Mueres siendo prudente o vives y opinas lo suficiente para volverte un villano

¿Qué nos atrae de estos seres? Sabemos que están haciendo algo que no es debidamente correcto pero ¿por qué nos llaman tanto la atención? Más allá de su posible forma de vestir, sus costumbres, gestos o gustos, todo se remonta al hecho de ir en contra de lo socialmente aceptado en donde estos personajes se encuentran. La irreverencia de cada uno de ellos nos lleva a ese “villano” que todos tenemos dentro y queremos dejar salir cuando alguien se nos atraviesa en el carro, cuando la persona que nos cae mal en el trabajo nos interrumpe al hablar o cuando llega esa persona molesta que no deja de hablar de sí mismo y daña todo ambiente en donde se encuentre.

Estas situaciones del día a día han hecho que nuestro “villano interior” quiera salir a flote y de una vez por todas poner a estos seres en su lugar…pero no, al ser todos personas que buscamos ese espacio de aceptación en lo sociedad, nos cohibimos hasta el punto de dejar pasar oportunidades donde un buen impulso logre su cometido y ya no vuelvan a tener que aguantarse esta situación.

Con esto no quiero influir a tal punto que ahora todos vayan a hacer lo que quieran en este tipo de situaciones. Lo que quiero decir con esto es que en estos tipos de acontecimientos es donde el escritor, productor, guionista, etc. ven la oportunidad de crear personajes que rompan con el molde de la sociedad y lleven a situaciones donde solo los villanos hacen lo que quieran hacer sin pensar en las consecuencias.

Pero el asunto no acaba ahí, no todo es tan fácil con decir que alguien actuará en contra la corriente y ya…es ahí donde la personalidad del personaje empieza a construirse con base a lo que hará una vez tome una mala decisión llevándolo a ser un villano psicótico, inteligente, narcisista, anarquista, entre muchas otras cualidades y características que logran despertar en el espectador la sensación de decir: “Lo entiendo pero no lo justifico”.

En una película no solo el héroe debe tener un vínculo con los espectadores, el villano es un personaje clave que debe tener la suficiente historia detrás para que las personas entiendan sus actos y lleguen al punto de no apoyarlo pero sí defenderlo y entenderlo. Personajes como Magneto (X-Men), The Joker (en cualquier película de Batman), Nate (novio de Andrea Sachs en El diablo viste a la moda) o la familia Corleone (El Padrino) son villanos que tienen una historia lo suficientemente construida que lleva a que sus acciones sean reconocidas y, en algunos casos, justificadas. Pero, un momento, seguramente estarán pensando que cuando hablo de “acciones” se les viene a la mente un asesinato, una explosión, etc. y no es así. Estos villanos, dentro de muchos otros en la historia del cine, no solo son cuando ocurre algo que vaya en contra de los códigos civiles de la humanidad sino también esos actos de celos, envidia, comentarios, etc. que denotan no solamente una irrupción en la misión del héroe sino que también, tácitamente, dan a conocer las inseguridades, los miedos y temores de aquellos que buscan salir con su cometido (ya sea este destruir una ciudad o simplemente no dejar que su pareja crezca en su carrera profesional).

Para finalizar, no se sientan mal cuando quisieron decir algo en algún momento y no tuvieron la suficiente valentía para hacerlo, recuerden que hay una película para todo y en esos casos es donde deben buscar aquella donde lo que importe no sea la historia o el héroe sino la vida del villano y seguramente podrán hacer catarsis de ese momento incómodo que vivieron.

Recuerden: “Mueres siendo prudente o vives y opinas lo suficiente para volverte un villano”.