Desde el estreno de "Terminator" en 1984, el cine ha explorado incansablemente la relación entre la humanidad y la inteligencia artificial (IA). Películas como "Aliens", "Yo, Robot" y un abanico más amplio han alimentado nuestras fantasías y temores sobre el potencial de la IA. "ATLAS", la última incursión en este vasto universo cinematográfico, protagonizada por Jennifer Lopez, pretende ofrecer una nueva perspectiva, pero termina siendo un recorrido más por terreno familiar.
Uno de los aspectos más destacados de "ATLAS" es su guion, que si bien tiene momentos intrigantes y giros interesantes, no logra escapar del molde establecido por sus predecesoras. La trama juega con la posibilidad de un futuro distópico donde la IA amenaza la existencia humana, un tema que ha sido explorado hasta el cansancio en el cine de ciencia ficción. A pesar de algunos destellos de originalidad, el guion se siente como un refrito de ideas ya exploradas en profundidad en otras películas.
Las secuencias de acción y el diseño de producción de "ATLAS" tampoco ofrecen nada nuevo. Las escenas de combate y persecución son competentes pero carecen de la chispa necesaria para destacar en un género tan saturado. El diseño de la IA y sus efectos visuales tampoco sorprenden, lo que resulta en una experiencia visualmente poco estimulante.
Sin embargo, el mayor tropiezo de "ATLAS" reside en su elenco. Aunque Jennifer Lopez es una actriz talentosa, su elección para el papel principal no logra generar el impacto deseado. La falta de química entre el elenco y la falta de carisma en los roles principales restan credibilidad a la historia. Es difícil sentir empatía por los personajes cuando estos carecen de profundidad y desarrollo.
La importancia del casting se hace evidente al comparar "ATLAS" con otras películas del género protagonizadas por actores taquilleros. La presencia de un elenco más sólido podría haber elevado la película y atraído a una audiencia más amplia. Sin embargo, el elenco actual no logra conectar con el público de la misma manera, lo que contribuye a que la película pase desapercibida en las salas de cine.
En última instancia, "ATLAS" se siente como un mal remake de todas las películas de ciencia ficción que la precedieron. Su intento de abordar temas relevantes sobre la IA se ve empañado por su falta de originalidad y su incapacidad para ofrecer algo nuevo al género. Aunque el guion tiene sus momentos, y la puesta en escena es competente, la película no logra destacar en un panorama cinematográfico saturado de historias similares. En lugar de inspirar reflexión sobre el futuro de la IA, "ATLAS" deja a su audiencia con la sensación de haber visto algo que ya conocían demasiado bien, la IA apenas empieza a florecer, este tipo de producciones nefastas en donde se malpone un avance tecnológico para la humanidad, predice su fin ya que el hombre evoluciona y el futuro de la raza humana de mano de la IA es un infinito mar de posibilidades, solo imagine usted poder fusionar el cuerpo humano con la IA, cosa que ya esta ocurriendo de la mano de Elon Musk. Este film no lo volvería a ver.


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