Los siete samuráis | destinados al suicidio y al fracaso

Esta notable película en blanco y negro integra a la perfección el atractivo comercial con la estética artística. Akira Kurosawa no sólo incorpora los gustos estéticos de Hollywood sino que también cautiva al público con el tradicional espíritu samurái de Japón, analizando profundamente el trágico destino de los guerreros japoneses, destinados a ser un tipo de luchadores contratados condenados al fracaso.

Akira Kurosawa no sólo es un excelente director sino también un brillante guionista. Sus películas más famosas están escritas personalmente por él y se caracterizan por una narración sólida y cautivadora. Con su poderosa capacidad narrativa y su pensamiento artístico filosófico, muestra su talento cinematográfico en esta película. A pesar de su duración de tres horas, la película sigue siendo atractiva y deja al público con una sensación persistente de profundidad y significado.

La película aparentemente cuenta la historia de campesinos empobrecidos en el Japón feudal que contratan samuráis para proteger el suministro de alimentos. Sin embargo, profundiza en el estado existencial de los samuráis durante el período de los Estados Combatientes de Japón. Como clase, los samuráis, con sus habilidades marciales, su caballerosidad y su orgullo, a menudo recurren a medidas extremas, como el suicidio ritual, para preservar su honor. Esta representación genera admiración o se considera perversa. Es precisamente este trágico espíritu samurái por el que los japoneses son formidables. Japón, una nación insular con escasos recursos internos, tuvo que esforzarse por sobrevivir, y esta presión moldeó la psique nacional y, en última instancia, condujo a la Segunda Guerra Mundial.

Como el título sugiere, la película muestra a siete samuráis con personalidades distintas. Cada personaje es retratado a través de escenas o eventos únicos, como el visionario Kambei, el joven y emotivo Katsushiro y el campesino Kikuchiyo. En particular, los personajes de Kambei y Kikuchiyo están excepcionalmente bien elaborados. Kambei, humilde, sabio y generoso, relata una vida de batallas que terminaron en derrota, un reflejo del trágico destino de los samuráis que Kurosawa pretende transmitir. El reclutamiento de samuráis por parte de Kambei ilustra vívidamente su estatus existencial en ese momento, ya que asumen voluntariamente el papel de protectores de la clase campesina inferior, quizás el único propósito de su existencia. A lo largo de la historia japonesa, desde el período de los Reinos Combatientes hasta la Segunda Guerra Mundial, los samuráis desempeñaron un papel central en la guerra, impulsados por el espíritu del bushido. La personalidad y la filosofía de Kambei se representan utilizando ricas metáforas filosóficas orientales y esto le añade profundidad a la interpretación.

Kikuchiyo proporciona un alivio cómico a lo largo de la película, ya que sus travesuras alivian el ambiente. A pesar de su excentricidad y rudeza, desempeña un papel crucial en la comunicación con los campesinos y en la lucha contra los bandidos. Como campesino, comprende su difícil situación y salva la división de clases. Su dedicación para demostrar que es digno de ser un samurái es evidente en sus esfuerzos durante las batallas.

Entonces, ¿dónde se manifiesta la tragedia del samurái en la película?

En primer lugar, está en su sacrificio por la guerra, especialmente por una clase baja como los campesinos, y en la amarga comprensión de que incluso después de su victoria, los campesinos celebran. Al mismo tiempo, los samuráis lamentan la muerte de sus compañeros caídos.

En segundo lugar, el estatus único de los samuráis como guerreros a sueldo los deja sin un hogar adecuado. El fin de la guerra significa desempleo para ellos, como se muestra en la conclusión de la película, donde Kambei lamenta su trágica existencia: victoria para los campesinos y pérdida para los samuráis, sólo tres de los siete han sobrevivido.

En tercer lugar, en el amor inocente entre Katsushiro y Shino, el desdén del padre de Shino (un campesino) hacia los samuráis después de que lo ayudaron a proteger sus alimentos, revela la falta de gratitud o adoración hacia ellos. Esto deja desconcertado a Katsushiro, el joven y delicado samurái.

A través de esta película, Akira Kurosawa presenta una metáfora profunda: los samuráis están condenados a un camino de autodestrucción debido a que tienen una existencia única y diferente. Sobreviven de forma suicida, sólo para caer ante el destino del suicidio. Detrás del tema de la película de "ayudar a los demás" se encuentran temas más prominentes, como el fracaso y el suicidio, que representan el resultado de las acciones en el mundo real de los samuráis.