Secuelas, remakes y todo lo demás: ¿si o no?

Esta es una pregunta con una respuesta muy difícil de obtener; Por un lado tenemos esa horrible secuela de Matrix donde todos los involucrados parecían no querer estar ahí , olvidadas están esas increíbles secuencias de acción ahora solo tenemos un montón de efectos CGI que siempre parecen verse planos y con una paleta de colores que recuerdan a un aburrido pasillo de hospital; No olvidemos esas secuelas-legado sobre la trilogía de Halloween y El Exorcista que ignoraron mucho de lo hecho antes, imaginen la baja calidad de esas películas. Y lo que es peor, tenemos el caso donde películas que se planearon para ser únicas se ven arrojadas en una vorágine de series donde la calidad baja cada vez más, como con Star Wars (con secuelas que frivolizan la guerra que retratan, sin ninguna profundidad psicológica evidente, con excepción de “Rogue Squad”), Batman Inicia (a pesar de la participación de Christopher Nolan las secuencias de peleas, los tiroteos, las supuestas habilidades detectivescas de Batman; Nada funciona debido a una falta de lógica y sentido común, Nolan y su hermano no tuvieron suficiente tiempo para pulir los guiones), todas esas películas de Terror en los años 80s y sus respectivos remakes donde la calidad escasea (Aquí hay que mencionar que los mismos fanáticos no son muy exigentes respecto a la calidad pero aún así). Lo que más me decepciona de todo esto es que Hollywood sabe que explotando nuestra nostalgia pueden conseguir una buen taquilla, creo que si te gustó una película es mejor verla una y otra vez que ver una secuela de menor calidad.

Pero por el otro lado tenemos esa secuela que Disney produjó a El mago de Oz, casi cuarenta años después, créanme, es muy buena, respeta lo establecido en la anterior película y enriquece ese universo agregando personajes frescos y nuevas dinámicas con una cinematografía digna y una hechura muy propia de un clásico.

Otro caso a mencionar es el caso de George Miller y su serie de películas de “Mad Max”, cinco trabajos, con diferentes resultados pero de alguna manera Miller logró imprimir su estilo a todas ellas, algo inusitado.

Y no olvidemos La cosa del otro mundo que John Carpenter filmó en los 80s, un remake en toda regla que reinterpretaba el cuento original de “Who goes there?” de John W. Campbell actualizando la idea con la paranoia muy en boga en esos años además de un uso de la animatronica que aún ahora resulta sorprendente e impactante.

Así que las secuelas y remakes pueden ser lo peor que le puede suceder al Cine pero por el otro lado pueden ser una gran oportunidad para que una nueva generación pueda reinterpretar una buena historia.

Soy un idealista, si me perdonan la expresión, así que creo que nosotros, la audiencia, podemos influir la calidad de las películas que Hollywood produce, incontables secuelas que son más atracciones de feria que otra cosa o películas reales, con corazón, con una verdadera inquietud creativa detrás.

Así que vayan al cine, apaguen su celular, disfruten su película, nos vemos ahí.