"Un día en familia": Aprender a amar

"Un día en familia", una película dirigida y escrita por Hirokazu Koreeda, se enfoca en la vida diaria de una familia japonesa tradicional.

Por la mañana temprano, Toshiko, la madre en la familia Yokoyama, comienza el día con la visita de su hija, Chinami. Ellas trabajan juntas al lavar zanahorias, pelar rábanos blancos, desgranar habichuelas, hacer puré de rábanos, cortar champiñones y hacer guiso de carne. El esposo y los dos hijos de Chinami regresan a casa, beben té de cebada helado, lo aprecian y los niños comienzan a comer helado. Mientras tanto, el segundo hijo, Ryota, y su viuda que se volvió a casar, Yukari, junto con el hijo de Yukari, Atsushi, regresan a casa en tren para asistir a una reunión familiar. Hoy es el aniversario de la muerte de su hermano mayor, Junpei, que falleció hace 15 años mientras rescataba a un niño que se encontraba a punto de ahogarse. En cuanto la familia de Ryota entra por la puerta, ellos se unen a las actividades culinarias, desgranan maíz y cocinan panqueques de maíz. Para mejorar la celebración, Toshiko gastó USD 170 en sushi, incluso pidió el mejor sushi de erizo de mar. El ambiente en toda la cocina es animado y ruidoso.

En esta animada familia, la única voz discordante es la de Kyohei, el padre que es médico y está jubilado. Tiene mal carácter y una personalidad testaruda. Sin embargo, una vez que huele el aroma de los panqueques de maíz fritos, sale inmediatamente para comerlos. A pesar de hacer comentarios inapropiados delante de Yukari sobre los desafíos de volver a casarse teniendo hijos, le da amablemente dinero a Atsushi y lo alienta a que considere convertirse en médico en lugar de afinador de pianos, como desea Atsushi.

Todos los personajes de la familia Yokoyama son destacablemente completos. Todos tienen cualidades matizadas que los hacen fuertes y delicados, duros y suaves, vulgares e increíblemente entrañables. Por ejemplo, aunque la madre desaprueba que las viudas traigan a sus hijos a casa, ella le da voluntariamente su preciado kimono a Yukari y prepara un cepillo de dientes y toallas para Atsushi, quien no es su nieto biológico. De manera similar, aunque Chinami intenta llegar a un acuerdo entre las distintas partes, ella igual se queja del favoritismo de sus padres hacia su difunto hermano mayor mientras habla con su marido en el auto luego de dejar la casa. A pesar de que su madre le parece molesta y su padre le parece poco razonable, Ryota viste con orgullo el pijama barato que su madre compró en un puesto de la estación de tren y le da en secreto dinero incluso aunque se encuentra desempleado. Sin embargo, él casi nunca llama a casa y no comprende la profunda preocupación oculta en los corazones de sus ancianos padres.

Los malentendidos y la falta de comunicación entre miembros de la familia con frecuencia son cuestiones triviales que nunca se hablan. Las personas son muy orgullosas como para explicarlos en el momento y sienten mucha vergüenza como para admitir su mentalidad cerrada luego. Muchos problemas no se resuelven, los pequeños conflictos se acumulan silenciosamente y las cuestiones insignificantes se olvidan con el tiempo. Sin saberlo, la vida se vuelve una serie de golpes y moretones. De hecho, un día ordinario en la familia Yokoyama muestra toda la vida, una mezcla de alegría y pena, satisfacción y arrepentimiento. ¿Existe una forma mejor? ¿Existe una vida más perfecta?

Cuando la familia de Ryota se fue, Toshiko insistió en estrechar las manos de todos y así hizo que todos se sintieran incómodos. Kyohei incluso pensó que era ridícula. Toshiko, todavía con su delantal de cocina puesto, lentamente subió las escaleras de cemento, se agachó y, sin mirar hacia arriba, dijo: "Simplemente ignora lo de mi mano. Siempre me aferraré a ti sin importar dónde vamos".

Años después, cuando la familia de Ryota visitó las tumbas de sus padres, ellos vieron una hermosa mariposa amarilla que volaba con gracia. Sin saberlo, Ryota le contó a su hija la historia de cómo la mariposa de la naba que su madre le dio se convirtió en una mariposa amarillo durante el invierno. Luego, se muestra un extenso plano grabado desde un dosel forestal a lo largo del estacionamiento en el cementerio, que asciende gradualmente. El punto de vista de la cámara cambió de las espaldas de la familia Ryota al cielo, la luz se atenuó repentinamente y luego se iluminó lentamente. Así, podemos observar el cielo gris y azul, las nubes claras, el océano azul profundo, los techos densos junto a la costa y los parches de vegetación. La escena se detuvo y pareció que el tiempo dejó de correr.

En "Un día en familia”, la familia Yokoyama comparte tres comidas, sale en caminatas dos veces y habla por la totalidad de un día. El número de intercambios entre las personas es incontable. El tradicional hogar japonés tiene un hermoso parque con flores coloridas y plantas delicadas, un pasillo con un piso que brilla como el vidrio y adornos organizados cuidadosamente. Los alimentos, las bebidas, las sopas y el arroz se preparan meticulosamente y hay recipientes pequeños y grandes que ocupan toda la mesa. Sin embargo, las baldosas rotas en el baño siguen desparramadas en el piso, nunca se reparan. A pesar de la tensión entre el padre y el hijo debido al fallecimiento de su hijo más grande, se siguen juntando para comer, comparten platos, beben y escuchan discos. El trabajo de cámara del director Hirokazu Koreeda es estable y compuesto, tiene una composición exquisita y clara y muestra colores limpios. La música de fondo es gentil, delicada y conmovedora. Esta historia con tono cálido no solo trata sobre los arrepentimientos de la vida, sino también sobre la combinación del rápido paso de la vida y su ritmo lento. Inesperadamente, lo que surge es un suspiro infinito, un conmovedor apego al estado original de la vida y un amor profundo escondido debajo de una superficie desconectada.

Al enfrentarnos al imparable flujo del tiempo, las imperfecciones son como un matiz. Sin esos arrepentimientos, los recuerdos no durarán mucho. Sin problemas, incluso la existencia en sí se vuelve menos auténtica. A través de innumerables dolores menores y defectos pequeños y grandes, finalmente aprendemos en nuestras vidas ordinarias, eso es el amor.