Paris, Texas: Observador de caminos solitarios

La filosofía comienza mirando al cielo. En los lugares lejanos, espera silenciosamente, ni tan lejos ni tan fácilmente al alcance. En una noche del año pasado, vi "Las alas del deseo" y Wim Wenders consoló el dolor terrenal con las alas angélicas, convirtió la especulación filosófica en encantadora y milagrosa, retirando la amargura y la decadencia de lo mundano. Luego, cuando vi "Paris, Texas", ese sentimiento comenzó a reavivarse. Mi sensibilidad y vulnerabilidad internas surgieron, acompañadas por un sentimiento de ausencia de humanidad y las incertidumbres de la vida. Todo fue muy cautivantemente inolvidable.

Absurdidad poética: Algunos piensan que "Paris, Texas" es algo absurda, como si trascendiera la base del mundo racional, y que posee un núcleo más espiritual que le da vida a la rebelión, las contracorrientes y la libertad salvaje. En "Teoría estética", Adorno resume lo absurdo al establecer lo siguiente: "Traicionan las posibilidades de la naturaleza, no las posibilidades del interior".

Las películas poéticas de Wenders tienen esta cualidad abstracta que desafía la lógica convencional y manifiesta el significado de la vida en medio de la fragmentación y llegando al final, revive el amor y el impulso de vivir dentro de la absurdidad de la realidad. En medio de lo surrealista, la vida encuentra su esencia, rejuveneciendo el amor y el impulso de la vida dentro de la absurdidad de la realidad, lo que representa una atmósfera conmovedora e introspectiva que resalta la inevitabilidad de los problemas terrenales y las barreras insuperables entre las personas.

Desde la perspectiva de la catarsis emocional y el ambiente temático, Wenders usa una estrategia de tentación y atractivo, lo que cambia la película del despertar de los mundos internos de los personajes a su descenso subsecuente. Él integra a la perfección los temas de la hermandad, las relaciones entre padres e hijos y los vínculos conyugales, y resalta un sentimiento de cansancio por el mundo, la soledad inexplicable de la vida y el sentimiento insuperable de alienación entre los individuos en la atmósfera melancólica e introspectiva. En dicho mundo, la alienación, el escape, la deambulación y el distanciamiento se vuelven temas eternos de la humanidad. Independientemente del proceso, el mundo humano parece estar atrapado en un ciclo y un bucle, donde el comienzo y el final están caracterizados por la deambulación.

La búsqueda y la deambulación

La primera capa de la película despierta los mundos emocionales internos de los personajes a través del amor fraternal, las relaciones entre padres e hijos y los vínculos conyugales. Travis deambula por los vastos desiertos del oeste estadounidense, lo que representa la desolación y el vacío de su mundo interno. Su meta principal, que es buscar un lugar llamado Paris, Texas, se desvanece en la oscuridad a medida que merodea por el desierto de Texas. Gradualmente, el torbellino interno y los recuerdos de Travis se sacuden, principalmente a través de la guía persistente y la influencia de su hermano, Walt. El camino de Travis no es meramente físico, profundiza aún más en las complejidades de las relaciones humanas al revelar la futilidad de los problemas de la vida y las barreras inevitables entre los individuos.

En la primera capa, la ausencia del lugar llamado "Paris, Texas" en la película es en realidad una metáfora de la realidad. No solo nutre el amor entre los padres, sino que también simboliza el lugar de origen del protagonista. A medida que los personajes navegan su anhelo de un amor hermoso y la exploración de la vida, parece que los atrae un vórtice de una "decadencia autoinfligida". Finalmente, es el propio hermano del protagonista, Walt, con su guía e influencia persistentes, que despierta los pensamientos y recuerdos latentes de Travis. Esto marca la salida del protagonista de un estado de deambulación infinita.

Calidez y renacimiento

La segunda capa de la película comienza con Travis reuniéndose con su hijo, Hunter, y representa elocuentemente la evolución de su relación desde el rechazo hasta la aceptación, al usar el lenguaje de la humanidad para narrar las emociones entre el hombre y el niño. Inicialmente, hay un conflicto importante en la relación entre padre e hijo, ya que Hunter siente completamente miedo y rechazo hacia este padre que apareció recientemente, ambos en términos de aceptación y expresión emocional. La diferencia más obvia yace en su comprensión de las experiencias de la vida, mientras que el padre quiere caminar a casa con su hijo desde la escuela, el hijo muestra incomprensión e insatisfacción. Sin embargo, todas estas nubes se disipan cuando los dos vuelven a ver un video, lo que marca la restauración de un vínculo común entre el padre y el hijo emocionalmente. No está ansiosa por mostrar el distanciamiento entre padre e hijo ni exponer prematuramente temas extremadamente grises. En su lugar, está impregnada de cuidado humanístico, consolida gradualmente emociones, lo que permite que el amor familiar encarrile la vida marginal de Travis y deja que el resplandor de la humanidad se deje ver como calidez. Por supuesto que no podemos interpretar simplemente esta parte como el asentamiento de las bases de la tercera parte ya que parte de la realización emocional que a los personajes les falta viene precisamente de la tolerancia y la telepatía inherente de la relación entre padre e hijo, lo que es un signo importante del despertar espiritual de Travis.

Liberación y distanciamiento

La tercera capa de la película gira en torno al evento central del padre y el hijo que buscan a su madre perdida por muchos años, lo que eleva al amor a una posición importante al conectar relaciones entre personas. A lo largo de su ardua búsqueda, la comprensión tácita entre el padre y el hijo genera un leve alivio para el alma cansada de Travis, un alivio que al final es una pista de su decisión de continuar con el distanciamiento al final. Si la segunda capa sugiere que Travis encuentra su propia vida a través de su relación con Hunter, entonces esta capa obviamente muestra la representación conmovedora de perder un amor sincero.

Como resultado, las fantasías hermosas sobre el amor se convirtieron en amor distorsionado, violencia familiar desolada y manipulación de la apariencia bajo las presiones de la vida, entre otras. El símbolo del amor hermoso, "Paris", le da camino completamente a la cruel realidad representada por el desierto de Texas aquí.

Al final de la película, bajo las tenues luces de las calles, Travis se acostumbra a ese distanciamiento, esa búsqueda y deambulación infinitas. El camino por delante permanece un laberinto irresoluble para él. Viene y va, lo que lleva a un destino desconocido. Cada giro, cada salida lleva a una metáfora desconocida. El mapa es muy abstracto, no puede explicarlos. Solo la desolación y el silencio antes de él parecen llamarlo como una sinfonía. El camino se extiende en la distancia, como si lo guiara una fuerza divina.

Deambulación eterna en el camino: Algunos críticos de películas interpretaron la búsqueda incesante de un lugar llamado "Paris" en el desolado desierto de Texas como el intento de Wenders de combinar la actitud de libertad estadounidense con la actitud racional europea. Aunque puede que haya alguna conexión entre las experiencias personales de Wenders y sus prácticas, enredarse en esta perspectiva puede hacer que se pase por alto la calidez y el encanto de la película. En realidad, el camino es el elemento visual principal de esta película, que se extiende infinitamente, representando la trayectoria de vida de un individuo, mostrando el dolor indescriptible, la deambulación eterna del camino, todo lo que forma una correspondencia y compone directamente un camino emocional humano moderno. Y estos son similares al estado espiritual personal de Wenders, que evoca la relación de la comunicación cultural y la integración, como dos orillas.

En términos de estilo narrativo, "Paris, Texas" hereda el tono sereno y casi lírico de Wenders de "En el curso del tiempo". Podemos ver que Wenders usó el lenguaje cinematográfico de Ozu Yasujiro con fuerza considerable, gentil, limitado y casi completamente evitando la edición de montaje, lo que se convirtió en una marca distintiva de las películas de carretera de Wenders.

La deambulación y la migración constante humanas modernas, como se representan de acuerdo al lente de Wenders, presentan un estado de desolación e indiferencia. Los autos y los caminos, estas dos "máquinas" frías, se vuelven aisladores entre los sentimientos de las personas. La migración, el distanciamiento y los viajes se vuelven ruidos incesantes en el oído, esta es la marca de Wenders.

Otro maestro de lo visual, Antonioni, quien deambula en el camino junto a Wenders, tiene películas de carretera con un tipo de elegancia épica. Si Antonioni usa imágenes de carretera para continuar la historia desde los éxitos homeristas, usar películas para liberar el alma depositada en mármol, entonces Wenders usa las imágenes de carretera para delinear un mundo humano desolado, al utilizar lentes para explorar la soledad y la alineación del mundo.

… Bajo el camino, la madera en descomposición parece comenzar a organizar un viaje sin terminar, enrollando su cuello cansado, preparándose para embarcar el próximo viaje.