Viva el Rey

Recordamos quién realmente somos o lo hemos olvidado…

A través de la historia de la humanidad diferentes culturas afirman que llegamos a este mundo con un propósito o misión que cumplir y que la mayoría de las veces desconocemos… pero que pasa cuando lo conocemos y nos negamos conscientemente a cumplirlo o tratamos por todos los medios de escapar de este, como lo hizo el cachorro león Simba en la famosa película animada "El Rey León" o “The Lion King” producida por Walt Disney feature animation, cinta estrenada en el año 1994, en ella podemos palpar desde el comienzo el gran significado que tiene conocer nuestro propósito de vida desde que nacemos, al igual que Simba, el protagonista de esta maravillosa película, que nació para ser Rey y continuar con el legado de su padre el rey león “Mufasa”…

Una herencia que al principio llenó al cachorro león de alegría y sueños de grandeza; sin embargo al presenciar la trágica muerte de su padre a manos de su ambicioso tío “Scar”, se siente culpable, al ser acusado por el tío, lo que lo lleva a tomar la decisión de abandonar todo su mundo, incluyendo a su familia, hasta el punto de negar su propia naturaleza y razón de ser…

El enfrentar la realidad y hacernos cargo de nuestras responsabilidades nunca es fácil; ya que en nosotros confluyen una serie de sentimientos, emociones y pasiones que muchas veces se contradicen entre sí, las cuales son magistralmente representadas en esta película animada, empecemos por el sentimiento más poderoso que existe el “amor”… como el amor tan grande que siente el rey león “Mufasa”, que es capaz de arriesgar y perder su vida, para salvar a su hijo o por el contrario, el odio tan intenso que experimenta el maquiavélico “Scar” su hermano, que llega al punto de asesinar al rey “Mufasa” y hacer todo lo posible por eliminar a su descendencia, todo por alcanzar el poder… también se describe muy bien el profundo dolor y tristeza que vive Simba al ver a su padre muerto y sentirse responsable de su muerte, al punto de olvidar quién era…

La dolorosa situación que se vive por la perdida de un ser amado, al cual no podemos retener es indescriptible y lamentablemente todos en el interminable ciclo de la vida pasamos por allí, haciéndonos sentir un dolor tan intenso, que lo que nos provoca es olvidarnos de todo con un “Hakuna Matata" como lo hizo Simba al encontrarse con esos dos simpáticos y pintorescos amigos “ Timón y Pumba” que le enseñan la filosofía de vivir el presente y aceptar el fluir de la vida, sin problemas y sin preocupaciones que nos aflijan, simplemente “vive y sé feliz” aunque en el fondo de su corazón un grito ahogado lo atormente diciéndole tu naciste para algo más… y de esta manera crece Simba aparentando ser alguien que no es; con una nueva vida que nada tiene que ver con su verdadero ser…

Hasta que un buen día su pasado vuelve repentinamente en la figura de su amiga de niñez “Nala” que al verle se sorprende de saber que está vivo y le cuenta todo lo que ha pasado en su ausencia, ya que todos lo creían muerto, lo que lo hace despertar o reaccionar y apartándose a reflexionar, entre la negación y aceptación de un pasado que no podemos cambiar; aunque sí aprender de el, como le muestra el sabio y gracioso mandril “Rafiki”, cuando golpea fuertemente con su bastón a un Simba ya adulto, y este al reclamarle porque lo hizo, el chimpance como respuesta solo vuelve a tratar de golpearlo y Simba esquiva el golpe, a lo que Rafiki responde “Oh sí el pasado puede doler, pero según lo veo puedes huir de el o aprender…”

Es así como el joven león, futuro rey, lleno de sentimientos encontrados, decide enfrentarse primero así mismo, con la evocación de su padre, que le recuerda el valor de la entrega por amor y la importancia de ser quién verdaderamente somos… y escuchando a su corazón Simba vuelve a su reino a enfrentar al asesino de su padre y a la vergüenza de ver a su madre “Sarabí” y a su familia, descubriendo que su verdadero enemigo, era él mismo con las creaciones de su mente, dejándose llevar por las mentiras de Scar… y luchando por lo que realmente le hace feliz vence a su tío que muere por su propia maldad… Logrando al final restaurar el reino de su padre, que ahora es de él… obteniendo como recompensa la liberación mental y espiritual, manifestando su verdadera naturaleza y alcanzando la plena felicidad que todos anhelamos…