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CHALLENGERS Y LA ICONICIDAD DE LOS TRIANGULOS AMOROSOS

Cuando uno piensa en parejas icónicas del cine, enseguida viene a la cabeza la imagen de 2 personas, aun así, uno de los conflictos que más siguen atrapando al público, no importa el formato o los años que pasen, es el triángulo amoroso. Recordamos “Casablanca” (1942) con Rick, Ilsa y Victor, “The Graduate” (1967) y su polémico triangulo entre un joven, su novia y su suegra. También la icónica “Mamma Mía!” (2008), con Meryl Streep y sus diversos pretendientes. E incluso gigantescos blockbusters para jóvenes, como lo puede ser la saga de “Crepúsculo” (2008 - 2012), la cual, entre Hombres Lobos y vampiros, se sostiene como saga exclusivamente en base de sus fanáticos y el interés de estos por saber con qué chico se quedará Bella Swan.

Y para aportar a este templo griego de dilemas amorosos, este 2024, Luca Guadagnino nos trajo, de la mano de Zendaya, Mike Faist y Josh O'Connor, la película “Challengers”. Un triángulo amoroso entre jugadores de tenis. Y no pasa desapercibido, así que voy a comentarles mis puntos de porque este triángulo amoroso es digno de entrar en la sección de “Parejas icónicas”.

  • LA ADMINISTRACIÓN DE LA INFORMACIÓN – EL THRILLER: El thriller es un género, el cual puede ser fácilmente confundido con otros, ya que sus características pueden ser variadas, pero principalmente lo que caracteriza a este es la idea del constante “suspense” en el espectador. Es una búsqueda de respuestas, de un final, pero no llega a ser un misterio propiamente dicho. Administrar la información puede parecer algo sencillo, pero elegir cuando revelar tal pasado del personaje o tal intención del otro, puede cambiar totalmente como vemos y sobre todo como sentimos la historia. En eso Luca Guadagnino y el guionista Justin Kuritzkes son inteligentes, mantienen siempre al espectador al filo del asiento, tanto por el montaje extremadamente dinámico de Marco Costa, la dirección efectista y variada técnicamente de parte del director, y el guión de Justin, el cual elige cuidadosamente cuando saltar de un punto de la historia al otro, enseñando varias líneas de tiempo, las cuales no llegan a confundir, sino a impulsar el deseo del espectador por entender más, y el guionista sabe cuándo premiar al espectador por su interés y cuando estirar la respuesta. Ahora ¿Qué tiene que ver el thriller con el hecho de que una pareja sea o no icónica en el cine? Bueno, si me lo preguntan, considero que no hay nada que ayude más a una relación a lo largo del tiempo, que el interés, una dosis justa pero no exagerada de misterio, las promesas, el conflicto constante, pero que al final siempre termina cumpliendo lo prometido y siendo extremadamente satisfactorio.
  • EL TENIS COMO HILO CONDUCTOR: El tenis no es una mera excusa en esta película. No es una herramienta fría del guionista o un capricho visual del director. Al contrario, tiene un valor simbólico y narrativo a lo largo de la trama. El tenis es un medio de comunicación entre estos 3 personajes, una tenista profesional frustrada por un accidente, un profesional exitoso que quiere dejarlo todo y un treintañero que pudo a ver sido grande si no fuese por su misma personalidad que lo llevo al fracaso. Entre estos 3 personajes el tenis funciona como una forma de conocerlos en mayor profundidad, el subtexto, lo “no dicho”, lo interno de los personajes se manifiesta puramente a través del tenis. Y la elección de algo visual para contar lo interno, diferencia las grandes películas de las que son solamente buenas. Además, que mejor que esa sensación de ir a ver una película sobre “tal cosa” y salir del cine deseando, ser tenista en este caso, o en otros ser un superhéroe, empresario, ladrón, astronauta o lo que toque según la cinta que veas.
  • SEXUALIDAD Y UN DISCURSO ACTUAL: Por último, pero no menos importante, está el tema de la sexualidad. No tanto el discurso sobre esta, sino justamente el “no discurso”. Y es que, alejándose de tópicos ya muy tocados, por más que sigan siendo necesarios, aquí no es la homosexualidad y la represión de esta el eje central. Lo sexual es explorado por los autores de la cinta como algo libre, algo que se puede transformar y variar. Sí, es una historia que trata temas claros como la masculinidad, las relaciones toxicas, la competencia y las obsesiones. Pero nada de eso es encerrado bajo definiciones estructurales, sino que es explorado mediante el flujo del tenis, los cuerpos moviéndose y la pelota pasando de un lado de la cancha al otro, en un intercambio constante, como una relación. En este caso una relación de a tres.

En resumen, Tashi (Zendaya), Art (Mike Faist) y Patrick (Josh O'Connor) son un triángulo amoroso memorable por ser un rompecabezas para el espectador, el cual se divierte armándolo. Por tener el tenis de su lado, como herramienta para contar su relación y diferenciarla de otros triángulos amorosos que hemos visto, y también por ser una historia tan actual, lo que marcara a esta película como el triángulo amoroso por excelencia de estos años del cine.

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