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Scott Pilgrim, una puerta para reconciliar con el pasado

Spoilers

Cuando Scott Pilgrim invitó a Ramona Flowers a su concierto en el que posiblemente sea el peor antro de toda Canadá, quería demostrarle dos cosas que no era: un buen músico, y un hombre con un mínimo de responsabilidad emocional.

En su afán de impresionar a la chica que se convirtió en la mujer de sus sueños a primera vista durante la noche anterior, no cayó en cuenta de que Knives Chau, su actual pareja, se encontraba en la misma pista de baile mientras él tocaba el bajo desenfrenadamente.

No podría ponerse peor, ¿o sí?

Probablemente eso pensaba Scott hasta que llegó Matthew Patel quien, con un gabán pasado de moda, y un peinado que no le favorecía en lo más mínimo, irrumpió en el lugar y retó a muerte a nuestro protagonista. Quien quedase vivo podía quedarse con Ramona. Y, para completar, serían siete ex-novios más los que debía vencer para quedarse con Flowers.

Alan Cera como Scott Pilgrim (izq.) y Satya Bhabha como Matthew Patel (der.)

Esa es la premisa principal de Scott Pilgrim vs. The World (Edgar Wright, 2010), basada en la novela gráfica homónima de Bryan Lee O'Malley. Y, aunque de entrada pueda parecer una historia llena de exageración y ridiculez (lo es), realmente se trata de un gran relato que deja un mensaje claro: si no has sido capaz de reconciliarte con tu pasado, eres incapaz de construir tu futuro.

Aunque en la película, y en la novela gráfica, queda bastante claro el destino final de los protagonistas - terminar juntos - lo importante aquí no es tanto dónde concluye la historia, sino todo el viaje para llegar a ese destino.

Y si Scott y Ramona se convierten en una de mis parejas favoritas de la cultura popular es justamente por ello. Porque su viaje es el de una pareja humana, que se siente real, con la que es fácil identificarse. Se equivocan, toman malas decisiones, pero, al final del día, son capaces de enmendar cada una de esas decisiones.

No por nada, cerca del tercer acto del filme, Ramona vuelve con Gideon, el ex-novio más “poderoso” de todos, el que se convertiría en el final boss de la odisea de Scott. Pero, al final, los dos cooperarían para vencerlo, cuando Flowers entiende todo el esfuerzo que hizo Scott por ella, y que quizá Gideon no es tan bueno como lo recordaba.

Jason Schwartzman como Gideon Graves (izq.) y Mary Elizabeth Winstead como Ramona Flowers (der.)

Pero toda esta epopeya épica de vencer exes malvados no es nada más que una metáfora sobre el pasado de Ramona, algo sobre lo que Scott debe aprender un par de cosas, como a no ser irremediablemente tóxico, lo que sucede en su cuarta batalla.

Allí, Scott se queja de todo lo que tiene que hacer por Ramona, ante lo que recibe un reproche por parte de ella. ¿Pero no es el amor siempre así? ¿No se trata de sacrificios? ¿No se trata de entregarlo todo por la otra persona, aunque a veces eso requiera un esfuerzo mayor de nuestra parte?

Aunque no es solo Scott quien aprende una o dos cosas. Ramona, por supuesto, también debe entender qué pasó con cada una de sus relaciones. Debe reconciliarse con su pasado y dar cuenta de las actitudes que no la hacían mejor persona.

Reconocer cada una de las etapas de su vida pasada es preciso porque, sin hacerlo, no podría deconstruirse para convertirse en una mejor versión de sí misma. No en vano, cada capítulo de Scott Pilgrim Takes Off (Abel Góngora, 2023) empieza con una secuencia de Ramona cambiando el color de su cabello.

Además de ser sumamente nocivo para su pelo, esto no es más que una oda al cambio que ella está viviendo, de los ciclos inconclusos que finalmente está cerrando, y al proceso de enfrentar su pasado (literalmente) para entender qué hizo mal antes, y no repetirlo para no arruinar las cosas con Scott. Con cada nueva tintura, Ramona limpia el vaho de su baño, se mira al espejo, y se vuelve a reconocer como una persona nueva, reencontrándose con la mujer que es hoy.

Su pelea con Roxie es, precisamente, su momento de pedir perdón con la que fue su única novia. Es la oportunidad de comprender su inmadurez de hace años y renacer a partir de ese nuevo entendimiento. Porque, cuando llega la persona correcta, ¿no quisiéramos hacerlo todo a la perfección?

Y así, con cada una de sus ex parejas, como si fueran sus pecados capitales, Ramona emprende un viaje por reconciliarse con quién fue, entender lo que ahora es, y proyectarse hacia lo que será.

Amar al otro, y amarse a sí mismo

Scott Pilgrim, en cualquiera de sus adaptaciones, se trata de una oda hacia el amor. Lleno de metáforas, exageraciones y más, pero al final del día se trata de una hermosa fábula que no hace otra cosa más que explicar que sin soltar el pasado es imposible avanzar al futuro.

Y en su historia y adaptaciones constituye la que, sin duda alguna, es una de mis parejas favoritas del género. No porque tengan una historia idílica, como Jack y Rose en el Titanic (James Cameron, 1998), ni un final trágico y poético como Mia y Sebastian en La La Land (Damien Chazelle, 2016). Es porque, a pesar de toda la fantasía que les rodea, son una pareja muy humana.

Es fácil entender que Scott y Ramona son inexpertos, a veces un poco irresponsables, ¿pero acaso no lo hemos sido todos en algún momento?

Scott Pilgrim vs. The World: The Game (Ubisoft, 2010)

Ramona, antes de querer pisotear su pasado, se ve forzada a hacerse cargo de él. Debe asumir que, en un momento, engañó a una pareja de gemelos solo por creerse la chica mala de la escuela, debe asumir que un día simplemente dejó sin aviso a la chica con la que salía, debe asumir que estuvo con alguien más solo por darle celos a otras personas…

…¿y eso tiene algo de malo?

¡Por supuesto que lo tiene! Las actitudes de Ramona en el pasado son tan horribles como las de Scott en el presente - y eso que no hablamos sobre la edad de Knives. La historia no se esfuerza en decir lo contrario. El problema con todas estas actitudes sería nunca reconocerlo y tratar de echar tierra sobre el asunto antes que dar la cara por lo que pasó.

Scott Pilgrim Takes Off (Abel Góngora, 2023)

Antes que tratar de romantizar actitudes nocivas y tóxicas, la zona de confort de muchas historias de romance adolescente contemporáneas, Scott Pilgrim se esfuerza por mostrar una cara más realista de las relaciones, de la que a veces es incómodo hablar. Una en la que nos equivocamos, en la que somos inexpertos, caemos, nos levantamos, y aprendemos. Al final del día, ¿Quién disfruta de equivocarse?

Pero también muestra que, cuando somos capaces de enfrentar esas cosas del pasado que dejamos sin cerrar, somos capaces de avanzar de la mano del otro.

El pasado puede ser una carga, pero somos incapaces de reconocerlo. Según la Universidad de Kansas, 1 de cada 3 jóvenes entre 17 a 24 años ha intentado volver con su ex. Puede que Scott Pilgrim tenga algunas cosas por enseñarles sobre soltar el pasado.

No necesitamos ser perfectos

Así, la historia de Scott Pilgrim se convirtió en una que me hizo entender que las relaciones no siempre van a ser de ensueño. Nos podemos equivocar, podemos fallar, pero por encima de todo, siempre estará el deseo mayor por progresar, aprender y que impere el amor.

Scott Pilgrim Takes Off (Abel Góngora, 2023)

Más allá de la cursilería barata, hay algo claro, y clave para toda relación humana: fallar está bien. Lo que no es aceptable es caer una y otra vez sobre el mismo error. Algo que, después de todo, Scott y Ramona entienden. La narrativa de que todo debe ser una historia perfecta, que nos ha vendido Hollywood por años, es una fantasía ridícula. Somos humanos y, a diferencia de las películas, no tenemos un guion escrito para nuestras vidas.

Porque perdonar al otro, a la vez que conseguir su perdón, no es sino un acto de amor con los demás y consigo mismo. Y sin los muchos 'lo siento' que Scott y Ramona dijeron a lo largo de sus aventuras, no hubieran podido terminar juntos.

Y todo eso para, al final del filme, poder dar el salto de la mano del otro. Cada uno, como una nueva persona que finalmente está en paz con su pasado para poder construir un nuevo futuro. Juntos.

Mary E. Winstead como Ramona Flowers (izq.) y Alan Cera como Scott Pilgrim (der.)
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