Studio Ghibli hace historia en Cannes

Cannes, 3:30 p.m., 20 de mayo, Théatre Lumière.

Periodistas, fanáticos y cineastas de todo el mundo, que hablan distintos idiomas y se comunican a través de inglés básico y gestos, momentáneamente se deshacen de sus nacionalidades para aventurarse en un reino construido por el cine. Todas estas películas vienen de “la misma tienda de hace 40 años”, ¡Studio Ghibli!

Para mí, este fue el momento más feliz del Festival de Cine de Cannes de este año. Por primera vez, la 77ª edición del Festival de Cine de Cannes decidió otorgar el honorario premio de la Palma de Oro a un estudio, en lugar de a una persona. Este honor no solo pertenece a todas las películas producidas por el estudio, sino también al Museo Ghibli en Mitaka y al nuevo Parque Ghibli, lugares donde uno puede perder su camino felizmente.

Goro Miyazaki, el hijo de Hayao Miyazaki, aceptó el premio en nombre de Ghibli. Desde su entrada, introducida por el director artístico del Festival de Cannes Thierry Frémaux, hasta la ceremonia de premios y el discurso, el lugar se llenó de ovaciones y aplausos continuos. Las audiencias occidentales incómodamente gritaron “arigato” (que significa “gracias” en japonés) y los jóvenes silbaron con entusiasmo, con aplausos tan persistentes que Frémaux tuvo que recordarles muchas veces que guarden algo para después. Sin embargo, a nadie le importó. La ovación de pie persistió. Los jóvenes franceses frente a mí se rieron y se mostraron sus manos entumecidas, pero siguieron aplaudiendo.

Antes de la ceremonia de premios, Cannes presentó un videoclip de 9 minutos de las obras de Ghibli en los últimos 40 años. Se incluyeron todas nuestras favoritas conocidas como "El Delivery de Kiki", "El cuento de la princesa Kaguya", "La princesa Mononoke", "El castillo en el cielo" y "Mi vecino Totoro", junto con las primeras obras menos conocidas o películas que no son de Miyazaki y Takahata como "Puedo escuchar el mar", "Haru en el reino de los gatos" y "El recuerdo de Marnie". El video ofrece un camino al mundo frágil, repleto de emociones arremolinadas y poblado de criaturas fantásticas. Se sintió como la seda más suave, que toca gentilmente nuestros corazones, lo que hace imposible que no nos conmovamos. Cuando se prendieron las luces, muchas personas de la audiencia aplaudieron y se limpiaron las lágrimas.

Con el estreno global y el premio óscar que ganó la nueva película de Hayao Miyazaki "El niño y la garza", el honor de Cannes consolida aún más el lugar de Ghibli en la historia cinematográfica. Pero, para Miyazaki, esto no parece importar. En un video que se reprodujo durante la ceremonia de premios con Miyazaki y el productor Toshio Suzuki, el maestro con barba parecía particularmente delgado y calmado. El video se pareció a su discurso de aceptación en los Óscar, con un montaje y formato similar:

Suzuki: “Cannes decidió darnos la honoraria Palma de Oro, la primera vez en la historia. Siempre se les dio a individuos, pero ahora es para Studio Ghibli. Diga un par de palabras, por favor”.

Miyazaki, inexpresivo: “Bueno, en realidad no lo entiendo, pero gracias”.

La audiencia se rio.

Suzuki continúo: “Se mostrarán nuestros cuatro cortos en la ceremonia. Siempre quisiste que estos cortos se muestren en el exterior y ahora está sucediendo”.

Miyazaki respondió: ¿Eh? Nunca dije eso.

Suzuki: ¡Sí lo hiciste! Seguiste insistiendo para que negocie con festivales del exterior”.

Miyazaki, con los ojos entrecerrados y sonriendo: “Bueno, de todas formas, se negaron”.

La audiencia, que se emocionó profundamente e incluso lloró, estalló en risas. El amor por Miyazaki, Takahata y Ghibli llenó el teatro con una calidez diferente a cualquier otra presentación de otros directores. Tal vez es porque Miyazaki insiste en crear para niños, lo que hace que todos los que aman Ghibli bajen su guardia y muestren una sinceridad y alegría similar a las de los niños. Las introducciones y la cortesía no son necesarias, todos estamos en el mismo contexto. Yo intercambié sonrisas con los que estaban a mi alrededor, bromeamos sobre la desorganizada ceremonia de premios de Cannes y las traducciones poco confiables, pero nada de eso importó de verdad. Todos disfrutamos mucho el momento, nada nos molestó.

Antes de que se mostraran los cortos, Frémaux anunció misteriosamente lo siguiente: “¡Hoy recibirán un regalo, ah no, dos regalos!”. A medida que la sesión terminaba, me preguntaba qué eran los regalos. ¿Realmente habría alguno? Un francés al lado mío dijo lo siguiente: “¡Me pregunto si de verdad nos darán un regalo!”. Rápidamente respondí, “Sí y dijo dos, ¡espero que no estén bromeando!”

Por suerte, Frémaux no estaba bromeando. Mientras salíamos del teatro, el personal repartía pósteres rojos hechos especialmente para la honoraria Palma de Oro y una postal con un fílmico de "El niño y la garza". No recuerdo la última vez que una cosa tan pequeña me hiciera tan feliz de grande. Sonreí de oreja a oreja, sentí ligereza y alegría, como Mei al encontrar a Gatobús.

Hayao Miyazaki y Isao Takahata crearon Studio Ghibli para crear películas. Toshio Suzuki, quien apoyó a estos genios elegidos por los dioses del cine, dijo que Ghibli nunca tuvo planes a largo plazo, ellos crean una película a la vez. La historia los convirtió en leyendas, con personas de todo el mundo que se conmovieron con el cuerpo regordete de Totoro. Ahora, con el fallecimiento de Takahata, Suzuki en sus 70 años y Miyazaki en sus 80, Nippon TV, su socio desde hace mucho tiempo, adquirió el estudio. Cuando terminó la presentación y el aplauso final se desvaneció, Goro Miyazaki tomó el micrófono otra vez y dijo lo siguiente: “Gracias por su apoyo. Esperamos seguir trabajando duro los próximos 40 años de Ghibli”. Esto es lo que todos los fanáticos de Ghibli quieren escuchar, pero, ¿cómo será esto? Al fin y al cabo, Ghibli es casi un sinónimo de Hayao Miyazaki.

Puede que sea un Ghibli diferente, pero igualmente ansío verlo.