuchan en una cabina un disco y, en un plano fijo de ambos, vemos como ambos se miran discretamente y como evaden la mirada del otro, cuando sus miradas se cruzan. Es un momento que demuestra bien el deseo, la vergüenza y la inocencia del amor juvenil. Faltan momentos así en "Vidas pasadas". En toda esta parte, básicamente, nos muestran conversaciones que no llevan a nada, que no son importantes y que tampoco nos regalan momentos como el que he mencionado.

A través de un montaje no tan largo, vemos como, progresivamente, a Nora se le ve más incómoda con la situación de no poder encontrarse con Hae Sung cara a cara, y finalmente decide que es mejor dejar de hablarse por un tiempo. Cuando se separan, se supone que debería sufrir por ellos, pero nada de lo que he visto me ha conducido a dicho estado de ánimo. No he visto cómo ha afectado a sus vidas el hecho de encontrarse de nuevo y no poder, aún así, estar juntos. Faltan escenas que construyen está relación. Tampoco se aprovecha el tema de la diferencia de horario y cómo afecta a sus vidas. Me hizo pensar en una secuencia similar en la película Your Name, dónde vemos la dificultad de relaciones como ésta, solo que en dicha película puedes sentir la distancia y la dificultad de hablar con alguien que no está con el mismo horario que tú.

Falta mostrar sus vidas, también. Se habla mucho a lo largo de la película de las ambiciones de Nora en su trabajo, pero nunca lo vemos y es esto un punto que ella utiliza como justificación para respaldar su decisión de dejarse de hablar, aludiendo a que debido a que se acuesta tarde por hablar con él está descuidando el trabajo. Todo esto sería fantástico para generar el drama, pero, nuevamente, nunca lo vemos. Y sobre este aspecto, se echa en falta otro tipo de recursos, aparte del diálogo, para revelar distintas facetas de la vida de los personajes. En vez de decir que Nora es dramaturga, podían mostrarnos trabajando en algo. Incluso podían mostrar a través de sus historias sus sentimientos al respecto de Hae Sung, como lo hacía “Drive My car” o “Her” con sus respectivos protagonistas, dónde su trabajo no es solo algo que se menciona de pasada, sino que sirve para ahondar en los personajes y sus sentimientos. Lo mismo sucede con Hae Sung y con el personaje del esposo de Nora, Arthur, nunca llegamos a conocer nada más de este trío de personajes, aparte de su relación. No parecen tener más vida fuera de esto y en un momento, ya a la hora de película, pues se vuelve monótono viéndolos dar vueltas sobre el mismo asunto. Creo que lo más cercano a algún momento de descanso de la trama principal son las reuniones para beber de Hae Sung.

Es fácil captar que se busca un tono mucho más aterrizado y sutil a diferencia de otras películas. Claramente no es una película donde digan frases cursis ni estén gritando o llorando todo el tiempo, y doy gracias por eso, pero es que, en ese intento por ser sutil, termina siendo todo muy pasivo. Nadie dice nada, nadie hace nada, entonces ¿Para qué estoy viendo ésta historia? Dan vueltas sobre ciertos cuestionamientos sin realmente llegar a un punto y en parte se debe a que los personajes no parecieran realmente buscar nada. Ni Hae Sung ni Nora parecen tan determinados a lograr sacar adelante su relación, ni el esposo, Arthur, parece querer algo, solo se mantiene al margen.

Aún en Lost in Translation, los personajes, aunque no cambian sus vidas, sí que hacen cosas, sí que se escapan en secreto y comparten momentos de intimidad donde expresan sus frustraciones y deseos. Hasta en películas de Wong Kar Wai, dónde el punto es que sus personajes no toman decisiones decisivas nunca, logra que no se vuelva tan monótono, pues varían de escenarios y, ante todo, buscan conectar con otras personas, aun si no se esfuerzan tanto.

El ritmo tampoco ayuda mucho, va en concordancia con lo que busca la directora, pero acrecienta ésta sensación pausada, tranquila en exceso, casi volviéndose inerte. Alguna pequeña variación en el ritmo habría ayudado bastante. Normalmente funciona como una herramienta para potenciar las emociones, dilatando ciertos momentos o al revés, acelerándolos. Esto en especial habría servido en las escenas de las caminatas de Nora y Hae Sung, pero como el ritmo es igual de calmado toda la película, pues no se siente como algo diferente o determinante. Todo se siente igual.

Nuevamente, entiendo lo que se está buscando, pero hay una diferencia entre sutilidad y quietud. Aftersun es sutil y tampoco hacen mucho los personajes, pero las emociones son poderosas y están bien construidas. En dicha película se construye adecuadamente la relación entre el padre y la hija y tocan temas sin nunca realmente hablar de ellos, sino mostrándolos. No asumen que ya te importan los protagonistas. Hacen que te importen. Te hacen vivir con ellos, conocerlos y sufrir la distancia que poco a poco se produce entre ambos. El ritmo igualmente si que varía, dilatando ciertos momentos para acrecentar la sensación de desconexión entre los personajes; además, se utilizan más recursos, haciendo la película mucho más dinámica.

Igualmente en la película 5 centímetros por segundo, de Makoto Shinkai, sus personajes, aunque realistas y bastante silenciosos, actúan. Nadie llora, grita o rompe cosas, pero sientes el peso del tiempo y la frustración de su protagonista al no poder superar la distancia para poder encontrarse con aquella persona a la que ama. Pequeñas acciones como él yendo a verla, teniendo que tomar varios trenes y viajar una larga distancia y cómo, a pesar de que el tren se demora y la hora se pasa, él sigue persistiendo, sin tener que decir nada, solo actuando. Siento que en Vidas Pasadas se busca lograr este tipo de emociones sin tener que subrayarlas, pero, personalmente, siento que no las construyen apropiadamente. Más que sutil, se siente que dejan mucho al espectador para que complete con sus experiencias o imaginación.

En cualquier caso se puede argumentar, supongo, que la película busca esto, que sus personajes no hagan nada y que a partir de esto reflexionemos acerca de cómo la mayor parte del tiempo dejamos pasar ciertas oportunidades por miedo o falta de esfuerzo, o cómo a veces simplemente la situación no se dió y toca aceptarlo y seguir adelante. Todo esto estaría bien, si es que hubiesen construido bien dicha relación y se podría tener una película donde los personajes no se muevan mucho ni tomen decisiones radicales y aún así expresar mucho.

Un gran ejemplo de esto es Robot Dreams, que como dije en su reseña, se trata de personajes que no actúan, que no pueden y que finalmente dejan pasar la oportunidad, pero la diferencia es que allí, la película se dió la tarea de construir esa relación y de hacernos sentir la distancia y el anhelo del reencuentro. Además hay un recurso fantástico en esta película, que es la canción, September, que utilizan como leit motiv de la relación y que es utilizada brillantemente en el final para reflejar la evolución de dicha relación.

Y sobre el In-yun....Hay varios temas que rodean la historia, como la inmigración y este concepto coreano de la reencarnación y las almas gemelas, algo similar al hilo rojo. Me gustó particularmente el paralelismo entre la inmigración y las vidas pasadas, haciendo alusión a como para Nora su vida en Corea es como otra vida, al estar ahora acondicionada por la cultura Norteamericana. Este concepto puede estar muy bonito, pero realmente no lo sentí enhebrado con la historia principal, con el progreso de los acontecimientos.

Es un concepto que se utiliza para darle más capas de profundidad a la relación de Nora y Hae Sung, pero de nada sirve si es que la relación en si no me la estoy creyendo.

Si es para revelar algo de la visión coreana de las relaciones, pues es anecdótico. Nuevamente se dice, pero cómo lo muestras es lo que cuenta Cómo nos haces compartir la visión de ellos. Eso es algo que no creo que logra la película.

También está el tema de la inmigración, yo no he pasado por una experiencia así, por lo que no comprendo del todo como debe ser y siento que la película desaprovecha una oportunidad para mostrarnoslo. Para ponernos en la piel de Nora y hacernos sentir como poco a poco se va distanciando de Corea, podrían haber regulado más la cantidad de escenas habladas en coreano, para que fuese más impactante cuando lo hacen. También sería genial ver algún tipo de costumbre coreana que ella no realiza mientras que Hae Sung sí, para mostrar cuánto ha cambiado.

En resumen, Vidas pasadas me parece una buena película, en tanto que está cuidada en todos sus apartados y se entiende a dónde quiere llegar, pero no logra conmoverme y no agrega nada nuevo a este tipo de historias, en mi opinión

¿Quiero ver más películas de esta directora? Claro que sí, la película está muy bien cuidada, lo que revela a alguien trabajadora y con pasión por lo que hace y, encima, hay momentos a lo largo de la película que muestran su potencial, además de la escena de las escaleras, me gustó mucho el final, está bien planificado y realizado, lo único malo es que no logró que me implicase con la trama como para sentir dicho final.

Y repito, no odio la película, pero no comparto la opinión general de que es la mejor película del año.

En un año donde pude ver películas como Oppenheimer, Killers of the flower moon, La sociedad de la nieve, Robot Dreams, El niño y la garza, Perfect Days, The Holdovers o Anatomía de una caída, me es muy difícil incluir esta película. Hasta "La zona de interés" me pareció más excepcional o como mínimo, novedosa.

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