Ópera prima: el primer paso de una trayectoria cinematográfica

Es normal que a la gente que tiene afición por el cine haya soñado alguna vez con realizar una película; sin embargo, esto puede ser difícil ya sea por falta de talento o simplemente por tener pocos recursos económicos. Por ello, me parece grato cuando un aspirante a cineasta saca adelante su proyecto, consagrando su primer largometraje, conocido también como Ópera prima.

A mi consideración, son pocos los cineastas que consiguen una gran calidad con su primer largometraje, consiguiendo que los espectadores estemos impacientes por ver como amplían su filmografía y analizar si su trabajo mantiene o eleva la calidad. Por esa razón, mencionaré algunos primeros largometrajes que considero que deberías ver.

La primera es Mass, estrenada en 2021, siendo dirigida, producida y escrita por Fran Kranz. En ella, el hijo de Jay y Gail Perry muere a manos del hijo de Richard y Linda, quien perpetró un tiroteo escolar, suicidándose al concluir el acto. Seis años después, ambas parejas se reúnen en una iglesia episcopal para conversar sobre lo ocurrido. De esta simple trama se desprenden temas complejos como la posesión y control de armas, la implicación de los padres sobre los actos de sus hijos, la salud mental, el duelo, entre otros.

Anteriormente, Fran Kranz era conocido por su trabajo actoral, destacando la película The Cabin in the Woods de 2012. Es de elogiar su dirección en Mass pues con pocos recursos y actores consigue crear una historia conmovedora, que hará reflexionar a más de uno acerca los tiroteos escolares y las repercusiones que existen. ¿Cómo lo hace? Con el uso cargado, pero no pesado de diálogos, pues no se siente que ningún parlamento rellena la película, sino que dejan un mensaje al espectador.

Si bien todos los actores hicieron un muy buen trabajo, es preciso resaltar el trabajo de Ann Dowd, actriz que considero poco valorada, pero que explota al limite cada papel que ponen en sus manos. En esta ocasión encarna a la madre del perpetrador, desvalorizada como madre porque según los medios y las victimas no se dio cuenta de los planes de su hijo, dejando de lado el pesar que ella siente porque ha perdido a un hijo que, aunque haya realizado una masacre, no deja de ser su hijo.

Otra ópera prima a destacar es Espiritu sagrado de 2021, realizada por el español Chema García Ibarra, que después de siete cortometrajes pasó al mundo del largometraje. La trama de la película gira entorno a un grupo de ufología y el cómo afrontan la muerte de su líder. Como sub trama, una niña desaparece en España y la policía trata de dar con su paradero. Este es un film donde el espectador debe ver analizar cada indicio, por pequeño que sea, para descubrir el secreto de este estrafalario grupo y su fallecido líder. La genialidad de los personajes se debe a la nula preparación de los actores, pues el director utiliza a gente que no había actuado antes para encarnar a estos singulares personajes, haciéndolos únicos y divertidos. A su vez, y como probablemente he dado a entender, el final es sorpresivo y bien estructurado. Sin duda alguna, Chema García es un director español del que se hablará mucho.

Para finalizar tenemos la ópera prima de uno de los grandes maestros del terror, Wes Craven. Y no, no hablo de la película para adultos donde también participó frente a la cámara bajo el nombre de Abe Snake que fracasó rotundamente, sino de The Last House of the Left estrenada en 1972. La película cuenta la historia de una sádica familia que escapa de la cárcel y secuestra a unas jóvenes. Esta es una historia de venganza donde los padres de una de las chicas se convierten en verdugos. Sin duda, esta es una película cruda y violenta, desde las acciones hasta la estética, ayudada por las locaciones y el bajo presupuesto de la película. Craven, desde la presentación de la familia, hace que queramos ver como se concreta la venganza pues esta es una familia sin escrúpulos, aunque, en ciertas ocasiones, parecieran bufones por el uso de la música. Afortunadamente, esta solo fue el inicio de Wes Craven en el mundo del cine, quien llegaría a sorprendernos tiempo después con filmes como The Hills have eyes (1977), que guarda ciertas con la película de la que he hablado.