Aunque cueste creerlo hoy en día, en México se han realizado películas que no solo han marcado al cine mexicano, sino al cine en general.
Una película que lo hizo, justo empezando el siglo XXI, es Amores perros, una cinta que cuenta tres historias paralelas que se entrelazan a través de un accidente de transito en la Ciudad de México.
Opera prima del director Alejandro Gonzalez Iñárritu y el guionista Guillermo Arriaga, la historia de esta película gira en torno a estos dos hombres.

Origenes
Nacido el 13 de Marzo de 1958, Guillermo Arriaga Jordan creció en la zona sur de la Ciudad de México. Fue el único niño de todo su barrio que asistió a una escuela privada, allí conoció lo que sería el clasismo, un conflicto muy recurrente en el país. A los trece años, perdió el sentido del olfato tras una pelea callejera, un hecho que marcaría su estilo narrativo.
A la mayoría de edad, estudió la carrera de Ciencias de la comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México, en la cual, terminaría dando clases, pero pronto se dio cuenta que su verdadera vocación era la escritura. En 1991, publico su primera novela Escuadrón Guillotina.

Un día, durante un viaje en carretera, Arriaga choco su coche contra otro. A partir de allí, se obsesiono con todo lo que sucedió antes, durante y después del choque.
Así que decidió tomar dos textos que estaba escribiendo por separado y entrelazarlos en un accidente de transito.
La primera historia era sobre Octavio, un chico de los barrios bajos que pelea a su perro en las peleas clandestinas y esta enamorado de Susana, la novia de su hermano Ramiro. Arriaga se inspiró en su perro de la infancia, el cual un día se le escapo de su casa, y cuando unos amigos se lo regresaron, le dijeron que había matado a otro perro.
La segunda historia era sobre el Chivo, un vagabundo rodeado de perros, y quien años atrás era un guerrillero de la liga comunista 23 de Septiembre, y ahora trata de volver a tener contacto con su hija a quien abandono cuando era bebé. Un personaje inspirado en el padre de un amigo del guionista, que se había unido a la guerrilla para traerle un mundo mejor a su hijo y terminó asesinado por sus compañeros.
Al ver que no era posible llevar esas dos historias a una novela, decidió convertirlas en un guion cinematográfico llamado “Perro negro, Perro blanco”. La pregunta era: ¿quién iba a dirigirlo?
Colaboración con el director
En una conferencia en su antigua universidad, Arriaga conoció al entonces publicista Alejandro Gonzalez Iñárritu, quien ha dedicado su carrera a producir y dirigir comerciales para la televisión, incluso fundó su propia casa productora Zeta Film, pero por muchos años, soñaba con hacer cine.
Cuando Arriaga le dio a leer su guion, Iñárritu quedó fascinado con la propuesta narrativa, pero no se conformaba con solo dos historias. Así que le sugirió al guionista agregar la trama de Valeria, la modelo que se queda incapacitada tras el accidente y su perro entra por un agujero en el suelo del cual no sale. La historia se inspira en la anécdota de un amigo del director, cuyo perro también quedo atrapado bajo el suelo, pero a diferencia de la película, este no fue rescatado.

El título original era “Perro negro, Perro blanco”, pero a Iñárritu le pareció muy largo y no lo suficiente dramático, así que le propuso a Arriaga, el definitivo: “Amores Perros”.
La escritura del guion, tardó tres años y Arriaga elaboró 36 tratamientos.
Pre–producción
Terminado el guion, Iñárritu no solo se propuso a dirigirlo, sino también a producirlo con su productora Zeta Film.
El productor/director contó con viejos colegas y socios como el fotógrafo Rodrigo Prieto, la diseñadora de producción Brigitte Broch y el director de casting Manuel Teil.
El primer paso era encontrar a los actores que interpretarían a los personajes.
Para el papel de Octavio, se escogió a Gael García Bernal, quien ya tenía experiencia en la actuación desde niño en la televisión, uno de sus éxitos fue la telenovela infantil El abuelo y yo.
Cuando obtuvo el papel en Amores Perros, estaba en una escuela de actuación en Londres, así que tuvo que mentir que estaba muy mal de salud para regresar a México a filmar la cinta.
La actriz española Goya Toledo y el actor mexicano Emilio Echeverría fueron escogidos para los otros dos personajes protagónicos: Valeria y el Chivo.
Y el resto del elenco estaría formado por Marco Pérez, Vanessa Bauche, Humberto Busto, Adriana Barraza, Álvaro Guerrero, Gustavo Sanchez, Jorge Salinas y Gerardo Campbell.

En el guion, las tres historias estaban ambientadas en diferentes zonas de la Ciudad de México.
Cuando Iñárritu y todo su equipo de scouting revisaron la casa donde se filmarían las peleas de perro, fueron asaltados por una pandilla de delincuentes juveniles. Con tal de regresar a la locación, el productor tuvo que negociar con los asaltantes, contratándolos como seguridad para el rodaje y como extras, y estos aceptaron. Eso sí, no devolvieron lo que robaron.
Se pensó que la casa del Chivo fuera una casita en lámina, pero encontraron una vecindad abandonada, la cual, era perfecta para el personaje.
El propio Iñárritu decidió usar su propia casa y hasta la misma Zeta film como locaciones para el antiguo hogar y la oficina del personaje de Daniel.
Rodaje
La filmación de Amores Perros inicio por 1999, y fue un rodaje bastante complicado para ser una producción mexicana.
Las secuencias del choque fueron filmadas en el cruce de las calles Juan Escutia y Atlixco en la colonia Condesa de la Ciudad de México, y se usaron nueve cámaras alrededor para no tener que repetir todo.
El coche de Octavio fue manejado por un stunt, y el de Valeria a control remoto con un dummy adentro. Uno de los coches arrollo por accidente un taxi, el cual se tuvo que pagar después.

Para las escenas de las peleas de perros, se contrataron a entrenadores para hacer que los canes simularan estar peleando, aunque si se les coloco bozales transparentes para que no se llegar a dañar. También los perros fueron sedados por veterinarios para que así aparentaran estar heridos y muertos. En palabras del director: “trate mejor a los perros, que a los actores”.
Y hablando de los actores, los principales, tuvieron un reto a la hora de interpretar a sus personajes.
Tanto Gael y el actor Gustavo Sanchez Parra, le tuvieron fobia a los perros cuando compartían escenas.
La actriz Goya Toledo, se la pasó en la silla de ruedas y con el aparato ortopédico durante todo el rodaje para así sentirse discapacitada.
El actor Jorge Salinas pasó atado incluso en las horas para comer, para sentirse secuestrado.
La escena en que el Chivo asesina a un hombre en el restaurante japonés, se filmó el mismo día en que asesinaron al reportero mexicano Paco Stanley , del cual, se hizo recientemente una serie para Prime Video.
Las escenas del cementerio se tuvieron que volver a filmar, ya que las cintas originales se incendiaron por un error químico.
El mismo Iñárritu apareció en una escena como diseñador de revista, como un tributo a su antiguo trabajo de publicista.
Gerardo Campbell, quien interpretó al organizador de las peleas de perros, murió unos días antes de que la película llegara a estrenarse, así que, Iñárritu le rindió un homenaje en los créditos.
El papá de Gael, el actor José Ángel García apareció como el chofer de autobus que le habla a Octavio en la estación. Esto fue un momento emocional para Gael, ya que él y su padre no se habían visto por algún tiempo.

Edición y post-producción
Terminada la filmación, Amores Perros ahora tenía que pasar al proceso de la edición, la cual, tuvo un periodo de siete meses.
Originalmente, el corte inicial eran de 178 minutos. Iñárritu se lo mostró a su amigo, el también director Alfonso Cuarón, y este llamó a su amigo Guillermo Del Toro. Fue Del Toro, quien le sugirió a Iñárritu, recortar la película unos veinte minutos, dandole su corte final de 158 minutos.
A partir de allí, nació la famosa amistad entre estos tres cineastas, que se ganaron el apodo de “The Three Amigos”.
De las escenas que fueron eliminadas, hubo dos de la historia de Daniel y Valeria; en la primera Daniel ayuda a Valeria a ir al baño, y en la segunda tienen una discusión porque él va ir a ver a sus dos hijas. Iñárritu se ha arrepentido de eliminar esas dos escenas, porque fortalecían la relación entre ambos personajes. Y de hecho, de las tres historias de la película, la de Valeria ha sido la más criticada.
Originalmente, la película terminaría con una toma de la casa del Chivo y se oirían dos disparos, o sea, que uno de los hermanos que se quedaron allí, logró alcanzar la pistola y asesinar al otro, sin saber quien a quien. Al director le pareció que esto era como un cubetazo de agua fría y humor negro innecesario. A lo que decidió que la escena en la que el Chivo y el perro se iban al horizonte, daba un mejor cierre.

El compositor argentino Gustavo Santaolalla se encargo de componer la música original de la películas. Volvería a trabajar con Iñárritu en siguientes filmes. Además, también compuso la banda sonora del videojuego The last of us y su adaptación para serie.
La película también contó con canciones de bandas de rock latino como Café Tacuba, Control Machete y Bersuit Vergarabat.
El presupuesto de Amores Perros era de 1.5 millones de dólares, pero terminó de 2 millones, el resto salió del mismo bolsillo de Iñárritu.
Estreno y recepción

Amores Perros se estrenó el 14 de Mayo del año 2000, en el Festival de Cine de Cannes, y fue muy bien recibida por la audiencia y la crítica, pero la prueba de fuego, era en las salas de México.
El 16 de Junio de ese mismo año, fue todo un éxito en taquilla, generando 95 millones de pesos mexicanos.
Después, tuvo participación en diferentes festivales de cine, generando 20 millones de dólares internacionalmente. Hacía tanto tiempo que una película mexicana no generaba tanto éxito mundial.
Incluso el mismo Gael quedó sorprendido, pues pensó que la cinta iba a ser un fracaso, que le pidió al director una copia en VHS para al menos mostrarsela a su familia.
La crítica también alabo la cinta, por su estructura dramática, su calidad de producción, su majestuosa dirección y el talento de los actores.
Claro, no a todo el mundo le gusto Amores Perros, la película causó controversia por sus escenas violentas, sobre todo por las peleas de perros. Las organizaciones protectoras de animales se quejaron de estas escenas por “maltrato animal”, aunque como sabemos, ningún perro fue herido en la película, incluso se coloco un letrero en los créditos.
Eso no evito que la película fuera reconocida. Al año siguiente, Amores Perros fue nominada al Oscar y al Globo de Oro a la mejor película extranjera, pero ambas perdió ante la cinta china El tigre y el dragón de Ang Lee.
Amores Perros se llevo 11 Arieles, los premios cinematográficos de México, incluyendo el de Mejor Película.
Todos estaban contentos con el éxito de la cinta, todos menos Arriaga, pues sintió que Iñárritu se estaba llevando toda la gloria, y él estaba siendo ignorado a pesar de haber escrito el guion.
Eso no impidió que ambos siguieran trabajando juntos en sus siguientes películas ahora producidas en Hollywood: 21 gramos y Babel.
Sin embargo, en ambas producciones, los dos llegaron a tener diferencias creativas y hasta cuestiones sobre sus créditos como autores, así que ambos decidieron romper tanto su lazo profesional como amistoso y no volver a trabajar juntos.
En 2008, Arriaga estrenó su primera película como director/escritor The burning plain (el debut actoral de la ya reconocida Jennifer Lawrance). Y recientemente, a ejercido su carrera literaria con novelas como El salvaje y Salvar el fuego. En una entrevista, ha comentado que ningún próximo guion suyo iba a ser dirigido por alguien que no fuera él, o que no llevara su apellido.
Iñárritu continuo su carrera con los filmes Biutiful, Birdman y El renacido, en las dos últimas se llevó el Oscar a Mejo Director. Recientemente, ha vuelto a México a dirigir su última película
El Bardo.
Por su parte, Gael participo en las siguientes películas mexicanas Y tu mamá también y El crimen del Padre Amaro, las cuales también fueron exitosas.
Pero no solo ha triunfado en México, sino en el extranjero, en EUA y hasta España.
En 2017 dio voz al personaje de Héctor en la película animada Coco de Pixar, inspirada en la cultura mexicana y la festividad de el Día de Muertos.
Incluso también ha dirigido sus propias películas: Déficit y Chicuarotes.
Amores Perros es el claro ejemplo de que se puede crear una obra maestra cinematográfica viniendo de la mente creativa de un guionista y de la mano de obra de un director, aunque entre estos dos, haya algún que otro pleito.
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