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"Kingsman: El servicio secreto": Cómo matar con elegancia

"Kingsman: El servicio secreto" les devolvió a los espectadores una experiencia cinematográfica que se perdió hace mucho tiempo, pero es fundamental: puro entretenimiento. Esta experiencia está basada en diversos elementos, desde la narración hasta el desarrollo de los personajes, además de escenas de acción innovadoras de "artes marciales técnicas". Además, todo está envuelto con el estilo elegante de los caballeros, que traza el marco más básico de la película. Como adaptación de un cómic, el estilo de la película estaba destinado a ser exagerado; con un villano medio loco, la historia de la película tenía que ser débil; y con la imagen de caballero de Colin Firth, los elementos visuales de la película tenían que ser muy buenos. Un típico director británico como Matthew Vaughn tuvo que mantener el ritmo y la trama de la película. Si te preguntan cómo matar a alguien de una forma elegante, deciles que la respuesta está en Kingsman: El servicio secreto.

La época de las películas elegantes de espías

En realidad, los verdaderos espías no son tan elegantes o caballeros como James Bond, que, en GoldenEye, conduce un tanque por las calles sin ensuciarse el traje, o quien, en 007, el mundo no basta se sumerge bajo el agua mientras se acomoda la corbata. Los espías de la vida real viven en constante peligro, al límite, e intentan no llamar la atención ni siquiera entre las multitudes para mantenerse ocultos. A veces, hasta sus familias sufren su desgracia, ya que, si los atrapan, eso implicaría una muerte segura.

La serie de películas del agente "007" estableció un estándar para las películas de espías con su estilo elegante constante y su atmósfera tranquila, cuyo modelo fue replicado por muchas películas. Casi siempre, las películas de espías de esa época eran protagonizadas por agentes atractivos y elegantes. Por lo tanto, si uno quería ver espías en la pantalla grande, bastaba con ver las películas del agente "007" o, si uno quería ver espías reales, la opción perfecta sería Munich de Steven Spielberg, donde la mayoría de los espías estaban lejos de ser glamurosos.

De todas formas, los tiempos han cambiado. Las películas de espías al estilo del 007 se convirtieron en algo del pasado. Hoy en día, en el ámbito de los géneros similares, prevalece el estilo de las películas de espías de Identidad desconocida y Búsqueda implacable, con más personajes complejos, historias sencillas y un ritmo, edición, y diseños de acción que ponen de relieve "una muerte a cada paso". A diferencia de James Bond, Bourne y Bryan Mills se deshacen de sus enemigos sin complicaciones, haciendo que cada movimiento sea letal y satisfactorio. Como las películas del "007" comenzaron a inclinarse hacia una dirección fría, artística y propia del thriller, Kingsman: El servicio secreto, que está basada en un cómic, llevó a los espectadores de regreso a la época elegante de las películas de espías.

El traje retro de tres piezas

A veces, la popularidad de las películas de género puede ser cíclica, al igual que las tendencias de la moda en nuestras vidas cotidianas. Lo que es moderno hoy podría perder su atractivo después de unos años, pero después podría volver y a esto se lo denomina "retro". Las películas no son una excepción. Por ejemplo, las películas estadounidenses de acción que dominaron durante más de una década se reemplazaron por las películas de superhéroes, que podrían perder fuerza en unos años. Del mismo modo, los wésterns populares de la década del cincuenta y setenta se desvanecieron, pero resurgieron con películas como Temple de acero y Django sin cadenas.

Kingsman: El servicio secreto representa el modelo de película de espías retro y exagera este estilo de forma intencional. Cada personaje de la película tiene un estilo impecable de un clásico caballero. El traje de tres piezas, compuesto por un traje, un chaleco, sombrero y un paraguas, es la personificación del estilo. Este traje tiene varios accesorios normales como lapiceras, pines, relojes y zapatos con cuchilla incluida. Criticaron las películas del agente 007 porque combinaron el estilo de un caballero con los accesorios de un espía y esto se veía desconectado de la realidad. Kingsman: El servicio secreto, por el otro lado, busca este estilo a propósito y esto se puede interpretar como un homenaje a las películas de espías de la vieja escuela o como la búsqueda de una "tendencia retro" del estilo de las películas de espías.

Lo técnico y el gun kata

Lo más importante es que Kingsman: El servicio secreto adopta el formato del agente "007" y busca un estilo directo y llamativo a la hora de manejar las escenas de acción, algo que está alineado con la tendencia actual de las películas de acción enfocadas en el "nocaut técnico".

Guiadas por Identidad desconocida y Búsqueda implacable, en las películas de acción populares de hoy en día, el diseño de la acción es sencillo y directo con un montaje intenso y una acción coreografiada. En vez de mostrar un estilo de pelea de fuerza bruta típico de Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone, estas películas destacan el "nocaut técnico" para llamar más la atención. Esta tendencia refleja el cansancio provocado por la estética de las viejas películas de acción que se caracterizaban por estar llenas de explosiones y que requerían un nuevo enfoque.

Kingsman: El servicio secreto adopta el enfoque del "nocaut técnico" con su estilo de acción directo y llamativo. La película incorpora el estilo de acción del "gun kata", un método de pelea de la película Equilibrium, que combina armas de fuego con combate cuerpo a cuerpo, poses y movimientos y en donde los personajes dan vueltas en el aire, esquivan balas de cerca y usan pistolas y balas en vez de armas blancas. La acción es enérgica y parece bastante caricaturesca. Kingsman: El servicio secreto usa este estilo de acción del "gun kata" y lo combina con el enfoque del "nocaut técnico", lo cual hace que sea muy entretenida.

Además, estos elementos se alinean a la perfección con el estilo de la película, que está lejos de ser "realista". En definitiva, Kingsman: El servicio secreto busca seguir intencionalmente un modelo de película de espías retro, acompañado de un estilo de acción altamente glamuroso, creando como resultado un producto que combina lo "retro con lo moderno".

Matthew Vaughn

El director de esta película, Matthew Vaughn, es el típico director británico. A diferencia de los directores tradicionales de Hollywood, los directores británicos se destacan por la trama y el ritmo de sus películas que crean tensión en la narración. De todas formas, deberían ser más hábiles en crear un desarrollo de los personajes independiente. Por ejemplo, Harry Potter y el cáliz de fuego de Mike Newell tiene una trama potente que hace que sea una de las mejores de "Harry Potter", pero el desarrollo de los personajes es débil. Esta misma característica se hizo evidente en su último trabajo, El príncipe de Persia - Las arenas del tiempo. También hay directores como Danny Boyle (Slumdog millionaire - ¿Quién quiere ser millonario?), Ridley Scott (Alien - El octavo pasajero), Guy Ritchie (Juegos, trampas y dos armas humeantes) y Duncan Jones (8 minutos antes de morir), cuyas películas brillan por la trama, la narración y el ritmo. Ellos usan a sus personajes para mejorar la trama, en vez de usarlos para que moldeen la historia, como lo suelen hacer los directores de Hollywood.

Matthew Vaughn es parecido, pero lo que lo diferencia es la capacidad que tiene de presentar a sus personajes por medio de la trama y la narración. Usa todos los recursos de la película al servicio de sus personajes. Por ejemplo, en Kick-Ass - Un superhéroe sin superpoderes, a pesar de que el personaje de Hit-Girl es plano más allá de su personalidad presumida, se vuelve excepcional en la trama de la película. El contraste entre un hombre común y una asesina menor de edad con habilidades de acción mortal hace que este personaje resalte.

Kingsman: El servicio secreto sigue un patrón parecido. Los personajes, interpretados por Colin Firth y Taron Egerton son relativamente planos. Aun así, la película usa mucho la historia y el formato al servicio de los personajes y hace que Colin Firth sea extremadamente caballero, seguido de Taron Egerton que es una réplica suya. De todas formas, la transformación de este personaje no se preparó de una forma adecuada, al igual que en X-Men: Primera generación de Matthew Vaughn donde el Profesor X y Magneto carecen de profundidad en la historia, pero tienen cualidades cohesivas y estimulantes.

El ritmo de esta película es fantástico y mantiene a los espectadores pegados a la pantalla grande. A su vez, el objetivo de la película no es ser demasiado "profunda" ni "significativa" porque la trama es sencilla. Por lo tanto, la película no se adentra en conceptos filosóficos que pueden llegar a ser tediosos, ni se vuelve un entretenimiento pochoclero superficial. En este aspecto, la película logró un doble objetivo y les permitió a los espectadores enfocarse en el ritmo de la historia y el estilo de los personajes mientras pasan por alto la trama.

Humor de caballeros

Como una película donde el formato suele tener más peso que el contenido, Kingsman: El servicio secreto debía tener un fuerte sentido del estilo y vemos que el estilo elegante de los caballeros está arraigado en la película. La apariencia y los disfraces de los personajes son como un desfile británico de moda retro.

La famosa diseñadora de moda, Arianne Phillips, fue la encargada de confeccionar los trajes de terciopelo y lana, los zapatos Oxford, los relojes personalizados de Bremont, los zapatos Goodyear de George Cleverley, los pijamas y trajes de Turnbull & Asser, las corbatas de seda de Drake, las camperas enceradas de Mackintosh, los paraguas de Swaine Adeney Brigg, los maletines, entre otras cosas. Creó algo parecido a un local de ropa masculina que combina la vestimenta con los objetos que se usan en el día a día. Como la película flamea la bandera del estilo británico, el villano, que es un mandamás de Estados Unidos, sigue el estilo del hip-hop.

Además, las publicidades de la película son muy interesantes y están perfectamente integradas a la trama, a diferencia de las apariciones forzadas de productos en algunas películas. Por ejemplo, durante un enfrentamiento entre Colin Firth y el villano principal, aparece un anuncio de McDonald’s, el cual simboliza la tensión subyacente que hay entre los dos lados y también le aporta un toque cómico a la película.

El humor británico es muy eficaz en esta película y hay muchos diálogos cómicos que incorporan referencias culturales. Por ejemplo, la escena que hace referencia a Mi bella dama y Mujer bonita, dos películas en las que la protagonista se convierte en una dama, el personaje de Colin Firth se burla del protagonista masculino.

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