"Golda": la guerra de Yom Kippur

El mundo es cualquier cosa menos un lugar pacífico en la actualidad. El humo llena el aire y los cañonazos retumban. El conflicto israelí-palestino siempre trascendió las fronteras de Israel y Palestina; representa el enfrentamiento entre el mundo árabe y el occidental, una disputa entre las dos facciones principales. Hasta la guerra entre Rusia y Ucrania, aunque cabe mencionar que Ucrania cuenta con el respaldo de la OTAN, no tiene el mismo peso simbólico en el lado ruso y es un conflicto localizado en el escenario mundial.

El conflicto entre Israel y Palestina prepara el escenario para implicaciones más amplias. Con el tiempo, se ven envueltos más partícipes. Bolivia anunció que va a romper las relaciones diplomáticas con Israel, mientras que Chile y Colombia retiraron a sus embajadores de Israel. En el frente árabe, el líder supremo de Irán, Ali Khamenei, exigió el cese inmediato de los ataques israelíes en la franja de Gaza. El futuro sigue siendo incierto y no hay una visibilidad clara.

La película que se estrenó en 2023, "Golda", se enfoca en el conflicto entre Israel y Palestina y retrata la "guerra de Yom Kippur" (la cuarta guerra entre el mundo árabe e Israel) que se llevó a cabo desde el 6 al 26 de octubre de 1973 y duró 21 días. La película se centra en Golda Meir, la primera ministra de Israel durante ese periodo. Mientras que el conflicto se desarrolla principalmente en la franja de Gaza, es fundamental que examinemos la cuarta guerra entre el mundo árabe e Israel, ya que moldeó la situación actual israelí.

Golda Meir, fue la cuarta primera ministra de Israel que llegó a convertirse en la única mujer en servir como ministra durante la guerra de Yom Kippur. Nacida en Kiev, Ucrania, Golda era de ascendencia judía ucraniana. Durante su infancia, fue testigo de la persecución y la masacre de los judíos por parte de los ucranianos y los rusos. En cierta ocasión, sus padres hicieron que toda la familia se refugiara en un cuarto oscuro y sellaron todas las ventanas y las puertas para evitar la persecución. Hubo momentos en los que la joven Golda se desmayó del hambre debido a la escasez de alimentos.

Cuando Meir tenía 8 años, agobiados por las dificultades, sus padres escatimaron y ahorraron hasta que pudieron emigrar a los Estados Unidos. Golda pasó toda su juventud en ese país. A pesar de los escasos recursos, su padre encontró trabajo como carpintero. Al mismo tiempo, su madre tenía un pequeño supermercado, lo que le permitió a la familia llegar a fin de mes. El intelecto y la diligencia judía de Golda se destacaron; rápidamente se distinguió en las reuniones y actividades públicas, demostrando sus habilidades de organización y expresión de ideas.

Influenciada por el movimiento sionista, en 1921, a los 23, Golda emigró con su esposo a la región palestina y se convirtió en una pionera de la tierra judía. En 1948, Golda firmó la declaración de independencia de Israel y se convirtió en una de las madres fundadoras de la nación. Desde 1948 a 1956, fue ministra de Trabajo y después, ministra de Relaciones Exteriores hasta 1966. Su determinación y tenacidad inquebrantables se ganaron la admiración de David Ben-Gurión, el padre fundador de Israel y el primer primer ministro, que describió a Meir como el único "hombre" en su gabinete. Desde 1966 a 1969, fue secretaria general del Partido Laborista. A los 70 años, Golda Meir se convirtió en la primera ministra de Israel en 1969.

Las películas como "La dama de hierro", "Las horas más oscuras" y hasta "Die Wannseekonferenz" se adentran en las decisiones históricas que tomaron los gigantes políticos en los momentos críticos. "Golda", que no tiene escenas de la guerra, se sumerge en el trabajo interno de las figuras políticas y explora sus luchas y conflictos internos durante el proceso de la toma de decisiones. Desmitifica a estas figuras y revela sus matices psicológicos, lo cual enriquece a los personajes y mejora su atractivo.

La guerra de Yom Kippur, también conocida como la cuarta guerra árabe-israelí, tuvo un impacto fundamental en la situación de Israel y sentó las bases del panorama actual del país. Las guerras posteriores fracasaron en alterar a Israel de forma radical. De todas formas, la guerra de Yom Kippur afectó a Golda de una forma significativa y provocó su renuncia. Recibió críticas por no prever el ataque árabe repentino, que causó pérdidas iniciales importantes para Israel y que casi llevó a la nación al borde de la destrucción.

Se llamó la "guerra de Yom Kippur" porque se desató el 6 de octubre y coincidió con el Yom Kippur judío, el día más solemne y sagrado de su calendario. En Yom Kippur, los judíos devotos se abstienen de comer, tomar, trabajar, congregarse en las sinagogas para rezar y se enfocan en buscar el perdón de los pecados que cometieron o que posiblemente cometieron durante el año transcurrido. Toda la nación de Israel se paraliza en Yom Kippur y se ve envuelta en la solemnidad.

Para el pueblo judío, iniciar una guerra contra Israel en ese día se considera un insulto religioso. Sin embargo, la coalición árabe que estaba preparada, eligió ese día intencionalmente para llevar a cabo un ataque sorpresa contra Israel, sabiendo que las fuerzas de defensa israelíes serían mínimas. Ni siquiera Golda, como todos los demás, se esperaba que hubiera un ataque árabe un día como ese.

El 6 de octubre de 1973, las naciones árabes atacaron a Israel en simultáneo desde dos frentes: las fuerzas egipcias dirigieron el ataque hacia la península del Sinaí, mientras que las tropas sirias tuvieron como objetivo los Altos del Golán. Como Israel estaba celebrando un día festivo nacional, muchos de los soldados estaban ausentes y tomaron por sorpresa a las fuerzas israelíes al comienzo de la guerra.

En la península del Sinaí, más de 200 aviones de combate egipcios llegaron rápidamente al canal de Suez y destruyeron más del 90 % de las posiciones israelíes en 20 minutos, paralizando los sistemas de comunicación de Israel. Después, decenas de miles de soldados egipcios cruzaron el canal de Suez. En los Altos del Golán, con la cobertura de más de 600 piezas de artillería, subieron más de 1000 tanques sirios hacia las posiciones israelíes en las zonas montañosas.

En la primera semana de la guerra, las fuerzas de la coalición árabe consiguieron importantes victorias y las tropas israelíes estaban en peligro. Respaldados por la Unión Soviética, las naciones árabes recibieron ayuda, en particular el 2K12 "Kub", que provocó graves pérdidas para la Fuerza Aérea Israelí. Además, la Unión Soviética le brindó 16.000 toneladas de provisiones a los estados árabes.

La reticencia europea de apoyar abiertamente a Israel, además del temor de los posibles embargos petroleros de las naciones árabes, influyeron en su postura, en especial con la presencia formidable de la OPEP. Después del estallido de la guerra de Yom Kippur, las naciones europeas se abstuvieron de aliarse públicamente con los Estados Unidos, Europa Occidental o Japón, ya que temían las repercusiones de la OPEC. Esto dio lugar a la declaración de un embargo petrolero contra estas naciones, lo cual contribuyó de forma directa con la "crisis petrolera" de la década del setenta.

Por lo tanto, como primera ministra de Israel, Golda Meir sufrió una presión enorme durante la guerra de Yom Kippur, cuyo peso era casi asfixiante. De todas formas, se mantuvo firme y al principio se rehusó a rendirse, negociar o apoyar las conversaciones de paz. En lugar de eso, respaldó el planteamiento de Ariel Sharon de contraatacar, creyendo firmemente en la capacidad de Israel de revertir la situación.

Finalmente, consiguieron la victoria por medio de la tecnología. Israel usó satélites estadounidenses para identificar un hueco entre el segundo y tercer ejército egipcio. Las fuerzas israelíes se metieron rápidamente en el hueco y rodearon al tercer ejército egipcio que estaba en el desierto de la península del Sinaí. Atrapados y con un corte de suministro de agua, las decenas de miles de soldados se enfrentaron con una deshidratación inminente.

Todos los ojos estaban puestos en Golda y la presionaron para que le brindara ayuda humanitaria al ejército egipcio que estaba sitiado. Sin embargo, se negó firmemente y exigió que Egipto reconociera el estado de Israel y entablara negociaciones de paz públicamente o se enfrentara a la idea de que todos los soldados del tercer ejército egipcio murieran de deshidratación.

"Golda" pone de relieve la decisión y determinación de Golda, así como también las contribuciones que hizo durante la guerra de Yom Kippur. Algunos dicen que "Golda" apunta a redimirla, ya que recibió críticas por no haberse preparado adecuadamente contra el ataque árabe repentino, lo cual le causó pérdidas y daños innecesarios a las fuerzas y defensas israelíes. Las reacciones negativas hicieron que Golda renunciara antes de completar su mandato.

El descuido de Golda se debió, en parte, a una confianza excesiva en la defensa de Israel. Después de que Israel capturó la península del Sinaí durante el sexto día de la guerra, construyeron la Línea Bar Lev a lo largo del canal de Suez. Israel no escatimó esfuerzos ni gastos e invirtió cientos de millones de dólares para crear un sistema de defensa que se extendió por aproximadamente 175 kilómetros a lo largo del canal, con una profundidad de casi 10 kilómetros. El centro de esta línea defensiva fue la Línea Bar Lev, una presa de arena que estaba a lo largo del canal de Suez.

De todas formas, los egipcios, que estaban más familiarizados con el desierto, idearon una solución simple pero efectiva para romper la Línea Bar Lev que parecía invulnerable. Un joven oficial egipcio, que era ingeniero, propuso usar chorros de agua a presión de los camiones de bomberos para debilitar la presa de arena y así crear brechas para las fuerzas posteriores. En la práctica, esta táctica fue exitosa. Durante la guerra de Yom Kippur, los egipcios crearon más de 60 brechas en la Línea Bar Lev en cinco horas, lo cual destruyó la ilusión de Israel de que tenían una defensa impenetrable.

Lamentablemente, este aspecto de la guerra atractivo en términos visuales no aparece en la película "Golda".

La representación que hizo Helen Mirren de Golda fue magistral, aunque uno podría detectar algunas discrepancias con las imágenes reales de Golda. En concreto, Mirren no logró plasmar por completo la presencia dominante de Golda y a su mirada le falta la determinación intensa que la caracterizaba. Además, el retrato de Mirren se apoya demasiado en la dulzura y omite la determinación inflexible de Golda.

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