Interstellar se convirtió en una de las películas de referencia sobre el espacio y el uso fiel de la ciencia, las ecuaciones y representaciones de los agujeros de gusano. Las visuales de la película son imponentes y los científicos declaran que son imágenes muy cercanas a cómo se vería en la realidad este tipo de agujeros de gusanos y galaxias. Es una película dirigida por Christopher Nolan con guión de Nolan y de su hermano, Jonathan Nolan, por lo cual, ya se sabe que la complejidad en las explicaciones y vaivenes narrativos estarán presentes en el guión. Sin embargo, también hace uso de recursos simples para resolver cuestiones vinculares entre los personajes y claves para la trama, por ejemplo cuando prevalece la potencia del amor para que Cooper (Matthew McConaughey) pueda comunicarse con su hija Murph (Jessica Chastain) a través del tiempo confiando en que ella no se olvidará de él y se quedará con el objeto simbólico que le dejó para que lo recuerde, un reloj de muñeca.
Las máquinas
Al ver una película relativa al espacio, es imposible no pensar en 2001: A Space Odyssey de Stanley Kubrick (1968) la cual fue totalmente precursora de las películas del espacio y también innovadora científicamente tanto en la forma de crear visuales cinematográficas como en los debates y reflexiones sobre la ciencia misma. El debate sobre poder de las máquinas, hasta dónde llega la inteligencia de las mismas y qué pasa cuándo superan a la del ser humano. En 2001: A Space Odyssey la presencia de la máquina inteligente está representada por Hal 9000, en este caso es una máquina malévola que quiere destruir a los seres humanos, en Interstellar las máquinas inteligentes están representadas por TARS y CASE, quienes visualmente parecen un poco toscas y no tan metafóricas como Hal 9000 representado por un círculo rojo que todo lo ve. TARS y CASE están para ayudar a los humanos, su presencia es clave para que los protagonistas puedan entender varios eventos que les suceden e incluso para salvar a la humanidad. TARS es quien le traduce toda la información necesaria a Cooper para que pueda traspasarsela a su hija, Murph, en la escena en la que Cooper queda encerrado en un espacio tetradimensional que fue creado para que entienda que el tiempo es algo que puede manipular como si fuera una dimensión física. Las máquinas funcionan como un gran comodín para resolver problemas en Interstellar, no se hace foco en el poder de las máquinas y hasta dónde su inteligencia puede ser usada para el mal y destruir a los seres humanos, sino que las máquinas están para cooperar.
El conflicto en Interstellar se ubica en el año 2067, ya no hay más comida a causa de una gran masa de polvo que invade al mundo volviéndolo inhabitable, no es posible cosechar comida y afecta el sistema respiratorio de las personas, sólo se puede cosechar maíz por el momento. La NASA, en secreto, piensa un plan para salvar a la humanidad al descubrir la presencia de un nuevo agujero de gusano en el espacio que tiene la posibilidad de albergar otras galaxias con posibles planetas habitables para los seres humanos. Cooper llega a la base de la NASA, en un principio por lo que parecería ser casualidad, pero luego se develará que fue él mismo quien se llevó allí, y le informan que es el elegido para ser el piloto de la nave que irá al agujero de gusano junto con otros tres tripulantes para determinar si hay algún planeta habitable en esta nueva galaxia.
El retrato del mundo apocalíptico por la presencia de polvo al comienzo del film está muy bien logrado con un guión que va revelando la información paulatinamente en un montaje ampliamente eficaz. Una escena a resaltar de la buena combinación de guión con montaje y sonido es cuando Cooper se despide de su familia para irse a la NASA a volar hacia el agujero de gusano. Se aleja de la granja donde vivía manejando su camioneta y en off se escucha un conteo de 10 a 0, es el conteo del despegue del vuelo de Cooper hacia el agujero de gusano. Cuando se llega al cero, se pasa a la situación del despegue creando una fusión atrapante entre los dos momentos.
El tiempo y preguntas filosóficas
Las películas sobre el espacio plantean dilemas filosóficos que suelen ser fascinantes para los espectadores, hay mucho material sobre el cual hipotetizar: el concepto maleable del tiempo, la noción del tiempo “objetivo” y cómo pasa más rápido y más lento según que tan cerca se este de la velocidad de la luz o del agujero negro, ¿Es más importante salvar a la humanidad o a la familia propia? ¿Altruismo o egoísmo?
El film tiene como temática y sustento teórico a la teoría de la relatividad, por lo cual parece pertinente citar al mismísimo Einstein en su libro coescrito con Leopold Infeld titulado “La física, aventura del pensamiento” publicado por primera vez en 1938 donde explican que “...el ritmo de un “buen” reloj en movimiento se hace más lento en comparación con el de los relojes que encuentra a lo largo del SC (sistema de coordenadas) en reposo y se detendría al alcanzar la velocidad de la luz”, esclarecen que “desde el punto de vista de la teoría de la relatividad, el tiempo como el espacio varían al pasar de un SC a otro (...) el tiempo no es más absoluto.” En el film el concepto tiempo es una constante narrativa (valga la dicotomía literaria) y se hace explícito en el objeto reloj que Cooper le da a su hija antes de marcharse con la promesa de que volverá y podrán comparar la diferencia del tiempo. Ese reloj será fundamental para que luego Cooper se comunique con Murph desde la otra dimensión y le pase en código morse a través del reloj la información necesaria para que Murph pueda resolver el problema matemático y físico y salvar a la humanidad.
El cineasta Andrei Tarkovsky en el libro “Esculpir en el tiempo” (1991) habla sobre el tiempo en términos cinematográficos, cómo se construye el mismo a través de los recursos de la puesta en escena como el montaje, el movimiento dentro de los planos, la música, entre varios recursos. Tarkovsky desarrolla lo siguiente “¿Pero, cómo se puede sentir el tiempo de un plano? La sensibilidad surge si tras el acontecimiento visible se hace patente una verdad determinada e importante. Cuando reconoce clara y nítidamente que lo que se ve en ese plano no se agota en aquello que se representa visiblemente, sino que tan sólo insinúa algo que tras ese plano se extiende de forma ilimitada, cuando hace alusión a la vida.”. El autor manifiesta también que una película se termina convirtiendo en un ente independiente una vez que se confronta con la personalidad del espectador.
Ambos autores hablan de que el tiempo no es absoluto, uno desde un lado científico y otro desde un lado filosófico, no obstante, ambas áreas están intrínsecamente relacionadas, las teorías científicas para crearse se sostuvieron en base a cuestiones filosóficas y reflexiones del pensamiento, de lo abstracto la ciencia llega a lo concreto basándose en teoremas y números que certifiquen ese pensamiento.
Es interesante que el concepto tiempo puede ser tomado e interpretado de varias formas, incluso desde el sonido el concepto tiempo está presente en Interstellar con una banda sonora excepcional de Hans Zimmer que aplica la literalidad al incorporar un tic tac de un reloj en la escena de las olas del planeta de Miller. Al mismo tiempo desde el diseño sonoro se hace uso del silencio para representar el tiempo y espacio desconocido: cuando Cooper entra al espacio tetradimensional, en un principio, prácticamente se escucha su respiración en primer plano sonoro sin saber qué lo rodea ni dónde o cuándo se encuentra, luego aparece la música para acentuar el dramatismo.
La imposibilidad de concebir el tiempo como una dimensión física que el ser humano pueda controlar o entender y la pregunta de cómo se entiende al tiempo dentro de una película remiten a la emocionalidad, a la forma de percibir y ver el mundo. Son preguntas que buscan respuestas con un fin existencialista: ¿Para qué estamos acá? ¿Qué podemos hacer con la limitante del tiempo que signa nuestras vidas? Podemos teorizar sobre estos dilemas y ver si existe una forma de escapar a ese límite o reinterpretarlo, por ejemplo por medio del arte como el cine. Es en ese tiempo que pasa al ver una película que se puede comprender que el tiempo quizás sí se modificó o detuvo, viajamos a otro tiempo, a otro mundo, a una narrativa para pensarnos a nosotros mismos y encontrarle sentido a los planos cinematográficos que acabamos de ver.
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