El sensible cine de Hirokazu Kore-eda: Una oda a la familia, la memoria y la humanidad

Hirokazu Kore'eda Readies 'Still Deeper Than The Sea' - Variety

POR JERÓNIMO CASCO

6 de JUNIO del 2024, 00.31 AM | UTC-GMT -3

Considerado como el "Yazujiro Ozu de la era moderna del cine”, Hirokazu Kore-eda nació un día como hoy de 1962 en Tokio. Poco más de un año después, Ozu se iba de nuestro plano. Por lo tanto, esas comparaciones que pueden surgir efecto como una especie de reencarnación artística no parecen ser tan desacertadas. Kore-eda es uno de los cineastas más destacados y respetados en tierra japonesa, conocido por su sensible capacidad para explorar con profundidad la condición humana. Su obra se caracteriza por un enfoque en lo cotidiano y lo familiar, y cómo a través de sus obras examina temas universales como la familia, la pérdida, la memoria y la identidad.

Con el pasar de los años ha demostrado un interés particular en las dinámicas familiares como eje de todos sus relatos, explorándolas cómo desde múltiples ángulos y situaciones las personas pueden ser afectadas por las decisiones tanto de la sociedad como de sus seres queridos. En Nobody Knows (2004), la historia gira en torno a cuatro niños abandonados por su madre en un apartamento de Tokio. Esta película, basada en un caso real (como la gran mayoría de su filmografía), es un retrato desgarrador de la resiliencia infantil y la negligencia parental. Kore-eda aborda la vulnerabilidad de estos niños con una sensibilidad que evita el sensacionalismo, presentando su lucha diaria con una honestidad cruda y conmovedora.

FAMILIA Y MEMORIA

Otra de sus obras maestras, Like Father, Like Son (2013), plantea un dilema tanto moral como emocional cuando dos familias descubren que sus hijos fueron intercambiados al nacer. ¿Cómo reaccionaríamos ante esta noticia? La película examina las nociones de paternidad, maternidad, naturaleza vs. crianza y el verdadero significado del amor familiar. A través de una narración pausada (como eran las de Ozu), Koreeda nos invita como espectadores a reflexionar sobre qué es lo que realmente define a una familia: ¿La sangre? ¿El legado? ¿O lo es la enseñanza de los valores, venga de quien venga?

Pero también la exploración de la pérdida y la memoria es otro tema recurrente en su filmografía. En Still Walking (2008), una familia se reúne para conmemorar el fallecimiento de un hijo que murió ahogado hace 15 años. La película, inspirada en la propia experiencia del director con la muerte de su madre, es una meditación interna sobre el dolor, el arrepentimiento y las complejas relaciones familiares. Kore-eda utiliza su característico enfoque minimalista, con silencios y pequeños gestos que dicen casi lo mismo (o en varias ocasiones, mucho más) que los propios diálogos. Nos muestra con un enorme tacto cómo la vida nos moldea con el tiempo y nos hace cambiar nuestra filosofía, esa que creíamos inalterable tiempo atrás.

HUMANIDAD ANTE TODO

After the Storm (2016) aborda la vida de un hombre que lucha por reconciliarse con su pasado y su familia después de la muerte de su padre. La película nos presenta a un protagonista defectuoso pero profundamente humano, cuyas aspiraciones y defectos son universalmente reconocibles. Kore-eda usa una narrativa ceremoniosa para explorar cómo las personas lidian con sus fracasos y buscan redención constantemente, tropezándose con la misma piedra una y otra vez, hasta llegar al famoso punto de no retorno. ¿Será que existe tal punto o estamos destinados al no aprendizaje?

Uno de los puntos más interesantes de Kore-eda como director es la notable habilidad que tiene para encontrar belleza y significado en los momentos más ordinarios de la vida. Sus películas se desarrollan en escenarios cotidianos, y su atención al detalle en la representación de la vida diaria es uno de sus sellos distintivos. En Our Little Sister (2015), tres hermanas descubren que tienen una media hermana después de la muerte de su padre. La película sigue el desarrollo de sus relaciones parsimoniosamente, y nos muestra como esta hermandad encuentra consuelo y alegría en su nueva dinámica familiar. La narrativa se centra en los pequeños momentos compartidos, como las comidas y las caminatas, que construyen una imagen vívida y emotiva de la familia como concepto.

EL GRAN SALTO

En Shoplifters (2018), Koreeda presenta a una familia atípica que sobrevive mediante pequeños robos en tiendas de barrio orquestados con maestría y mucha discreción. La película, que ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes, desafía las nociones tradicionales de moralidad y familia, y muestra cómo las conexiones humanas pueden surgir en los lugares más inesperados. A través de una mirada compasiva y optimista, Kore-eda revela con su lente las complejidades y contradicciones de sus personajes, humanizándolos y haciendo que el espectador cuestione sus propios prejuicios.

Su estilo narrativo es contemplativo y deliberado. Prefiere construir sus historias a través de pequeñas interacciones y detalles, en lugar de grandes eventos dramáticos. Su enfoque en el realismo (producto de su devoción por la idea de que el cine debe documentar y relatar a la vez) y la autenticidad de lo narrado se refleja en su elección de casting, pero también la forma en que dirige sus interpretaciones. Su forma de trabajo al respecto mezcla actores no profesionales con estrellas del cine japonés, pero sobre todo elige a sus intérpretes por su capacidad de aportar una sensación de naturalidad y verdad a sus personajes, sean quienes sean, algo que se pudo ver en su última obra maestra, Monster.

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