Revisitando La escalera de Jacob de Adrian Lyne

Escrito por Cristian L. Pires

Jueves 30 de mayo de 2024

Jacob Singer, un soldado que regresa de la guerra de Vietnam, sufre traumas y delirios persecutorios que mas temprano que tarde lo empujan por un camino siniestro, donde nada es lo que parece. Dirigida por Adrian Lyne, la escalera de Jacob llegó a los cines un 2 de noviembre de 1990, fue bien recibida por la crítica, pero no logro popularidad con la audiencia, sin embargo con el paso de los años se convirtió en una película de culto entre los amantes del cine de terror. Esta cinta a su vez fue una gran fuente de inspiración para otros proyectos en diferentes géneros, entre ellos, el exitoso videojuego Silent Hill.

La escalera de Jacob es toda una experiencia en cuanto al terror se refiere, describirla es algo complejo su atmosfera opresiva y su temática perturbadora es una mescla que se mantiene en un equilibrio muy atractivo. No sé bien porque esta película cuenta con un anonimato tan grande, no conozco mucha gente que conozca esta película… por eso en busca de iluminación, voy a irónicamente, adentrarme un poco más en el agujero de conejo que es este film, pero déjenme decirles de entrada, esta película es especial, su estética y su ritmo tan… acosador, es exquisito por lo que si no disfrutan de este tipo de experiencias, quizás la pasen mal.

Las fascetas del terror psicologico

El trabajo de edición que tiene esta propuesta con un guion que sabe perdernos al propósito, es casi un personaje en sí, la trama es sorprendentemente muy simple, tenemos a este personaje Jacob, primero lo vemos durante su servicio en Vietnam con sus compañeros y apenas empieza la película ya nos muestran que algo fuera de lugar, algo raro... esta pasando. Interrumpiendo el normal desarrollo de las escenas, el filme utiliza un tipo de Flash-forward donde vemos a Jacob despertando del recuerdo que acabamos de ver y prácticamente la película nos tiene así las casi 2 horas de duración. Sin embargo, no usan este recurso de una forma descarada o de una forma incorrecta para no tener que solucionar el guion. Es más bien una serie de momentos que juegan parte en la destrucción de la psique de este personaje muy bien interpretado por Tim Robbins, si bien toda la película genera una tensión latente constante esto va escalando a través de lo que vemos y de lo que creemos que vemos. El punto más alto y más bajo de esta cinta se encuentra justamente en eso, nos entrega algo para que lo interpretemos de una forma muy sesgada para luego darnos una posibilidad al replanteo, ósea tenemos algunos personajes que en nuestra de necesidad entender la película los catalogamos y después la película nos propone preguntarnos si realmente era como lo pensamos.

Por otro lado…esta fórmula tiene sus puntos flojos que no son muchos, pero son vitales, si bien la película entretiene y justamente confunde al espectador, también se siente muy segura por momentos, muchas pequeñas situaciones cambian de lugar o de enfoque, pero la película parece que no confía en su audiencia y se deja ver, esos hilos que tanto parece quieren esconder, se ven en la primera media hora y eso lo sentí como algo muy desafortunado. Viéndola no pude evitar sentir que sabía lo que iba a pasar desde la primera media hora, hay muchas cosas demasiado explicitas que simplemente están de mas… después pensé, quizás esto también es al propósito, pero no, no lo era. En el apartado interpretativo, de nuevo quisiera recalcar la actuación de Tim Robbins como Jacob Singer, él es el que nos acompaña por este laberinto extraño y lo hace muy bien como figura estelar, a veces esta algo exagerado para mi gusto, pero de nuevo… el tipo se va volviendo loco gradualmente así que, si eso es así, en este caso pasa desapercibido debido al trato que se le da a su personaje. El resto de los personajes de soporte también están muy bien interpretados en especial el de Elizabeth Peña como una mujer que nunca terminamos de entender, que papel juega en esta película realmente.

Otros personajes dignos de mencionar son los de Loius el quiropráctico interpretado por Danny Aiello y Macaulay Culkin como Gabe, el hijo fallecido de Jacob, que si bien no esta acreditado en esta película su participación es clave en muchos momentos en especial cerca del final. La música de Maurice Jarre es muy sombría y tétrica, acompaña muy bien el aire de suspenso y terror que se mueve a través del filme, cuando se habla del homenaje que rinde Silent Hill a esta película, la música no sale ilesa, por momentos se puede sentir mucho de esta banda sonora en lo que después experimentaríamos en el juego de Konami, en un todo, la música complementa a la experiencia más que bien, sobresale y es otro factor que retumba en el espectador intentando calar esta lúgubre propuesta. Terminando con este nuevo análisis, La escalera de Jacob no es perfecta, ciertamente podría estar más pulida en algunos aspectos pero da sus buenos sustos, tiene escenas muy terroríficas y tiene sus dosis de sangre, la escena del hospital en particular es impresionante, es visceral y simplemente perturbadora, siendo quizás la escena que mas sintetizo esta conexión que hallamos al video juego de Team Silent.

El terror grafico nos succiona del todo para cuando llegamos a los tramos finales, los “monstruos” la estética, todo bebe de que tan inmersos, que tan atrapados nos tenga Adrian Lyne. Si bien el final es muy bueno, y muy fuerte visualmente, peca de ser predecible cuando parecía no querer serlo, pero esto no me impidió disfrutarla, no es una película que te haga sentir bien, pero es una película que te lo hace pasar bien, que entrega buenas dosis de terror psicológico y entretenimiento. Para los que aman este género, la escalera de Jacob es una obligada que como siempre, recomiendo 100%.

Curiosidades de la pelicula

El título del film se refiere a la historia bíblica de la escalera de Jacob o el sueño de un lugar de encuentro entre el cielo y la tierra.

El trabajo de Bruce Joel Rubin en la escritura de la historia de la escalera de Jacob comenzó en 1980 y se originó de un sueño que tuvo en el que se quedaba atrapado en un subterráneo.

En 2019 se produjo una película remake dirigida por David M. Rosenthal, la cual tuvo una pésima acogida con la audiencia y con la crítica.