Repo! The Genetic Opera, la ópera rock que prometía

Spoilers

Durante el año 2000, Darren Smith y Terrance Zdunich se movieron por los espacios teatrales underground de Los Ángeles, presentando obras de diez minutos. Entre ellas, presentaron una que encantó al público: The Necromerchant’s Debt, la historia de un ladrón de tumbas endeudado con un Repo Man que reclama órganos. Al ver el acogimiento de la gente, Smith y Zdunich decidieron ir más allá y hacer más larga la historia, que seguían presentando en teatros, hasta llegar a una duración de dos horas. Pronto, la idea de un largometraje les pareció atractiva.

De esta forma, llegó a las manos de Darren Lynn Bousman (director de Saw II, III y IV) el guion teatral de Repo! The Genetic Opera, quien quedó encantado con la historia. A pesar de lo difícil que fue encontrar financiación, Bousman logró conseguir el apoyo de Lionsgate después de presentarles un cortometraje de algunos números musicales.

Al darles luz verde para realizar la producción, Bousman presentó una obra de 150 minutos, que en el corte final fue reducido a 98 minutos para su distribución. En él, presenta un mundo distópico donde la gente compra órganos a la empresa biotecnológica GeneCO para seguir viviendo, la cual está dirigida por Ritto Largo (Paul Sorvino). Si alguna persona no puede pagar, el Repo Man (Anthony Head) se encarga de recuperar los órganos y matar a los portadores. En medio de esto, se encuentra Shilo Wallace (Alexa Vega), una joven de 17 años que ha pasado toda su vida encerrada en su casa debido a una extraña enfermedad. Al buscar respuestas sobre su condición, va descubriendo que las cosas que su padre le decía no eran del todo ciertas.

Además de estos actores, también participan Sarah Brightman como Blind Mag, Paris Hilton como Amber Sweet, Nivek Ogre (Skinny Puppy) como Pavi Largo, Bill Moseley como Luigi Largo y el mismo Zdunich como el Graverobber.

Repo! The Genetic Opera cuenta con 64 canciones compuestas y 73 musicalizaciones en total, contando los diálogos cantados, lo que lo convierte en el musical con más canciones en el mundo. La mayoría fueron escritas y compuestas por Smith y Zdunich, Yoshiki Hayashi (X Japan) realizó la corrección musical y la banda sonora, artistas como Clown (Slipknot), Richard Fortus (Guns N’ Roses), Blasko, Tommy Clefetus y Joan Jett ayudaron con la banda sonora.

La música es uno de los fuertes de la película. Las guitarras eléctricas, las voces soprano de algunos actores y las letras oscuras complementan el gótico y tétrico concepto visual. Al ser una ópera rock, las mismas canciones cuentan la historia y es precisamente el guion –o la estructura narrativa, en realidad– el fallo más notorio en la película. Al momento de querer desarrollar una narrativa cinematográfica con un tiempo limitado, Smith, Zdunich y Bousman se enredan en varias tramas, un conflicto familiar débil y mucha cursilería.

La mala elección de protagonista contribuye principalmente a este problema. Aunque la película comienza con Ritto Largo y el Repo Man, Shilo hace avanzar la trama a través de sus acciones. Cuando parece que la película nos va a presentar un conflicto crudo sobre la pobreza y el poder industrial, nos introduce a una protagonista cuyo objetivo principal es conseguir la cura de una enfermedad que ni ella misma conoce; durante ese viaje, se va enterando de otros conflictos familiares, que al final no llevan a nada, porque todos los involucrados con su madre Marni terminan muertos.

De esta forma, Smith y Zdunich desaprovecharon dos personajes más interesantes: el Graverobber, quien realiza exhumaciones para crear la droga Zydrate y ofrecerla en los barrios bajos, además de tener una estrecha relación de negocios con Amber Sweet, quien termina siendo la heredera de GeneCo. Y Nathan Wallace o el Repo Man, quien tiene un conflicto interno sobre si ser padre o asesino, si cuidar a su hija o cumplir su trato con Rotti Largo, mientras la culpa por haber matado a su esposa lo carcome. Al ser Shilo la protagonista, los giros de trama se centran en su historia familiar y no tienen una sólida cohesión con el mundo a su alrededor.

Posteriormente, el incidente dramático sucede al mismo tiempo que nos presentan a la protagonista, cuando sale al cementerio y conoce al Graverobber, quien le (nos) enseña un poco del decadente mundo gobernado por GeneCO. Después, integran dos números musicales sobre la esposa de Nathan y los hijos de Largo, para luego regresar a Shilo y el primer giro de trama, cuando Rotti Largo le ofrece una cura, para fastidiar a Nathan, quien se casó con su antigua amada Marni. Solo de esto han pasado los primeros treinta minutos de metraje.

La historia no avanza con fluidez porque la información de algunas canciones repite lo que vemos en las escenas, por ejemplo, en las partes donde se muestran los flashbacks en forma de cómic –un gran acierto, que añade mucha personalidad a la película– y unas canciones después repiten ese mismo suceso. También, las tramas comienzan a amontonarse por los números musicales extensos de ocho personajes. Debido al tiempo, es tan complicado cerrar el arco de Rotti y su enfermedad, el arco de Mag y su huida de GeneCO, el arco de Nathan y su entrega al Repo Man, que deciden matarlos a los tres.

En consecuencia, llegamos a un clímax donde Shilo puede superar los síntomas de su enfermedad y es libre de los pecados de sus padres. Sin embargo, durante los créditos finales, aparece una canción entre Shilo y el Graverobber que da a entender que ella lo buscó para que le diera Zydrate, porque en su primer encuentro él le prometió que era la cura para todo. Es decir, el conflicto principal de Shilo tampoco se resolvió durante el metraje.

A pesar del entusiasmo y fe que le pusieron Smith, Zdunich y Bousman a la obra, el no estructurar bien algo tan vital como el guion hizo que la película quedara en un potencial desperdiciado, la cual no parece que llegará al reconocimiento de The Rocky Horror Picture Show, como Paris Hilton expresó que le gustaría que pasara.

Pero es precisamente ese entusiasmo, amor y confianza que pusieron todas esas importantes mentes creativas en esta película la razón por la que seguimos viéndola y, de alguna manera, disfrutándola. Para los fanáticos del terror, lo gótico, el gore, la ciencia ficción, el cine B, el Vkei, la ópera rock, este filme abarca todo lo que probablemente no volveremos a ver, porque pocos tendrán el valor de luchar por una visión y un concepto similares como Bousman lo hizo.

En resumen, Repo! The Genetic Opera tiene fallos narrativos graves, pero concuerdo en lo que muchas críticas sentencian: al verla, o la odias o la amas, y creo que si eres amante del género, la vas a amar mucho y verla repetidas veces, sin saber por qué.

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