Tren Bala: Empatizando con un Asesino a Sueldo

Tren Bala es una película de acción y comedia de 2022 dirigida por David Leitch (un experto en este tipo de comedia) y protagonizada por Brad Pitt que cuenta la historia de un asesino a sueldo en una última misión mientras que considera dejar su oficio para vivir una vida más tranquila.

Esta historia transcurre en Japón, más específicamente en un tren bala que va desde la estación de Tokio hasta la estación de Shin-Osaka, y la trama transcurre durante este viaje donde cada vagón funciona como un escenario totalmente diferente al anterior, generando gran dinamismo a la trama, donde te presenta distintas situaciones al principio y luego las conecta a todas a medida que avanza la película.

Este dinamismo se da también gracias al elenco estelar con el que cuenta el filme. Ya Brad Pitt hace de un protagonista que a pesar de su profesión, crea un personaje entrañable, nos muestra el lado más vulnerable de un arquetipo que a través de las décadas en el cine se nos mostró como tipor rudos. Los sicarios siempre fueron mostrados como máquinas de matar sin sentimientos que solo querían cumplir con su objetivo (quitar una vida) a cambio de dinero para vivir… Es decir, ¿quién en su sano juicio podría empatizar con una persona así?… Bueno, en esta película, rompe con este paradigma clásico para traernos uno totalmente nuevo donde nos muestra un enfoque centrado en el sicario como persona en vez de como un homicida. Nos lo muestra más vulnerable, dispuesto a abrirse y exponer sus sentimientos, poniéndonos en un punto de vista más sensible, el cual no queda fuera de lugar uncluso siendo esta una película de acción sangrienta y llena de humor.

Sumado a este protagonista magnífico, no podemos dejar de hablar de los personajes secundarios, quienes, algunos con mayor y otros con menor tiempo en pantalla, logran dejar una marca en quienes ven la película, cada uno escrito de una manera única con un desarrollo de personaje profundo para cada uno. Este elenco cuenta con nuevas promesas como Logan Lerman y Joey King, actores establecidos como Aaron Taylor Johnson y Michael Shannon, y algunos debuts interesantes como el paso de Bad Bunny de los estudios de grabación a la gran pantalla. Esto sumado a los cameos estelares que sirven como frutilla de la torta: Sandra Bullock, quien es un personaje que no se nos revela hasta el final y luego el mismísimo Dead Pool, es decir: Ryan Reynolds.

En esta historia además, es importante destacar cómo todas las lineas temporales y las historias individuales de cada personaje se cruzan y crean una trenza perfecta que, a simple vista, no deja incongruencias en el guión, donde cada detalle se relaciona con el anterior y nos permite ahondar en cada uno de estos coloridos personajes. Desde el asesino obsesionado con “Thomas y sus Amigos” hasta la historia sobre la mafia japonesa nos van guiando por cada rincón de este tren.

Respecto a la cinematografía, es impecable. Las escenas de pelea perfectamente coreografiadas, los efectos visuales, las escenas sangrientas y hasta los flashbacks emotivos. Cada personaje tiene un trasfondo diferente, y cada uno es mostrado con diferentes formatos, incursionando en distintos elementos narrativos que suman a este dinamismo de la trama y que hacen de esta película una experiencia sublime.