
Cuando se habla de finales inesperados, no puede faltar esta película. Recomiendo ver la película antes de leer la reseña, pues su giro final está tan bien presentado, que una vez descubierto puede cambiar tu percepción total de la narrativa.
“The Book of Eli”, que se traduce directamente como “El Libro de Eli” es una de las mejores películas de la década del 2010 (y eso que recién empezaba).
Con magnifica fotografía y maestría de actuaciones, nos conduce a través de un mundo post-apocalíptico, donde los recursos vitales son tan escasos como la moral de los sobrevivientes. Un lugar hostil, donde un hombre carga consigo algo de mucho valor, buscando un lugar seguro para tal elemento. La película tiene excelentes escenas de acción, tan crudas como la realidad misma, pero no expuestas como un placer para el espectador. En serio, las coreografías y tomas en que se desarrollan los combates no son para aquellos que quieren ver una pelea exagerada y sin sentido; Sino una pelea sangrienta, pero realista y cargadas de emoción. En esta historia, la violencia es justificada por aquellos que la imponen, guiándose por sus humanos deseos de poder, lujuria, y desesperados intentos de supervivencia.
La película comienza treinta años después de que una guerra nuclear conocida como “el Gran Flash” devastase a la mayoría de la humanidad. Dicha guerra, además, logró que su toxico remanente abriese un agujero en la atmosfera, por lo que ahora los rayos solares son más fuertes de lo que acostumbramos, dañando a todos ser que no proteja sus ojos.
Eli, nuestro protagonista (interpretado por el magnífico Denzel Washington) ha caminado durante mucho tiempo, siguiendo una voz en su cabeza. Es un gran sobreviviente, siendo pocos los que llegan a su edad. Él pertenece al escaso conjunto de personas que presenció el mundo antes de la guerra, y carga consigo una pieza muy importante de la cultura de la humanidad: Una Biblia.
Se aprende en un comienzo que las biblias fueron destruidas durante los finales de la guerra, por lo que el ejemplar lleva consigo es el último. Este se ha formado con la misma, leyéndola a diario durante los treinta años que la tierra ha vivido luego del Gran Flash. Eli recorre los caminos de lo poco que queda de Los Estados Unidos, buscando un lugar en la costa oeste, pues así lo indica aquella voz que sólo el escucha. En su camino debe cazar para alimentarse, y luchar contra ladrones, asaltantes, caníbales y demás seres atroces que frecuentan las casi desiertas rutas.
De tal modo llega a un pequeño pueblo, gobernado tiránicamente por nuestro antagonista principal. “Carnegie” (traído a la vida por Gary Oldman) es también un hombre que vivió la vida antes de la guerra. Asquerosamente codicioso, pero intelectual y algo macabro. En su asentamiento él ofrece agua, comida y otros placeres para aquellos que saquean los alrededores y le traen los pocos tesoros que puedan encontrar, siendo su principal objetivo los pocos libros que han sobrevivido al paso del tiempo. Siempre centrándose en encontrar una biblia, ya que tiene recuerdos de cómo esta se usaba para dominar a las masas. La ve como un arma excepcional, y sabe que él mismo es una de las pocas personas que puede blandirla como tal, pues en su actualidad es una de las pocas personas que saben leer.
Cuando Eli y Carnegie cruzan sus caminos, tenemos las dos caras de la moneda. Aquel que desea usar la fe como una herramienta para explotar al prójimo, impulsado por la codicia y la soberbia; Y por otro lado un defensor de la palabra escrita, que desea cargar el conocimiento como una responsabilidad, arriesgándose para que esta llegue a un lugar donde la gente pueda tomar sus enseñanzas con mesura.
Carnegie tiene una esposa ciega, y una hijastra, llamada Solara (interpretada por Mila Kunis). Es esta última que él usa para tratar de convencer a Eli de que le entregue su tan preciado libro. Bueno, en un inicio. Eli se niega, y gracias a sus letales habilidades logra escapar de los incesantes ataques que emplea Carnegie y todos los mercenarios que este lidera. Solara decide huir del pueblo, acompañando a Eli en su travesía, convencida de que estará siempre segura junto a este y su amplio despliegue de violencia cuando requiere defenderse. Su ciega madre piensa lo mismo, a pesar de que ella debe quedarse como pareja de Carnegie.
Carnegie, utiliza sus últimos recursos de hombres, armas y vehículos para darles caza, acorralándolos cerca del final de la película. A lo largo de diferentes conflictos, la pareja logra huir hacia el oeste, pero Elí termina herido de gravedad y sus días están contados. Y para cerrar la apatía del momento, Carnegie y el último de sus hombres se han hecho con el preciado libro de Eli luego del último enfrentamiento.

El villano regresa a su pueblo, que está al borde de la anarquía debido a la escases de los matones que lideraba Carnegie, además de tener este una herida infectada y pocos recursos para reclamar el poder que ejercía anteriormente. A este no le importa, está desesperado por instruirse con la biblia, pero esta se encuentra cerrada por un candado. Mientras uno de sus hombres se dedica a la ardua y delicada tarea de forzar la cerradura de la biblia, Eli y Solara llegan a la costa Oeste. Allí toman un bote de remos y se dirigen a la antigua prisión de Alcatraz, donde una comunidad de personas buenas y civilizadas ha sobrevivido utilizando las murallas de la cárcel como albergue.
En las últimas escenas vemos cómo Eli logra su cometido de traer la biblia a un lugar seguro, pues carga cada palabra de esta en su memoria, luego de leerla a diario durante tres décadas. Antes de morir, logran transcribir el libro, para así tenerlo en aquella comunidad que quiere resurgir de las cenizas comenzar la cultura humana nuevamente.
Pero, ¿Cuál es el final inesperado? Este rotundo giro llega cuando Carnegie logra abrir la biblia. Es muy impresionante la actuación de Gary Oldman, cuando la observa como si estuviese enamorado, y cuando la analiza de cerca su rostro cambia gradualmente. Con desesperación, ira y ansiedad deja escapar un grito, mientras arroja hacia un costado el tan proclamado libro. En una primera toma, mientras la hojea con frenesí, para el espectador parece que sus páginas están en blanco, pero una toma más detallada nos permite ver la gran revelación. ¡Sorpresa! La biblia está escrita en braille.
¡Carnegie no puede leerla!

Hasta ese momento, nadie notó que Eli era un hombre ciego, lo que explica cómo durante la película se maneja respondiendo mayormente a los estímulos auditivos, olfativos, táctiles, y en ocasiones guiado por aquella voz mental que lo protege y encamina hacia su destino.
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