Cómo Un Lugar en Silencio se ha convertido en lo que juró jamás ser 

Con el estreno de Un Lugar en Silencio: Día Uno (A Quiet Place: Day One, dir. Michael Sarnoski) a la vuelta de la esquina, esta franquicia se perfila como una de las más populares dentro del cine de suspenso moderno. Sin embargo, la primera película estuvo a punto de no hacerse porque tenían miedo de que fuera un fracaso. Entonces ¿cómo consiguió tener tanto éxito? Sigue leyendo si quieres saber cómo nació esta franquicia a partir de una película que casi no consigue ser financiada.

Por allá en 2018, Paramount Pictures volvió a nacer. Si bien la productora y distribuidora no había tocado fondo, se le resistían los éxitos en taquilla. El último, concretamente, había ocurrido en 2015 gracias a Misión Imposible: Nación Secreta (dir. Christopher McQuarrie). A partir de allí habían insistido con cintas como Star Treck: Sin Límites (2016, dir. Justin Lin), Jack Reacher: Sin regreso (2016, dir. Edward Zwick) y Ghost in the Shell: La Viligante del futuro (2017, dir. Rupert Sanders), pensadas para conquistar al público, pero que al final acabaron pasando desapercibidas. Sin embargo todo cambió cuando A Quiet Place se convirtió en un éxito improbable, y cuando digo improbable es porque realmente lo fue, al punto que estuvo a punto de no hacerse.

A Quiet Place: El making of de una película en la que nadie confiaba

Cuando la película llegó a cartelera, irónicamente, dio mucho de que hablar. Varias de esas pláticas giraban entorno a John Krasinski, su co-guionista, director y co-protagonista. Jim de The Office había dado el salto al cine y al terror, decían, pero Krasinski no estuvo solo en este proyecto, de hecho, ni siquiera estuvo al comienzo de su creación. La historia empezó en las manos de Scott Beck y Bryan Woods, los otros co-guionistas de la historia. Ambos cineastas venían de dirigir la cinta de terror Nightlight, y querían seguir con lo que habían hecho hasta ese momento pero también querían homenajear muchos de los clásicos mudos de los años 20.

El guión fue rechazado muchas veces

El guión, que ya estaba listo en 2016, no es muy diferente al resultado final que vemos en la película. La trama giraba en torno a una familia que lucha por sobrevivir en un mundo postapocalíptico en el que criaturas depredadoras con vista defectuosa pero oídos agudos arrasan los bosques y matan a cualquiera que tenga la mala suerte de caer a su alcance.

El plan A de Beck y Woods fue presentárselo a ejecutivos con los ya habían trabajado en el pasado y el rechazo fue contundente. Cuando llegaban con un guión de poco más de sesenta páginas y escasos diálogos, recibían la misma respuesta una y otra vez: No parece muy comercial, deberían rendirse [con su búsqueda de financiación]. Y, por suerte, no lo hicieron.

Ambos cineastas modificaron el guión, lo convirtieron en algo más parecido a "un tablero de monopolio" ya que en vista de que no habían casi diálogos, lo volvieron mas visual. Añadieron imágenes, mapas, etc. Y siguieron tocando puertas. Así llegaron a Brad Fuller y Andrew Form, cofundadores de la productora Platinum Dunes.

Si te suena Platinum Dunes, es porque es la productora que normalmente está detrás de los trabajos de Michael Bay o de cintas de terror súper famosas como Amytville o Pesadilla en Elm Street. Beck y Woods llegaron a ellos con guión completamente original, parecido a lo que habían hecho Walter Hill y David Giler con el de Alien. Según cuentan ellos mismos, el guión estaba repleto de imágenes e incluso anotaciones a mano. Por su parte, Fuller y Form sabían que ejecutivos en Paramount estaban buscando una historia original que pudiera rodarse con un presupuesto menor de 20 millones, y vieron en A Quiet Place su mejor opción.

La llegada de John Krasinski

Antes de que Paramount diera luz verde al proyecto, ya Fuller y Forn estaban contactando a John Krasinski para protagonizarla. El actor acababa de estrenar 13 Hours y estaba a punto de lanzar Tom Clancy's Jack Ryan, en Amazon. A priori, el actor de negó. Al parecer, el terror no era lo suyo, sin embargo, dijo que si la historia le parecía buena, lo pensaría. Y cumplió su palabra. Al poco tiempo de recibir el guión, el actor se volvió a poner en contacto con los productores, no sólo para comunicarles que sería el protagonista, además, había hecho unos cambios al guión.

Esta noticia vino seguida de una reunión con Krasinski donde dio más detalles de su visión de la película: eliminó una escena al inicio del primer acto "demasiado retrospectiva", se comprometió en contratar a una actriz famosa para el rol principal y a una actriz sorda para interpretar al personaje que tiene esta misma discapacidad. Después de la reunión, Fuller y Forn sabían que John no sólo sería el protagonista, también sería co-guionista y director del film. Además, con el nombre y la visión de Krasinski atada al proyecto, ejecutivos de Paramount decidieron darle luz verde al proyecto.

Pero la historia no se queda ahí. Se podría pensar que al contar con "el actor de The Office" todo empezaba a marchar más fácil, pero no. Krasinski venía de dirigir The Hollars, una comedia dramática que no había hecho ni un millón de dólares en taquilla, así que ni siquiera el actor era garantía de éxito. De hecho, algunos de los ejecutivos de Paramount que aprobaron el proyecto, fueron despedidos durante el proceso de producción y eso, muchas veces, es letal para los proyectos.

Cuando se proyectó por primera vez, aún sin finalizar, parece que ningún ejecutivo que la vio estuvo contento con el resultado. Sin embargo, nadie admite que haya sido porque no confiar en en la visión de Krasinski, sino porque no estaba terminada. Le faltaban los efectos visuales y pulir los efectos de sonido. De hecho, la película estuvo completamente lista tan sólo 18 horas antes de su primera proyección pública en el Festival de Cine South by Southwest y ahí fue donde todo cambió.

Un lugar en silencio (pero exitoso)

Las primeras críticas de la película salieron de su proyección en dicho festival; a las pocas horas ya tenía una certificación de 100% en Rotten Tomatoes y el hype de todo Film Twitter. Paramount, probablemente por primera vez desde que empezó a desarrollar el proyecto, confió ciegamente en este y gastó 5 millones de dólares en un anuncio del Super Bowl de ese año y otros cuantos más en publicidad.

Pero ¿a qué se le debe el éxito? Como sabemos, en Hollywood, muchas veces ser bueno no basta para conquistar la taquilla, así como muchas veces las que acaban recaudando más dinero, son las que tienen las críticas más flojas. A Quiet Place fue una rareza que encontró ambas cosas.

La película era buena porque detrás de ella tenía mentes brillantes que se empeñaron en traer una propuesta diferente al Hollywood de ese momento. Pero fue exitosa porque además de ser buena, era original.

El guión de Beck, Woods y Krasinski era capaz de evocar el más puro terror desde un acto tan básico como generar cualquier tipo de sonido. La idea, brillantemente ejectuda, estaba muy bien plasmada en la cámara, introduciendo a la audiencia en la historia. Como espectadora, me encontraba gente en las salas que incluso intentaba comer sus palomitas de maíz (pochoclos, cotufas, o como se llamen en tu país) intentando no emitir ningún tipo de sonido. La gente que fue a ver la película, no esperaban una cinta muda o con muchos diálogos, esperaban una buena dosis de suspenso y era precisamente lo que estaban recibiendo. Después de todo, para algunas películas la falta de diálogos no habían sido impedimento para conquistar la taquilla (Wall-E y The Revenant son dos ejemplos).

Woods y Beck estuvieron más de un año intentado sacar el proyecto adelante porque no se parecía a nada de lo que se estaba haciendo en ese momento (adaptaciones, remakes, reboots, secuelas) pero precisamente allí radica su éxito. Irónicamente, Hollywood en vez de aprender la lección y seguir apostando por historias pequeñas pero buenas y originales, convirtió A Quiet Place en eso que no quería ser: una franquicia. Dos años después de la película original, llegó su secuela, está vez protagonizada por Cillian Murphy. Y ahora, tres años después nos llega la primera secuela derivada de la historia.

Qué esperar de Un Lugar en Silencio: Día Uno

A Quiet Place: Day One como su nombre lo indica, va acerca del primer día en el que los extraños extraterrestres de la primera película invadieron la tierra, pero esta vez han introducido dos nuevos personajes interpretados por Lupita Nyong'o y Joseph Quinn. Necesaria o no, esperemos que la película esté a la altura de sus antecesoras y siga manteniendo a la—ahora—franquicia en ese pedestal donde siempre ha estado.

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