Herencia Siniestra: una de Cronos

Dos hermanos gemelos son separados al nacer por unos secuestradores y se reencuentran treinta y pico de años después gracias a una app que relaciona información genética.

Vamos a empezar señalando lo positivo: la economía de personajes y locaciones para contar la historia. También se destaca una fotografía muy cuidada y la actuación de Carloto Cotta que interpreta a los dos gemelos. Su actuación es más que un cambio de vestuario y una peluca: la forma de caminar; la postura de los brazos y hombros; el ritmo la dicción marcan bien dos identidades diferentes con el mismo rostro. Todo el film está impregnado por el mito de Cronos y hay un juego de ingenio en detectar las referencias que van desde lo obvio (la cruz con el semicírculo de la hoz) hasta la mención de Goya. Estás mismas referencias son un arma de doble filo porque también hacen mucho más previsible la trama. El maquillaje y las prótesis faciales no hay certeza sobre si fueron un acierto: cumplían con el objetivo de mostrar una grotesca y e inútil resistencia al envejecimiento, pero también eran una parodia a la duquesa de Alba.

Otro punto a favor fueron los temas de la historia, bastante corridos de los más transitados y repetidos por el género… aunque no queda tan en evidencia cual es el género. Se publicita como una historia de Terror, pero no tiene esa clara intención de asustar, inquietar o incomodar. Es una película muy limpia en su estética, con una ausencia total de repulsión y de jumpscares. Tampoco podemos afirmar que es de suspenso, pues no cumple con la definición de Alfed Hitchcock: «el espectador sabe más que los personajes y de ahí viene la tensión». Entonces, ¿qué es? ¿Un drama sobrenatural?

Es la historia del reencuentro del gemelo extraviado con su hermano y su madre y el descubrimiento de un secreto familiar. El guion oscila entre lo previsible y lo que queda sin explicar… y no deja pistas para poder deducir y explicar los huecos. En las escenas en que el espectador debería quedar impresionado, se escuchan carcajadas y la risa siempre es más contagiosa que el miedo. Con más ajustes y trabajo, podría haber sido una película mucho mejor, pero no excelente, que resaltaría por una fotografía superior a promedio y un argumento alejado de los lugares comunes.

¿Qué se le podría haber agregado? Un buen giro al final que supere y enmiende lo previsible de la historia, y lo más importante: una proyección de prueba para identificar las escenas que accidentalmente son cómicas y reeditarlas. Sin quererlo, el director creo escenas de auténtica comicidad, de las que el espectador después no puede salir y sigue tentado a seguir riendo.