Bones and all. ¿La mejor película que ha escrito y dirigido Luca Guadagnino? Y por qué esta mejor adaptada que el libro. 

“Hasta los huesos” (“Bones & All”) de Camille DeAngelis ha recibido opiniones divididas, y los puntos que algunos lectores critican sobre el libro pueden estar relacionados con una serie de aspectos:

1. Estilo de escritura y redacción: Algunos lectores consideran que la prosa de DeAngelis es simple o poco desarrollada. La narrativa puede parecer apresurada en ciertos momentos, con descripciones que no profundizan lo suficiente en los personajes o el entorno, lo que provoca que los eventos y las emociones no tengan el impacto esperado lo que provoca que no haya una buena relación con lo que uno puede llegar a pensar.
2. Desarrollo de personajes: Hay críticas sobre la falta de profundidad en los personajes. Aunque la protagonista, Maren, tiene un trasfondo intrigante (el canibalismo), algunos lectores sienten que sus motivaciones y emociones no están bien exploradas o explicadas. Esto puede dificultar la conexión emocional con ella y otros personajes secundarios, que parecen tener un papel más accesorio, no puedes ni siquiera llegar a tenerle un cariño o empatía a los personajes, ni logras enfatizar el por qué pasa lo que pasa. No parece que ninguno de los personajes Maren (la protagonista) Lee (Antagonista/amor platonico de Maren) o Sully (El “villano” del libro) tengan una verdadera personalidad que sea destacable o sensata.
3. Inconsistencias temáticas: El libro trata temas complejos como la identidad, el aislamiento y el deseo de pertenencia, pero algunos lectores opinan que estos no se abordan de manera coherente o profunda. El canibalismo como metáfora puede parecer forzado o no completamente desarrollado, lo que lleva a interpretaciones confusas sobre su significado en la trama, si bien el significado y metáfora del canibalismo como una manera de amar puede ser perfectamente llevada (Como lo hizo Luca Guadagnino) también si no es bien utilizado puede llegar a ser simplemente morboso y confuso totalmente.
4. Ritmo de la historia: Algunos consideran que la trama avanza demasiado rápido o de manera irregular, lo que dificulta sumergirse en los momentos clave de la historia. Los eventos pueden sentirse desconectados o superficiales, lo que reduce el impacto emocional de los acontecimientos importantes, no se explica cómo o el por qué de las cosas, simplemente pasan pero no en el sentido interesante de pasar, sino más bien en un acto desprolijo y rápido de intentar meter muchas tramas en un libro de apenas poco más de 300 páginas.
5. Interpretaciones y simbolismos: Para algunos lectores, los temas y simbolismos del canibalismo como metáfora de las luchas internas y la búsqueda de identidad no están bien explicados ni ejecutados. Esto puede llevar a que la novela parezca desordenada o malinterpretada, ya que no queda claro si se está abordando como un horror literal o una alegoría psicológica.

Ahora. En películas como “Call Me by Your Name”, Guadagnino demostró su habilidad para explorar con delicadeza la psicología y emociones de sus personajes, algo que hizo de manera magistral en Bones & All. Mientras que en el libro de DeAngelis algunos personajes carecen de profundidad, Guadagnino les da una mayor carga emocional, haciéndolos más tridimensionales. Maren no solo se enfrenta a su identidad de caníbal, sino también a su soledad, culpa y deseo de conexión, y estas emociones se sienten más reales y poderosas en la película gracias a la dirección de Guadagnino.

Guadagnino es famoso por su maestría visual. En “Suspiria”, por ejemplo, utiliza una atmósfera oscura y opresiva que complementa los temas de horror y transformación, algo que también aplica en Bones & All. La película está impregnada de un tono que mezcla lo bello con lo inquietante, logrando capturar la sensación de vulnerabilidad y terror que el libro a veces no logra transmitir con eficacia. Las vastas y desoladas locaciones de la América rural crean un ambiente que refleja el aislamiento de los personajes, y la cinematografía de Guadagnino destaca esta soledad de manera espectacular. Mientras que el libro puede parecer apresurado o desorganizado en cuanto al ritmo (como ya lo mencioné), la película de Guadagnino sabe cuándo tomarse su tiempo para desarrollar la trama y los personajes. Al igual que en “Call Me by Your Name”, donde el ritmo lento permite que las emociones maduren de forma natural, donde por fin logras empatizar, comprender y hasta cierto punto defender y justificar a los personajes, en Bones & All el director utiliza silencios, largas tomas y pausas para permitir que los personajes existan en el mundo, lo que hace que sus luchas internas se sientan más auténticas y reales, donde no solo ves una película, sino el alma de 2 amantes en duelo y crisis.

En el libro, el canibalismo es una metáfora de la búsqueda de identidad y pertenencia, pero esta idea a veces no está bien desarrollada. Guadagnino toma esta premisa y la amplía, convirtiéndola en una exploración más profunda de la naturaleza humana. Al igual que en “Suspiria”, donde las metáforas del poder y la transformación están integradas en la narrativa, Bones & All presenta el canibalismo como una alegoría de las necesidades oscuras e innombrables de las personas. Es un símbolo complejo y poético donde la vulnerabilidad y el sacrificio se van ligados sin ser aburrido, Lee y Maren son individuos profundamente aislados del resto del mundo tanto por sus circunstancias como por su naturaleza como “Devoradores” Ambos sienten una soledad extrema, y el acto de consumir su carne, se convierte en una forma de intentar cerrar esa brecha existencial. Esta necesidad es un reflejo del deseo amoroso de querer conocer, comprender y poseer al otro en su totalidad. El acto final de Lee, al ofrecerse a ser devorado por Maren, es la culminación extrema de este tipo de devoción: un sacrificio que representa el deseo de ser parte del otro de la manera más literal posible. De esta forma, el canibalismo en “Hasta los huesos” se eleva como una representación poética de la fusión que a menudo buscamos en el amor, una forma de eliminar todas las barreras entre dos personas. En cualquier relación amorosa profunda, hay una inevitable dosis de sacrificio. En “Hasta los huesos”, este sacrificio se lleva al extremo literal: Lee no solo está dispuesto a dar su vida por Maren, sino que está dispuesto a ser consumido por ella. Esto no solo habla del sacrificio físico, sino también emocional. Al igual que en el amor verdadero, entregarse completamente a otra persona implica vulnerabilidad, rendirse al otro y, en cierto sentido, permitir que el otro se “apodere” de una parte de uno mismo. El acto de devorar y ser devorado en la película refleja esta dualidad del amor: para amar verdaderamente, uno debe estar dispuesto a perderse a sí mismo en el otro, y esa pérdida es tanto dolorosa como hermosa. La escena final donde Maren devora a Lee, aunque perturbadora, está cargada de una innegable belleza trágica, ya que representa una unión total, un amor tan profundo que Lee está dispuesto a desaparecer dentro de ella. En la película, este tema está más matizado y mejor expresado a través de las imágenes y las actuaciones. Si bien en la película, el canibalismo también simboliza la dependencia emocional en una relación amorosa. Los personajes de Maren y Lee dependen el uno del otro no solo para sobrevivir en un mundo que no los entiende, sino también para sentirse completos. Esta dependencia se manifiesta a través del canibalismo: necesitan consumir carne para sobrevivir, pero también necesitan el uno al otro para poder manejar su propia naturaleza y su soledad.

El canibalismo como metáfora aquí refleja cómo el amor, en su forma más intensa, puede ser una especie de hambre emocional que nunca se sacia completamente. Los personajes “necesitan” al otro, no solo en un sentido romántico o afectivo, sino de una manera visceral, lo que hace que el amor se sienta casi como una necesidad biológica. Esta metáfora conecta el amor con la supervivencia, mostrando cómo, para estos personajes, el amor es lo único que los mantiene vivos, tanto literal como emocionalmente.

• Suspiria (2018): En Suspiria, Guadagnino mostró su capacidad para crear una atmósfera inquietante, combinando lo macabro con lo bello. Esta habilidad se traslada a Bones & All, donde el canibalismo es tratado tanto como un horror visceral como un símbolo de lucha interna. Las escenas de violencia están estilizadas, pero nunca glorificadas, y son siempre un reflejo del conflicto emocional de los personajes.
• Call Me by Your Name (2017): Esta película, aunque un drama romántico, destaca por la exploración emocional profunda y la estética visual que captura la belleza del paisaje y la intimidad humana. En Bones & All, Guadagnino aplica un enfoque similar al desarrollar la relación entre Maren y Lee, donde el viaje físico a través del paisaje estadounidense se convierte en un viaje emocional de autodescubrimiento y aceptación. Todos sabemos que Guadagnino también se distingue por saber trabajar con actores y obtener de ellos interpretaciones intensas y matizadas. En Call Me by Your Name, la química entre Timothée Chalamet y Armie Hammer fue clave para el éxito de la película, y en Bones & All se repite este éxito con Chalamet y Taylor Russell. Las interpretaciones cargan con el peso emocional de la película, haciendo que la relación entre Maren y Lee sea mucho más rica y resonante que en el libro.

Ahora, no solo la dirección de Guadagnino fue importante en la película sino en su elección a cast de actores. Tanto Chalamet como Russell son actores que destacan por su capacidad para transmitir emociones profundas con sutileza. No necesitan diálogos dramáticos o gestos exagerados para comunicar el dolor, el deseo o la conexión. La relación entre Lee y Maren está llena de momentos de silencio, miradas y pequeños gestos, lo que crea una intimidad más palpable. Ambos actores manejan el lenguaje no verbal de manera brillante, lo que hace que la audiencia sienta que la conexión entre ellos va más allá de lo físico; es algo que está profundamente anclado en sus almas. Tanto Maren como Lee son personajes marginales, solitarios y marcados por el canibalismo, lo que los convierte en “outsiders” en la sociedad. Esa experiencia compartida de ser monstruos a los ojos del mundo crea un vínculo único y poderoso entre ellos. Chalamet y Russell logran captar esa desesperación compartida, esa necesidad de encontrar a alguien que entienda sus oscuros impulsos sin juzgarles. Esa mutua comprensión y aceptación de lo más vulnerable de cada uno es lo que intensifica su química. Ellos no solo se aman, sino que se necesitan, y eso genera una conexión emocional mucho más fuerte que una típica relación romántica. Creo que ya está más que claro de la buena dirección de Guadagnino y en esta película se destaca por ello Guadagnino es un maestro en dirigir a sus actores de manera que saquen lo mejor de sí mismos, especialmente en lo que respecta a las dinámicas románticas o intensamente emocionales. En Call Me by Your Name, trabajó con Chalamet para capturar la autenticidad de un primer amor, y en Bones & All, lleva esa misma sensibilidad a una relación mucho más oscura y trágica. Guadagnino permite que Chalamet y Russell se tomen su tiempo en escena, desarrollando una química que se siente orgánica y no forzada, lo que hace que las decisiones radicales de sus personajes, como la aceptación final de Lee de ser devorado por Maren, sean emocionalmente creíbles.
Y si bien parte del éxito de la relación en pantalla también se debe a la química natural que existe entre Chalamet y Russell como actores. Ambos tienen estilos interpretativos complementarios: mientras que Chalamet tiende a ser un actor más introspectivo y emocionalmente contenido, Russell aporta una vulnerabilidad y una fuerza interna que hacen que sus interacciones sean vibrantes. Esta combinación de estilos crea un equilibrio perfecto entre los dos personajes, lo que hace que su relación sea mucho más rica y matizada. La sensación de que ambos actores se entienden profundamente fuera de la pantalla también parece trasladarse a sus personajes, intensificando la autenticidad de su vínculo. Donde Chalamet interpreta a Lee con una mezcla de fragilidad y dureza que es clave para entender la química entre los personajes. Lee es un sobreviviente, un hombre endurecido por su vida al margen de la sociedad, pero también está roto y necesita amor y redención. Chalamet aporta una vulnerabilidad desgarradora a este papel, lo que hace que el acto final de ofrecerse a Maren para ser devorado sea a la vez trágico y conmovedor. Su capacidad para expresar el dolor emocional interno de Lee hace que la relación con Maren sea aún más impactante, ya que el público puede sentir lo que él está dispuesto a sacrificar por ella. Y a lo largo de la película, la relación entre Maren y Lee se transforma de una simple conexión basada en su canibalismo compartido a una historia de amor desgarradora y compleja. Esta evolución está impulsada por las interpretaciones de Chalamet y Russell, que logran que el viaje emocional de sus personajes sea creíble y poderoso. Su amor no es una solución a sus problemas, sino una aceptación mutua de sus propias oscuridades, lo que hace que la entrega final de Lee tenga tanto peso emocional.

Probablemente y me atrevo a decir que Bones and all es una película dramáticamente infravalorada es una película que fusiona géneros de una manera poco convencional: es a la vez una historia de amor adolescente, una road movie y un film de horror con elementos de canibalismo. Esta mezcla inusual hace que sea difícil de clasificar y, por lo tanto, de mercadear. Las películas que son difíciles de encasillar tienden a tener un público más limitado porque no se ajustan claramente a las expectativas de un género en particular. Esto podría haber causado que algunos espectadores o críticos no conectaran de inmediato con el tono híbrido y las metáforas densas.


Aunque Guadagnino es conocido por mezclar géneros y estilos, como lo hizo en “Suspiria”, en “Bones and All” lo lleva aún más lejos, lo que resulta en una película que puede desconcertar a quienes esperaban algo más “fácil de digerir”. Guadagnino ha establecido un estándar muy alto con sus películas anteriores, especialmente con “Call Me By Your Name” y “Suspiria”. Ambas películas fueron ampliamente aclamadas por la crítica y atrajeron una atención considerable. “Call Me By Your Name” resonó de manera masiva por su tierna y conmovedora historia de amor, mientras que “Suspiria” fue aclamada por su atmósfera de terror, su estética perturbadora y su reinterpretación del clásico de los 70.


En comparación, “Bones and All” puede haber quedado a la sombra de estos éxitos previos. Si bien en su primera presentación en el festival de cine en Venecia recibió un total de 8 minutos de aplausos su éxito no fue suficiente para superar siquiera su dinero en la producción de la película. Aunque es igualmente ambiciosa, algunos críticos y audiencias pueden no haberle dado el mismo reconocimiento porque las expectativas estaban ancladas en las películas anteriores de Guadagnino, lo que llevó a algunos a no apreciar su complejidad y belleza en su propio contexto. Aunque “Bones and All” es, en su núcleo, una historia de amor, lo hace de una manera que subvierte los tropos del romance juvenil típico. Las historias de amor adolescente suelen centrarse en la dulzura y la idealización, pero aquí el amor se entrelaza con el canibalismo, la violencia y la alienación. Esta subversión no es lo que muchos esperaban de una “historia de amor”, especialmente después del éxito de “Call Me By Your Name”, que fue mucho más accesible para el gran público.


“Bones and All” lleva el amor a un terreno mucho más oscuro, presentándolo como una fuerza destructiva y redentora al mismo tiempo. Esta dualidad no resonó igual en todos los públicos, pero es justamente lo que hace que la película sea tan audaz y única. Y Timothée Chalamet es una de las estrellas más prominentes de su generación, su presencia en varias películas importantes en un corto período de tiempo (como “Dune” y “The French Dispatch”) podría haber causado cierto desgaste entre las audiencias. A pesar de que su actuación en “Bones and All” es poderosa y única, la sobresaturación de su imagen en los medios pudo haber afectado la percepción de la película, especialmente en aquellos que esperaban algo similar a su rol en “Call Me By Your Name”.


Su papel en “Bones and All” es mucho más oscuro y vulnerable (como ya lo mencioné), lo que podría haber sorprendido a aquellos que estaban acostumbrados a verlo en personajes más convencionales o “románticos”. Esto, combinado con la temática de la película, podría haber limitado su impacto inicial. Otro factor a considerar es el contexto en el que se estrenó “Bones and All”. En 2022, el cine estaba experimentando una recuperación tras la pandemia, y muchas grandes producciones estaban compitiendo por la atención del público. Películas de gran presupuesto, como “Avatar: The Way of Water” y “Top Gun: Maverick”, dominaron la conversación cinematográfica. En comparación, una película más pequeña y artística como “Bones and All” pudo haber sido eclipsada por estos gigantes de taquilla.


Esto no solo afectó su desempeño en la taquilla, sino también su presencia en el discurso crítico. A menudo, películas más pequeñas y más audaces como “Bones and All” necesitan tiempo para ser realmente apreciadas, y su lugar en el zeitgeist cultural puede haber sido opacado por producciones más comerciales.


En comparación con “Call Me By Your Name”, que también es una obra hermosa, “Bones and All” profundiza más en el dolor, la vulnerabilidad y las contradicciones del ser humano. A través de las imágenes de los vastos horizontes y los momentos de brutalidad, la película presenta un cuadro emocionalmente devastador pero bellamente compuesto. Guadagnino ha demostrado previamente un talento excepcional para explorar las dinámicas humanas, pero en “Bones and All” lo lleva a un nivel completamente nuevo. Las relaciones entre los personajes, especialmente la de Maren y Lee, están llenas de capas emocionales complejas. A diferencia de otras historias de amor, esta no sigue las fórmulas típicas de romance; en cambio, profundiza en la codependencia, el sacrificio y los límites de la devoción. Y me atrevo a decir que es probablemente la MEJOR película que ha echo Guadagnino en toda su carrera. Lo que hace que “Bones and All” sea única es cómo el canibalismo, que podría verse como un tema grotesco y de repulsión, se convierte en una metáfora para el amor devorador. (Como ya se mencionó) Esta interpretación transforma el “horror” en algo emocionalmente resonante y, en última instancia, hermoso. El sacrificio final de Lee, al ser consumido por Maren, se siente como una culminación lógica y simbólica del amor total, un gesto de devoción absoluto que va más allá de las palabras. Guadagnino ha perfeccionado su técnica narrativa y visual a lo largo de los años, pero en “Bones and All” parece haber alcanzado una síntesis perfecta entre estilo y contenido. Las tomas largas y contemplativas que usa con frecuencia en la película permiten que la historia respire, dando a los personajes espacio para desarrollarse sin prisas. Las interacciones no siempre están impulsadas por diálogos, lo que permite a las imágenes y a las expresiones faciales de los actores contar gran parte de la historia.


En “Bones and All”, Guadagnino encuentra un equilibrio perfecto entre su deseo de mostrar la belleza del mundo físico y la necesidad de explorar la psique de los personajes. A diferencia de “Suspiria”, donde el horror es más explícito, aquí el horror es emocional, existencial, y está íntimamente ligado al arco emocional de los protagonistas. Y finalmente “Bones and All” se destaca como la mejor película de Luca Guadagnino por su magistral equilibrio entre estética y emoción, un guion profundo y filosófico, y la manera en que explora el amor desde una perspectiva cruda y visceral. La metáfora del canibalismo se convierte en una representación poderosa de la intimidad y el deseo, y las actuaciones de Timothée Chalamet y Taylor Russell aportan una química única que eleva la historia a niveles emocionales inesperados. Guadagnino logra combinar lo bello y lo grotesco, mostrando una madurez artística donde el amor devorador es tanto una fuente de horror como de belleza. Esta película encapsula su evolución como director, ofreciendo una narrativa rica y compleja que, aunque subestimada, podría ser su obra más lograda hasta la fecha.

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