No puedo no amar a Pam Beesly

Cuando revelaron el cast oficial de la adaptación estadounidense de la popular sitcom británica ‘The Office’, surgieron muchas emociones y preguntas. Pero, sobre todo, se elevó una queja al cielo, al ver quien iba a interpretar a uno de los personajes principales, Pam Beesly:

¿Quién es Jenna Fischer?

Oh, pobres ignorantes.

Antes de la serie que la llevó al estrellato, Jenna ya se había hecho con un nombre no solo como actriz, sino como directora y productora de un galardonado largometraje que probablemente no conozcas: LolliLove. Lo curioso es que, al igual de ‘The Office’, se trata de un mockumentary, o falso documental.

Sin lugar a dudas, no pudieron escoger a una mejor actriz para este papel. Porque tras el estreno de la serie, la pregunta dejó de ser “¿Quién es Jenna Fischer?”, y pasó a ser “¿Dónde estuvo Jenna Fischer todo este tiempo?”

Sé fuerte, cree en ti mismo, y ámate

Pocas veces la elección para un actor resulta tan acertada como este caso. La línea entre Jenna Fischer y Pam Beesly se hace cada vez más difusa a lo largo de cada una de las temporadas de la serie. En la serie, ella es una mujer sencilla y delicada, pero que destaca por tener aspiraciones artísticas frustradas y terminar en la cárcel de la cotidianidad moderna: una oficina.

Quizá ella no odia su trabajo, porque ama (o al menos valora lo suficiente) a quienes están en él. Pero si pudiera decidir estaría allá afuera, en una escuela de arte, dando vía libre a su creatividad y haciendo algo que la hiciera más feliz que contestar llamadas y correos para una compañía de papelería.

Aun así, atada por las cadenas de la monotonía oficinista, es una mujer que nunca se da por vencida y trabaja incansablemente por alcanzar sus sueños. Sin embargo, tampoco se trata de la historia de una mujer derrotista y frustrada; nada de eso. Es una persona que lucha constantemente por ser algo más, y convertirse en alguien en quién enorgullecerse.

Todo esto la hace un personaje con el que resulta fácil no solo identificarse, sino también comprender profundamente. La historia de Pam es, al final del día, muy creíble. No es la del prototipo perfecto de mujer que se estableció en los 70's y 80's, pero sí la historia de una mujer cotidiana y terrenal, con una historia que cualquiera puede tener, y que sufre problemas tan humanos como desgarradores.

Sin embargo, probablemente el motivo por el que más recuerdes a Pam sea por su relación con Jim Halpert, otro de los protagonistas de la serie. Un amor que, al principio, parecía imposible, pero que con el paso del tiempo va aflorando contra todo pronóstico inicial.

Jim y Pam son, en esencia, dos completos ineptos que van cayendo en cuenta poco a poco de que su lugar en el mundo corresponde al lado del otro. Primero tienen que equivocarse (y mucho) antes de dar paso a su amor. Pero todo esto son lecciones que, al final del día, son humanas, realistas y transparentes.

Es una deconstrucción del amor tradicional hollywoodense y, a la vez, una apología a todas esas historias de amor tan irreales que por años nos ha entregado el cine y la televisión. No en vano miles de parejas han terminado identificadas con ellos, y aman disfrazarse de ellos en halloween.

Y no, Jim y Pam tampoco son la pareja perfecta. Ni intentan, ni aparentan serlo. No necesitan serlo. Lo que los hace especial es lo que construyen desde su individualidad para formar algo aun mayor y de admirar. Un hogar.

El reflejo perfecto de la maravillosa humanidad

Pam creció en un entorno algo complicado para una mujer como ella. Sin embargo, nunca fue complaciente ni condescendiente sino, por el contrario, se fue armando poco a poco de más valor y coraje para construirse como una persona.

Lo que me sorprende de ella es su capacidad para ser buena en casi todos los aspectos. Es una mujer admirable en muchos sentidos. No porque sea el pináculo del sex appeal, o el culmen de la sabiduría suprema. Es una mujer sencilla, con grandes capacidades y valores.

Pero tampoco es una mujer del común y, es por esa misma simplicidad tan natural que resulta siendo extraordinaria. Si Pam Beesly dejó una huella en mi no es solo por una cara bonita (que la tiene), sino por todo lo que representa más allá de ella.

Sin embargo, creo que lo más importante es, definitivamente, la característica que construye la trama principal de Pam en la serie: la pasión. Por supuesto que involucra al amor; pero es su pasión obsesionada por sus sueños lo que la lleva a hacer muchas de las cosas que hace a lo largo de la serie…incluido emborracharse en un Chili's y celebrar, gritando, la vida misma.

Y no, su sueño no es Jim, ni dedicarse al arte. Su sueño es ser feliz, construir un hogar, ser una madre orgullosa y una mujer de la que pueda estar orgullosa. Y como ella, todos deberíamos tener el mismo, si no es que un sueño parecido. Uno que nos inspire una ilusión mayor que nosotros mismos.

La vida después de The Office

Desde que ‘The Office’ terminó en 2013, la vida de Jenna Fischer ha sido relativamente tranquila. No ha tenido ningún éxito igual de grande, y sus apariciones en el medio han sido efímeras, como especiales rememorando el show que la lanzó al estrellato y se convirtió en su único hit mainstream.

La pregunta es: ¿acaso una mujer como ella lo ha necesitado?

Fuera del ojo público, Jenna ha llevado una vida tan tranquila como la que podemos imaginarnos que tuvo Pam tras el final de la serie: construyendo una familia, trabajando en áreas que ama, y explorando nuevas formas de creación artística. Todo, por supuesto, rodeado de amigos que hacen de su vida un lugar más colorido en el que existir.

“Cuando eres un niño, asumes que tus padres son almas gemelas. Mis hijos van a tener razón en eso” es la frase de Pam que marcó mi vida para siempre, y me instó a buscar a una mujer como ella. Una mujer auténtica, y que inspire a redescubrir, cada día, el verdadero significado detrás de cada “te amo”. Una mujer que, al verla cada mañana, me sienta orgulloso de lo que construimos juntos. Una (futura) madre amorosa.

La pregunta entonces es: ¿Quién no quiere en su vida a una mujer como Pam Beesly? Una mujer resiliente, capaz, amorosa y, por encima de todo lo demás, admirable. Una mujer que es mucho más allá que una cara bonita y una sonrisa que enamora. Una mujer genuina, libre y feliz.

Este artículo está dedicado a mi Pam Beesly. Quiero que sepas que estoy orgulloso de todo lo que eres; y no podría pedirle a la vida una mujer mejor que tú. Eres el reflejo de todo lo que alguna vez soñé - o que, en su defecto, ‘The Office’ me hizo soñar.