La actuación de Deadpool es terrible, y eso es un elogio 

Hoy en día, todo el mundo sabe que Marvel irremediablemente apesta...pero, Deadpool & Wolverine es la excepción. Aunque me encantó Deadpool (y no puedo dar mi opinión sobre Deadpool 2), fui a ver la película con bajas expectativas, después de todo, esa es la única forma de ver las películas de Marvel sin deprimirse.

Pero en realidad está bastante BUENA. O decente, al menos. No me volvió loca como solían hacerlo las antiguas películas de Marvel, pero tampoco soy la única fan precavida que la encontró —sorprendentemente—para nada terrible. ¿Pero por qué? Bueno, si quieren saberlo, sólo hay una respuesta posible: ¡volvió el camp, mis amores!

Perdón, me estoy adelantando. Si no conoces el término camp, la mejor manera de entenderlo es viendo películas antiguas de Hollywood. Pronto te darás cuenta de que las actuaciones son un poco... bueno, exageradas. Incluso se podría pensar que la actuación es mala, porque en cierto modo no se ajusta a los estándares actuales: preferimos actuaciones sutiles y "realistas", y el viejo Hollywood es hiperdramático, básicamente todo lo contrario.

El concepto camp es complicado de explicar, pero "hiperdramático" funciona como una definición más amplia.

Puede ser difícil de entender por qué la gente pensaba que este tipo de actuación era buena, pero tiene mucho más sentido si se recuerda que esta forma de arte existió mucho antes que el cine; hay una razón por la que las actuaciones camp a menudo se llaman "teatrales" o "artificiales". En el escenario, el público no puede ver el leve temblor de tu boca o la mirada conmovedora en tus ojos. Si quieres que entiendan lo que está sucediendo, tienes que hacer que todo sea lo bastante evidente para que te vean, e interpretar los roles como arquetipos en lugar de personas.

Casualmente, esta es también la razón por la que creo que “hiperdramático” es una definición un poco deficiente. Si bien no es inexacta, implica que la actuación no es realista, pero yo diría que es todo lo contrario. Es hiperrealista y hace que cada aspecto de la historia sea lo más grande y obvio posible.

Grande y obvio… ¿te recuerda a alguien?

La muerte del cine clásico de Hollywood es, en cierto modo, sinónimo de la muerte del estilo teatral camp, que fue sustituido por el realismo. Pero esta “corrección” puede haber ido demasiado lejos, y creo que las películas de superhéroes son uno de los mejores ejemplos de ello. DC fue el primer infractor, etiquetado como demasiado oscuro y crudo. Sin embargo, con el tiempo, esta devoción por el mal humor se volvió camp en sí misma, por lo que es difícil criticarla.

Marvel, por otro lado...uff. Las historias de superhéroes sinceras y emotivas funcionaron al principio, pero todo tiene un límite, incluso las veces en las que el público puede sorprenderse por una persona vestida con un traje de spandex. El estudio se ha esforzado demasiado en hacer que los superhéroes parezcan personas reales con emociones complejas, pero esto está muy lejos de lo que deberían ser. Los héroes son caricaturas de ideales (heroísmo, libertad, justicia), arquetipos grandiosos que son, por naturaleza, irreales.

Ahí es donde entra Deadpool. ¿Hay alguna forma de describirlo que no sea “exuberante”? No hay nada realista en él: es el sarcasmo con patas. ¡Pero eso es lo que hace que funcione tan bien! Y no se trata sólo de Deadpool: en Aves de presa, Harley Quinn es absurda e irreal, ¡y a la gente le encantó!

¿Wolverine al fin usa su tonto disfraz? No hay nada más camp que eso.

La pregunta obvia, entonces, es: ¿por qué de repente estamos redescubriendo el amor por las representaciones teatrales exageradas? Obviamente, en parte, se debe a que algunos géneros se adaptan mejor que otros. También está el hecho de que la realidad se ha vuelto horrible y abrumadora (por favor, díganme que no soy la única que se siente así), por lo que esta mezcla de lo "irreal" y lo "hiperreal" ofrece tanto una oportunidad de escape como una oportunidad para reírnos del mundo, a veces horroroso, en el que vivimos.

Sin embargo, en un nivel más profundo, creo que nos gustan las actuaciones realistas porque anhelamos la verdad y estamos empezando a darnos cuenta de que a veces la verdad también se puede encontrar en lo irreal. Un video que vi (y que inspiró parcialmente este artículo) ofrecía algunos ejemplos excelentes, como el Ken de Ryan Gosling. MUUUY camp, nos encanta porque su masculinidad frágil y exagerada muestra una extraña verdad sobre el ser humano. A veces la realidad es ridícula, por eso hay que ser ridículo para ser real.

Esto también explica por qué el auge del camp no parece ir acompañado de una disminución del realismo: cada vez más representaciones mezclan teatralidad y realismo porque inspirarse en ambos permite encontrar la verdad en cada uno.

Como escritora, estoy entusiasmada con las posibilidades que representa el renacimiento del camp. Deadpool & Wolverine no es mi película favorita, pero muestra que nos estamos reabriendo a un tipo de actuación y narración que hemos descuidado durante demasiado tiempo. Esto no sólo puede darle nuevos aires a la estancada producción de Hollywood, sino que también puede ayudarnos a redescubrir las verdades que el realismo no puede alcanzar. Y si inspira a algunas personas a seguir el ejemplo de las drags queens y volverse un poco más exageradas, mejor aún.

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