Godzilla: el Frankenstein del pacifico.

La película Godzilla: Minus One, dirigida y guionada por Takashi Yamazaki, y estrenada en los cines de Japón en noviembre del año 2023, significó una conmemoración de los 70 años del estreno de la primera película de Godzilla del año 1954. Esta conmemoración, representó una reivindicación del género kaiju que fue desfigurado en múltiples versiones, concentradas en la personalidad del monstruo, siendo villano, antihéroe o héroe de la humanidad, y no en el significado para los protagonistas, el pueblo japonés. Para el momento de su estreno, en 1954, habían transcurrido nueve años del fin de la segunda guerra mundial, con un Japón destruido por los bombardeos, ocupada militarmente por los Estados Unidos y ser arrasada las ciudades de Nagasaki e Hiroshima por el estallido de las primeras bombas atómicas. El trauma, el horror y la tristeza fueron los elementos fundamentales para que el gran kaiju, Godzilla, se convirtiera en el catalizador cultural de todos aquellos traumas de posguerra. Sin embargo, del simbolismo inicial, prosiguió una banalización propia del fetichismo de la criatura, siendo dejado de lado al espectador como protagonista de los sentimientos generados por Godzilla, por un espectador consumista en la simulación de estímulos de distintos géneros, como la acción, la comedia o la ciencia ficción.

Godzilla Minus One, viene a reivindicar el mensaje contenido en la mitología posbélica del séptimo arte. En ella, el gran monstruo viene a simbolizar la guerra misma en su aspecto anatómico, como una fuerza deforme, incomprendida y rencorosa con el ser humano. Sus características físicas nos traslada a un terror primitivo por su bestialidad animal, como los colmillos, garras y rugidos, pero también, su deformidad y desproporcionalidad física, que le da una lentitud poco practica para un supuesto depredador, da pie a potenciar dicho terror, por la impotencia del ser humano de como destruir aquel monstruo y el porque nos ataca.

En Minus One, se explica que Godzilla, es un monstruo marino de la mitología de la isla de Odo, que emerge cada cierta cantidad de tiempo. Realiza su primera aparición en 1945, en el final de la guerra, cuando ataca el taller mecánico de aviones de la isla de Odo, teniendo un tamaño promedio de 15 metros y una forma proporcional en la practicidad de sus movimientos. Es en 1946, cuando se realizan las pruebas nucleares en el atolón de Bikini, que el monstruo es afectado por la radiación, aumentando de tamaño y robustez, llegando a medir poco menos de 100 metros. Desde ese momento, empieza a atacar al ser humano, haciéndole responsable de su propia monstruosidad. Tras los primeros ataques a barcos norteamericanos, la atmósfera social es de absoluta ignorancia de aquellos eventos, con el fin de evitar generar pánico y descontrol, hasta que en 1947 el monstruo hace su aparición en la ciudad de Tokio, arrasando y aplastando a sus habitantes, revelando al final, como un reflejo de aquello que le dio origen a su monstruosa mutación, su aliento atómico.

¿Es acaso el final del pueblo japonés? no, porque a pesar de la censura del gobierno, y la indiferencia de las potencias vencedoras en eliminar al monstruo, los sobrevivientes a la guerra mundial se congregan en la voluntad de dar fin definitivamente a la guerra misma, venciendo sobre el rencor y el odio que ella a generado. Es así, que se convocan voluntariamente a civiles, para organizar una operación secreta que elimine a la criatura, bajo una consigna clara, “esto no se trata de una guerra suicida en la que todos somos prescindibles, sino que nos entregamos a esta nueva guerra para que nosotros y nuestras familias tengan un futuro”. Este ha sido en la película el elemento más apreciable de crítica política, ya que responsabiliza al gobierno en el indiferente trato que tuvieron hacia su propio pueblo, reafirmando, en este caso, la guerra con un fin, que no es la muerte, sino la vida.

Venciendo la esperanza sobre el rencor, el mensaje de Minus One viene a limpiar el espejo que representan los monstruos para el ser humano, y ser el mismo el único que puede ponerles fin cortando con las cadenas de la culpa y el odio.