Memoria e identidad: películas que exploran su vínculo

La identidad y la memoria están íntimamente ligados. Sin conocimiento del pasado es imposible saber quién es uno. Y lo mismo podría extenderse a un colectivo; un país sin consciencia del pasado que tuvo puede ser más proclive a caer en los mismos errores o hasta en atrocidades históricas.

Hay muchas cintas que exploran estos tópicos simbióticos entre sí. Ya fueran nacionales o internacionales, ya fuera de forma más explícita o más implícita, ya fuera de tintes dramáticos, documentales o fantásticos y de ciencia ficción. Aquí se expondrán cinco. A su manera, cada una toca esta relación y la expone desde diferentes prismas narrativos.

Incendies (2010), de Denis Villeneuve:

Dos ´hermanos reciben el testamento de su madre, quien murió recientemente. Como condición para ser enterrada deben entregar dos cartas dejadas por ella: una a nombre de su hermano y otra de su padre. ¿Pero qué hermano y qué padre, si este habría muerto hace mucho y si pensaban que eran sus dos únicos hijos?

Así, ambos viajan a Medio Oriente. Allí, a la manera de una investigación policial, van tras los pasos de su madre para descubrir a aquellos parientes. Y en el proceso, también hallan su propia identidad.

Una cinta exquisitamente filmada y que ya contiene muchas de las obsesiones posteriores de Villeneuve: la crítica al fanatismo religioso, paisajes desérticos, una exploración de la identidad humana, grandes desarrollos de personajes y cierto tono policial (sin llegar a ser de ese género). La fotografía y las interpretaciones son magistrales, al igual que su guion y unos plot-twists que hielan la sangre.

Está disponible en Mubi.

Memoria del saqueo (2004), de Pino Solanas:

La historia argentina cuenta con terribles hechos en su haber. El neoliberalismo que sacudió el país durante la década de los noventa es uno de ellos. Las medidas tomadas por el presidente Carlos Saul Menem ocasionaron daños que calaron hondo en la realidad socio-política de Argentina hasta nuestros días.

El director Pino Solanas, quien ya había hecho documentales icónicos como La hora de los hornos (1968) y películas como El exilio de Gardel: Tangos (1985) realizó la investigación para esta cinta.

Estrenada en el 2004, Memoria del saqueo conjuga el material de archivo, entrevistas hecha por el mismo director y su voz en off para retratar los acontecimientos que se extendieron a lo largo de tres mandatos. Una sucesión de hechos que como se adelanta en el comienzo del documental culminan en el explosivo corralito del 2001.

Está disponible en YouTube.

Petite Maman (2021), de Céline Sciamma:

Un hospital. Una niña se despide de los diferentes pacientes hasta llegar a una de las habitaciones. La sala está vacía, excepto por su mamá. Y lo entendemos: la abuela de la niña murió. Así comienza la película, con una clara ausencia. Más tarde, viajan al hogar que fue de ella para sacar todas las cosas de allí, hasta llegar a transformarla en una casa vacía.

Pero la construcción está rodeada de un bosque profuso y colorido. Las ramas de los árboles proyectan pequeñas sombras sobre un pasto de un verde intenso. Y es en una de aquellas recorridas que la pequeña se encuentra con otra niña, y juntas comienzan a tener una amistad.

El film está dirigido por Céline Sciamma, la misma directora que Retrato de una mujer en llamas, por lo que no es de extrañar su manera de filmar: una delicadeza extrema, planos silenciosos pero envolventes, un clima sensorial y una sensibilidad especial a la hora de captar planos de rostros, diálogos, hojas, quietud.

No hay llantos desesperados; hay diálogos, hay abrazos, hay miradas. Hay un duelo atravesado por el realismo mágico, y en el que la memoria familiar hace que en una casa que se vacía a causa de una ausencia, esta se haga más presente que nunca.

Está disponible en Amazon Prime Video.

Teatro de guerra (2018), de Lola Arias:

La guerra de las Malvinas ocurrida en 1982 fue retratada en muchas películas y documentales. Los chicos de la guerra (1984), Iluminados por el fuego (2005), Locos de la bandera (2005) o Huellas en el viento (2008) son algunas de ellas. Pero nunca se había realizado un acercamiento más experimental de lo sucedido hasta Teatro de guerra.

Lola Arias es escritora, directora de teatro y perfomer. Y de alguna forma conjugó los diferentes géneros que trabaja en una cinta en la que se explora el encuentro de tres soldados ingleses y tres soldados argentinos 35 años después del conflicto.

Así, el set de rodaje se transforma en un escenario en donde se mezcla el cine documental y el teatro, la metáfora y el testimonio, lo real y la ficción. Para retratar ese hecho y lo que dejó en sus sobrevivientes se hace uso de maquetas, gritos de guerra, mapas, diarios, y material de archivo. Una forma alternativa de reflexionar sobre el conflicto desde el presente y desde ambas miradas.

Está disponible en cine.ar.

Blade Runner 2049 (2017):

Tal vez uno de los mejores trabajos logrados en el cine que exploren la memoria y la identidad de forma intricada y artística sea la secuela de Blade Runner, Blade Runner 2049 (2049), también de Denis Villeneuve.

Se ve cómo el tópico forma parte del ADN del cineasta canadiense. Pero a diferencia de Incendies, esta obra está sumergida en la ciencia ficción y en particular en el subgénero que co-fundó la película original: el cyberpunk. Y es que este es terreno lábil para esta exploración; su marco filosófico ya da puntapié para este tipo de exploraciones.

En Blade Runner 2049 el protagonista tiene un nombre de una sola letra “K". Su único objetivo programado es capturar a otros replicantes como él. Sin embargo, una caja enterrada en el lugar al que fue como parte de su última misión voltea toda su vida hasta el punto de llegar a plantearse quién es él.

Está disponible en Netflix.

Nota por Alex Dan Leibovich | Periodista | Redactor en Clarín, Indie Hoy, Peliplat y Erramundos.

Publicado el 31 de mayo el 2024, 03.57 PM | UTC-GMT -3.

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