Fuego contra fuego

Fuego contra fuego.
(Heat, 1995,).
Dir. Michael Mann.

El realismo estilístico .

En "Fuego contra fuego", magistral obra neo-noir del director Michael Mann, conocemos y entendemos las razones por las que un policía veterano de la ciudad de Los Ángeles (interpretado por Al Pacino) deberá perseguir y encontrar sin tregua a un ladrón ( Robert De Niro) y a su banda de secuaces que desatan caos e incertidumbre en las calles, incluso , a plena luz del día .

Para el director, la ciudad de Los Ángeles no es sólo un mero telón de fondo para la historia, sino que brinda una personalidad única, lo que la convierte en un personaje más. Planos que exaltan y acrecientan la desesperanza y el olvido, nostalgia incluso, por tiempos más sencillos y mejores en qué los buenos y malos eran separados por una línea ancha y bien trazada, línea que al paso del tiempo se volvió cada vez más angosta hasta llegar al presente, donde nuestra percepción ya no distingue las diferencias morales de héroes y villanos .

La llamada "ciudad de los ángeles", iluminada de forma fúnebre y fría, alejándose de cualquier idea preconcebida que los espectadores puedan tener de la misma. Aquí no hay calles conocidas, no hay Beverly Hills ni Sunsets Boulevards. No hay letreros o anuncios, todo lo contrario. Hay suciedad y lugares cutres, polvo y muerte, tragedia .

Y a todo esto, Michael Mann, su director, fanático de lo complejo y lo verosímil, da rienda suelta a su creatividad para reinvindicar aquel concepto que surgió en el Hollywood de los años setentas: Estilo.

Las luces de neón, la potente banda sonora de Elliot Goldenthal y Moby, el uso calculado de distintos lentes y el uso del color de las vestimentas que nos remite, de nuevo, al pasado.

Y en el medio del estilo grandilocuente arriba la historia épica y melodramática de grandes matices. Una historia que en manos expertas de su director adquiere un ritmo y una escala operística de proporciones épicas y conclusiones satisfactorias .

Es ahí donde salen a relucir ciertos temas que se mantenían olvidados, sepultados en el género del cine negro : Las maneras del hombre y su lugar en la sociedad machista que impulsa y doblega a los personajes masculinos del metraje .

Todos ellos persiguen objetivos y metas claras : Ya sea lograr un atraco o perseguir y conseguir la tan anhelada adrenalina del momento como refiere un personaje ( "La acción es la emoción"), incluso atrapar a los inescrupulosos villanos roba bancos.

Las mujeres , en cambio, buscan conexión. Establecer una relación y vivir en paz con la persona elegida .

El hombre que representa Mann en la película no puede evitar dejar atrás sus objetivos, incluso, si esto le lleva a la muerte, algo que paradójicamente y tal vez de manera subconsciente persiguen toda la película, siempre lejos, lejos de la vida, de la relaciones personales y la compañía humana. Y en esos momentos, la ironía aterriza cuando cuando nuestro valeroso detective comparte momentos de lazos fraternales y amistad con la persona menos esperada...su enemigo .

Y unido a ello, hallamos también un concepto clave en el medio de todo el
machismo y frenesí: Amor. Un concepto complejo y difícil de plasmar en un mundo
violento y caótico como el del metraje, pero es en uno de los personajes masculinos que encontramos cierta redención a pesar también de su trágico final: Chris Shiherlis, (Interpretado por Val Kilmer) es el único que puede ver el amor por encima de todo e incluso, decide arriesgar su vida por el propio concepto que representa la última gracia salvadora, aunque lamentablemente no siempre sea suficiente. A su vez, el experto ladrón interpretado por De Niro, crucialmente, no puede encontrar ese amor y su breve escape con su pareja romántica es solo una distracción temporal en su camino hacia la aniquilación.

Y en esa yuxtaposición de búsquedas y deseos de hombres y mujeres que crean
contrastes en sus metas y pensamientos, es que el filme da un significado más
profundo a la acción, convirtiéndola en una profunda y muy obvia metáfora de la
vida misma, elevando una " sencilla" historia dramática en una verdadera obra de arte .