No todo son explosiones: Los mensajes detrás de las películas de acción.

Algunos hombres solo quieren ver el mundo arder.

Con esta frase, Alfred Pennyworth en The Dark Knight (2008) nos muestra un lado filosófico de una película de acción. Las películas de acción, si bien son más conocidas por sus efectos especiales, explosiones, peleas y automóviles que atraviesan ventanales, no se limitan solo a la adrenalina. En las tramas de este género cinematográfico, a menudo se entrelazan comentarios sociales y políticos, preguntas existenciales, dilemas éticos y conceptos históricos culturales. En este artículo se explorarán algunos ejemplos de estos mensajes.

Por ejemplo, en Mad Max: Fury Road (2015), una obra maestra del cine de acción por su impresionante cinematografía y escenas de persecución, se presentan mensajes sobre la desigualdad, la degradación del medio ambiente y la lucha por la libertad en un mundo post-apocalíptico, un tema recurrente también en otras películas como V for Vendetta (2005). Ésta además ofrece una crítica a los gobiernos totalitarios y una reflexión sobre la importancia de la justicia social y los derechos de las personas. En The Dark Knight (2008), donde el personaje del Joker representa la anarquía y el caos, se abordan temas como el terrorismo, la vigilancia y la ambigüedad moral. La clásica RoboCop (1987), una sátira oscura, critica la codicia corporativa y los problemas derivados de la privatización de servicios esenciales como la policía. District 9 (2009) nos enfrenta a la segregación social y la xenofobia a través de la ciencia ficción, utilizando extraterrestres como una metáfora de los marginados.

The Matrix (1999) y sus secuelas, donde el héroe se ve obligado a enfrentar su propia existencia y lo que él creía que era el mundo, son un clásico ejemplo de películas de acción que exploran preguntas existenciales como "¿Qué es la realidad?" y "¿Cuál es la naturaleza de la existencia humana?" Algunas cuestiones similares ya se planteaban en Blade Runner (1982), donde también se aborda la interrogante de si los replicantes tienen almas y, por lo tanto, son equivalentes a los seres humanos. Esta película y su secuela, Blade Runner 2045 (2017) también incluyen reflexiones sobre la tecnología, sus usos y alcances, un tema también muy presente además en la saga Terminator (1984) que tiene gran impacto aún el día de hoy con el avance de la inteligencia artificial en todos los ámbitos.

En conclusión, es fácil subestimar las películas de acción considerándolas un mero entretenimiento sin sentido, pero muchas de ellas nos ofrecen una visión profunda de la sociedad y nos invitan a reflexionar sobre nuestra realidad. Lejos de ser simples explosiones y persecuciones, estas películas nos desafían a cuestionar el mundo en el que vivimos y a considerar nuestras propias creencias y valores. Sería incorrecto afirmar que todas las películas de acción contienen mensajes profundos, ya que no es así: muchas de ellas sí se tratan solamente de llevar entretenimiento a las masas, lo cual no tiene nada de malo. Sin embargo, muchas personas las desprecian por ser insípidas y poco inteligentes, cuando en realidad hay una gran variedad dentro del género.