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The Fall Guy: elogio al verdadero cine de acción

Spoilers

No sé si esto que voy a decir habla bien o mal del resto de la película, pero lo que más me gustó de The Fall Guy fueron los créditos. En ese breve detrás de escena se ve el amor por los “fierros”: el amor por trabajar en un set real, con dobles de riesgo haciendo acrobacias que parecen imposibles. Pero también se ve el trabajo de todo un equipo para lograr la toma adecuada: operarios de cámara, sonidistas, continuistas, todo el equipo técnico (en el mejor sentido de la palabra) dándole vida a lo que va a ser parte de una película. No puedo dejar de mirar encantado todo eso y pensar que, con tanta pasión, me hubiera gustado ver más de eso. De hecho, quedé sorprendido con una de las escenas que pensaba que estaba hecha con CGI: en ese detrás de escena sorprendente se puede ver que estaba filmada con efectos prácticos. De nuevo, ¿eso habla bien o mal de la película? Me inclino por la primera opción, aunque tengo ciertas dudas.

No sé si el argumento tiene algo que ver con el mal desempeño que la película tuvo en taquilla. Creo que las películas que representan el difícil trabajo que supone “hacer cine” no llaman la atención del público general. A The Fabelmans y Babylon también les fue mal cuando se estrenaron en salas. No quiero decir con esto que The Fall Guy esté a la altura de esas dos (eso dependerá de cada espectador). Quier decir: tal vez este tipo de historia no venda entradas.

Dentro de las películas-sobre-películas The Fall Guy no es una sátira ácida como Tropic Thunder, otra comedia sobre la cocina del cine de Hollywood. Tampoco es una sátira como The Player, aunque tenga algunos elementos parecidos. En esta parodia hay un doble de riesgo que es acusado de un crimen que, por supuesto, no cometió. Creo que hubo una oportunidad perdida para desarrollar más al héroe que, como el título lo indica, es un “caído”. Se supone que es un underdog, ese personaje por el que nadie apostaría pero crece gracias a sus propias cualidades. No estoy seguro de que ese aspecto sea efectivo: no pensamos en un perdedor, precisamente, cuando vemos a Ryan Gosling.

Gosling, como el doble de riesgo que impulsa (literalmente) la acción, tiene un romance en pantalla con el personaje que interpreta Emily Blunt, que es la directora de la ficción dentro de la ficción. Otra oportunidad perdida: The Fall Guy podría haber sido una parodia sobre algo más que la resistencia de los old ways de hacer cine. Podría haber sido un enfrentamiento entre dos modos de hacer cine: los que todavía apuestan por los dobles de riesgo y los que prefieren hacer todo con pantalla verde. Creo que nadie duda que los verdaderos stunts tienen un encanto particular que, todavía, no puede igualar ninguna animación por computadora.

Desde las películas de Buster Keaton, la historia del cine está llena de stunts increíbles. The Fall Guy, en ese sentido, es un homenaje hecho con amor hacia distintos tipos de películas que involucran, en mayor o menor medida, stunts. Algunas referencias son explícitas y están puestas en palabras de los personajes: el lanzamiento del hacha en The Last Of The Mohicans o los movimientos de Jason Bourne se ven imitados en pantalla. Pero, al mismo tiempo, son títulos que mencionan los personajes.

¿Es demasiado las citas que hay en The Fall Guy? No creo que el público que no es cinéfilo esté tan familiarizado con todos los movimientos y referencias que abundan en esta película. Al mismo tiempo, no creo que el público que no es tan cinéfilo reconozca esas referencias por más que estén puestas en imágenes y diálogos. Algunas, como las persecuciones en lanchas tipo Miami Vice, son más obvias. Otras, como alguna pirueta en automóvil, tipo The Man With The Golden Gun o Casino Royale, no tanto. O la música que parece parodiar a la melodía que compuso Hans Zimmer para Dune, por ejemplo.

Rocky, Dumbo, Memento, Fast Five, High Noon, Love Actually, Enter The Dragon, The Fugitive y hasta Adaptation. son otros de los títulos a los que, directa o indirectamente, remite The Fall Guy. Como película sobre los dobles de riesgo no es Once Upon A Time… In Hollywood. The Fall Guy es más genérica. Como si en su esencia intentara recuperar el sabor y el encanto de un cine que ya casi no se hace más: esas comedias románticas con acción tipo True Lies.

Pero adolece de un problema que varias películas contemporáneas comparten: es demasiado larga. No vi la versión extendida que agrega casi 30 minutos más, pero no sé si el nuevo corte podrá mejorar el corte de cine. Citando la única crítica que Paul Schrader hizo de Challengers, voy a decir algo parecido sobre esta película: tendría que haber durado 90 o 100 minutos para (de verdad) capturar la esencia de la vieja escuela. Los 127 minutos que dura no le hacen ningún favor. Diría que, al contrario, le juegan en contra: algunos plot points, como el crimen con el que quieren inculpar al héroe, parecen llegar demasiado tarde.

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