Poseídos: La peor pesadilla que jamás ha aparecido

Soy crítico de cine, ferviente admirador de Christopher Nolan, Steven Spielberg y fanático del cine psicológico y de ciencia ficción. ¿Querés charlar conmigo?

Cuando piensas en los villanos de las películas, quizás te acuerdes de Thanos de The avengers, Steppenwolf de La Liga de la Justicia o el T-1000 de Terminator 2: el juicio final. Todos estos villanos son inmensamente poderosos y no los puedes olvidar fácilmente. Sin embargo, ninguno me ha perseguido tanto como Azazel de Poseídos.

Poseídos es un thriller policial de suspenso dirigido por Gregory Hoblit y protagonizado por Denzel Washington. La película sigue al detective John Hobbes (interpretado por Washington) mientras experimenta una serie de eventos sobrenaturales y aterradores al perseguir al demonio Azazel. Lo que hace que Azazel sea particularmente aterrador es que nunca aparece físicamente en la película, pero infunde una profunda sensación de desesperación. Soy un gran aficionado al cine y he visto innumerables películas, pero ningún villano me ha hecho sentir lo mismo que Azazel. ¡Fue y será mi peor pesadilla! Por eso, cuando vi la discusión sobre Villanos encantadores en Peliplat, Azazel fue el primero que me vino a la mente.

Al explorar al villano Azazel, analizaremos tres aspectos: "invisible", "intocable" e "inmortal", para comprender la forma en que genera terror y desesperación sin fin incluso sin aparecer en la pantalla.

El miedo a lo invisible

Es parte de la naturaleza humana temerle más a lo desconocido que a la amenaza de lo conocido. Al no saber de qué se trata, tendemos a imaginar las partes poco claras, con pensamientos irracionales que rápidamente hacen que lo desconocido parezca aterrador.

Azazel personifica este miedo a lo invisible. En Poseídos, Azazel es una presencia invisible que puede poseer a cualquiera y cometer malas acciones sin ser detectado. Este terror invisible se vuelve mucho más inquietante que cualquier otro mal que pueda ser visto.

Hay una escena en la película que todavía me provoca escalofríos: en una calle llena de gente, Azazel se burla de Hobbes una y otra vez cambiando constantemente de anfitrión. Una por una, las personas de repente se vuelven malvadas y luego rápidamente regresan a la normalidad. No puedes ver a Azazel, pero puedes sentir su aterradora presencia en todas partes. Esta amenaza invisible convierte a Azazel en un horror del que no hay escapatoria.

¿Recuerdas a Thanos en The Avengers? Esta imponente figura púrpura exuda una vibra poderosa cada vez que aparece, su guante brilla con las gemas del infinito. Es innegablemente sorprendente que acabe con la mitad de las vidas del universo con un chasquido de dedos. Pero el terror que Thanos infunde es evidente; sus amenazas son conocidas, lo que reduce la sensación de temor secreto. Por el contrario, la invisibilidad de Azazel hace que el peligro sea impredecible, para mantenerte en un estado constante de tensión e inquietud.

La desesperación que generan los intocables

Azazel no sólo es invisible sino también intocable. Puede pasar rápidamente de un huésped a otro, lo que hace imposible atraparlo. Siempre que crees que lo tienes, cambia de persona. Esta naturaleza crea un profundo sentimiento de desesperación.

Recuerdo la primera vez que vi esta película; Azazel me agotó emocionalmente. Cada vez que Hobbes estaba a punto de atraparlo, Azazel lograba escapar y transferirse a otro anfitrión. ¡Ver a Hobbes fallar una y otra vez me llevó casi a la locura!

Por el contrario, aunque el T-1000 en Terminator 2: el juicio final puede transformarse y cambiar de forma, al menos es un objetivo físico alcanzable. Hay formas de detener temporalmente su ataque, mediante disparos o congelándolo con nitrógeno líquido. Azazel es completamente diferente. Puede transferirse de una persona a otra en cualquier momento, lo que hace imposible captarlo realmente. Esta existencia intangible lo convierte en un terror irresoluble.

Al igual que el aspecto invisible, la característica de intocable también se aprovecha de los miedos humanos, crea ansiedad e impotencia. La psicología nos dice que las personas se sienten más ansiosas e impotentes ante situaciones incontrolables, y Azazel ejemplifica perfectamente esta ansiedad.

El demonio indestructible

Más allá de ser invisible e intocable, el rasgo más aterrador de Azazel es su inmortalidad. Incluso cuando matas a su anfitrión, él permanece en un estado invisible, buscando a la siguiente víctima. No puedes destruirlo por completo porque es un demonio indestructible. Justo cuando crees que triunfaste, él reaparece para continuar con su terror.

En el clímax de la película, Hobbes idea lo que parece un plan perfecto, con la esperanza de eliminar a Azazel mediante el autosacrificio. Sin embargo, justo cuando el público cree que finalmente ha prevalecido la justicia, llega un gato inesperado que hace que todos los esfuerzos sean inútiles. Azazel renace en forma de gato y continúa con sus malas acciones. Esta incapacidad para erradicarlo por completo llena la película de una profunda desesperación, lo que sugiere que no importa cuánto lo intentes, la justicia nunca podrá derrotar realmente al mal.

Comparemoslo con Steppenwolf de la Liga de la justicia. Aunque es poderoso, al final tiene debilidades y es derrotado por los esfuerzos combinados de los superhéroes. Azazel es completamente diferente. No tiene forma física, ni debilidades, y por mucho que lo intenten, no pueden eliminarlo por completo. Esta amenaza omnipresente y siempre persistente genera una inmensa desesperación e impotencia.

A través de estas características, Azazel muestra su encanto y terror que lo destacan de otros villanos. De manera invisible, provoca desesperación infinita y hace que la gente se sienta impotente e indefensa. Este terror invisible es la razón por la que se ha convertido en la mayor pesadilla de mi vida.

Un villano tan convincente y aterrador como Azazel hace de Poseídos no sólo una película de terror sino también una película que invita a la reflexión. Me hizo reconsiderar la relación entre el bien y el mal. En la mayoría de las películas, la justicia finalmente prevalece. Pero en el mundo real, ¿la justicia siempre triunfa sobre el mal? Además, como el protagonista, ¿tiene sentido persistir en la rectitud cuando el fracaso parece inevitable? Sin dudas, reflexiones profundas que me dejó esta película escalofriante.

¡Nos volveremos a ver para seguir debatiendo sobre películas!