Sorceres (El Salario del Miedo): La Joya Olvidada de William Friedkin

Por Pato Lancaster 15 de Abril de 2024

En la historia del cine existió una etapa comprendida entre 1967 y 1977 llamada Nuevo Hollywood, caracterizada por una gran cantidad de producciones únicas, sobresalientes, enigmáticas y atemporales. El final de esta era estuvo marcado por dos grandes películas, una de ellas un gran éxito conocida por todos, me refiero a "Star Wars"; la otra, un fracaso del que pocos hablan, es de esta película de la que trata este artículo.

"Sorceres", o como la conocemos en Hispanoamérica, "El salario del miedo", es un thriller de acción de 1977 dirigido por William Friedkin y basado en la novela “El salario del miedo”, de Georges Arnaud, que en 1953 ya había sido adaptada a la gran pantalla por el director Henri Georges Clouzot.

En esta película se nos cuenta la historia de cuatro hombres que, por distintas circunstancias, han huido a un lugar de Latinoamérica representado por Friedkin como el mismísimo infierno, una cloaca en la que no existe la ley y la vida no vale nada. Cuando parece que todo está perdido, como si se tratase de una cruel broma del destino, se les presenta una peligrosa oportunidad para dejar atrás el sitio y retomar el control de sus vidas. Deberán conducir a través de la selva dos camiones repletos de cartuchos de dinamita en mal estado, que podrían detonar con un mínimo golpe o vibración.

Con esta película, Friedkin, que venía de dos grandes éxitos consecutivos, "Contacto en Francia" y "El Exorcista", tendría su primer gran fracaso. Pero no me malinterpreten, la película es una genialidad, "El salario del miedo" es brutal, intransigente y muy cruda, además cuenta con unos efectos prácticos pocas veces vistos. Las circunstancias de su fracaso en taquilla son ajenas a la calidad del film, pero antes de llegar a ese punto quiero hablarles de la trama.

El film está dividido en tres partes perfectamente diferenciadas:

1. La presentación de los personajes: Tenemos a Jacky Scanlon (Roy Scheider), un gángster de Nueva Jersey que huye después de que en un robo que sale mal y resulta muerto el hermano de un capo mafioso. Luego está Nilo (Francisco Rabal), un sicario perseguido luego de asesinar a un hombre en Veracruz. Qasim (Amidou), es un militante palestino quien escapa después de un atentado en Jerusalén. Por último, Víctor Manzon (Bruno Cremer), un francés que deja atrás su lujosa vida y a su esposa antes de ser condenado a prisión por fraude fiscal.

2. El infierno: Los cuatro fugitivos se encuentran en un pueblo olvidado de Venezuela, un sitio en el que la ley es corrupta, el gobierno es dictatorial, hay una peligrosa guerrilla, la pobreza es extrema y el único motivo de su existencia es la explotación de un pozo petrolero por parte de una empresa norteamericana que emplea a los habitantes sin ninguna medida de seguridad. A los cuatro protagonistas se les ha provisto de una nueva identidad, pero esto es meramente una formalidad; la policía y los lugareños tienen bien claro que los extranjeros que llegan a ese sitio son criminales prófugos.

3. La misión: El pozo petrolero se incendia y la única forma de apagarlo es mediante una explosión, pero cuando la compañía se dirige al depósito de explosivos situado a kilómetros en medio de la jungla, descubren que la dinamita ha sido mal almacenada, lo que provocó que los cartuchos liberaran nitroglicerina líquida, transformando la carga explosiva en un material inestable que podría detonar fácilmente. La compañía busca a cuatro hombres que puedan conducir camiones pesados para trasladar la carga desde el depósito hacia el pozo. Se presentan numerosos postulantes, quedando al final elegidos los cuatro extranjeros. El salario ofrecido son $10,000 dólares y un pasaporte legal para cada uno, con el cual podrían abandonar el país y retomar sus vidas. Se alistan dos camiones, uno llamado "Sorceres" y el otro "Lazarus", con los que da lugar la peligrosa misión.

A lo largo del trayecto se irán presentando múltiples obstáculos, desde un puente colgante en mal estado hasta un enorme árbol caído en medio del camino y un grupo de guerrilleros. Algunos llegan a su destino, mientras que otros pagan con su vida.

Estoy seguro de que lo que te acabo de contar mínimamente suena atractivo, entonces ¿Qué fue lo que sucedió para que esta producción fuese un fracaso rotundo en las taquillas? Les cuento, como les dije antes, "Contacto en Francia" y "El Exorcista" convirtieron a Friedkin en uno de los directores más valorados. Tenía múltiples propuestas, pero pensó en filmar una película rápida y de un presupuesto más modesto para no perder continuidad y luego embarcarse en un ambicioso proyecto que tenía en mente acerca del Triángulo de las Bermudas, que lamentablemente nunca veríamos, principalmente porque Steven Spielberg hizo "Encuentros cercanos del tercer tipo", que curiosamente se parecía mucho a su guión. Fue entonces cuando Friedkin se decidió por "El salario del miedo", ya que era admirador tanto del libro como de la película de Clouseau.

Paramount Pictures, Universal Pictures y Film Properties International no dudaron en coproducir el proyecto, que en principio contaba con un presupuesto estimado de 2.5 millones de dólares. El director encargó el guión a Walon Green, y tengo que decir que, particularmente, a mí me fascinó el resultado, pero son varios los cambios respecto a la novela original. Friedkin decidió dejar de lado una modesta adaptación de una fórmula simple para ahora contar una historia fuerte, desgarradora y crítica contra el capitalismo, la política, la religión y la condición humana, todo esto de forma muy poco optimista, plagada de simbolismos muy bien encajados pero sutiles. Continuando con la producción, en principio se pensó en Steve McQueen, pero el actor se acababa de casar y declinó la oferta, al igual que Clint Eastwood, Gene Hackman y Robert Mitchum. Finalmente, el papel principal fue para Roy Scheider, que ya había trabajado con Friedkin en "Contacto en Francia" y venía de protagonizar "Tiburón".

El equipo rodó la primera parte en la que se presentaban los personajes en distintos países y para la segunda parte el equipo se instaló en la República Dominicana, donde construyeron todos los sets necesarios incluidas muchas de las carreteras por donde circulaban los camiones, con esto el presupuesto se disparó a 12 millones de dólares. En República Dominicana, el clima no ayudó mucho y a lo largo de la producción muchas personas enfermaron de malaria y disentería.

A la hora de rodar las míticas escenas donde los vehículos cruzan el puente, el río se secó y todo el equipo se trasladó a México, donde tardaron 3 meses para rodar 12 minutos y el costo fue de 3 millones de dólares. Luego de 10 meses y 22 millones de presupuesto total pudieron terminar la película a la que Friedkin se encaprichó en llamar "Sorceres", lo que fue un gran error porque muchos de los espectadores que vieron "El exorcista" pensaban que una película llamada "Hechicero" trataba de alguna fuerza sobrenatural.

Durante la edición se le agregó la música del grupo electrónico alemán Tangerine Dream, que había compuesto la partitura leyendo el guion. El tráiler de "Sorceres" se estrenó en 1977 durante la premiere de "Star Wars" en el Teatro Chino, y la película vio la luz tan solo un mes después. Cuando se estrenó, todas las salas seguían abarrotadas de gente que volvía una y otra vez a ver la película de George Lucas. Estaba claro que entre ver a cuatro tipos sudados conduciendo camiones por Latinoamérica o una aventura espacial épica de la que todo el mundo hablaba maravillas, la película de Friedkin estaba condenada. El desastre financiero era un hecho, la película terminó recaudando solo 14 millones de los 22 invertidos.

Ahora, más allá de los problemas de la producción, algunos desaciertos y haberse estrenado justo en medio de la locura de "Star Wars", "Sorceres" es un film fundamental que merece ser visto y disfrutado. Personas como Stephen King y Quentin Tarantino lo ubican entre las mejores películas jamás realizadas.

"Contacto en Francia", "El Exorcista" y "Sorceres" son para mí la trilogía de lo mejor de Friedkin sin ninguna duda. Si no la viste, no desperdicies la oportunidad y disfruta de esta gran obra que forma parte de la historia del cine.

Patricio Lancaster.