Puede que ya lo sepan, puede que no. Como sea, es una gran curiosidad, tanto para quienes lo recuerden como para los que apenas lo descubran. La primer película del veterano de la guerra de Vietnam Jhon Rambo está basada en la novela del escritor Canadiense David Morrel titulada "First blood"(primera sangre) de 1972. Éste es de hecho, el título original de la película dirigida por Ted Kotcheff en el año 1982 y protagonizada por Sylvester Stallone. La trama de ambas obras es más o menos parecida, aunque el Rambo de la novela parece ser un personaje aún más oscuro y atormentado. Recuerdo que al enterarme, las ganas de leer la novela fueron incontenibles.
Hablar de adaptaciones cinematográficas de novelas es siempre un tema escabroso. Es común encontrarse con los acérrimos defensores del libro que descalifican cualquier adaptación, por considerar su traducción al cine como una actividad de menor exigencia intelectual… supongo.
Por fortuna, la adaptación de la que hablamos en este artículo es reconocida por muchas cosas, pero no tanto por ser la adaptación de una obra literaria. La novela de Morrel resulta de un gran dramatismo. Todos conocemos bien la trama de la película estelarizada por Stallone, siendo uno de los personajes, junto con Rocky, por el que es mayormente recordado. Aunque los personajes son un tanto menos complejos que en la novela, resultan muy eficaces para la historia que busca contarse. El jefe de policiía del condado Madison, Teasle, es más que un viejo intolerante y el mismo Rambo; que en la novela no tiene más nombre que ese, tiene un trasfondo psicológico algo más elaborado.
En el filme se respeta las trama y los momentos más álgidos de la novela. Los cambios realizados en el personaje fueron promovidos por el actor protagonista, quien quería mantener a Rambo en el lado bueno de la balanza a toda costa: pues el boina verde en la novela no tiene ningún reparo en hacer lo único que sabe hacer: matar.
El Rambo de la película sobrevive, lo que dio pie a convertir al personaje en una franquicia. El de la novela tiene un fin cruento que, como dato curioso, si se filmó una adaptación del mismo, pero que no llegó al corte final.
La película de Kotcheff resulta una historia eficaz, con un protagonista veterano de Vietnam muy entrañable, de cuyo lado no dudamos en ponernos. Es un film altamente disfrutable.
La novela de Morrell resulta ser una obra literaria de alto valor estético y narrativo, aunque nos pueda dejar un sabor de boca muy distinto al de la película. Como solo el lenguaje literario puede, los personajes están mejor y más ampliamente desarrollados; los escenarios y situaciones también provocan una atmósfera envolvente y fascinante.
En lo personal, una vez que descubrí el origen literario de Rambo, ambas obras me parecen un binomio estético muy querido. No es necesario conocer una obra para entender la otra, como arguyen algunos defensores de lo literario por encima de lo cinematográfico. Cada una, desde sus lenguajes y métodos nos cuentan interesantes variables de un mismo tema. Éste texto es una invitación a leer la novela si no lo han hecho y revisitar la película con nuevos ojos lectores de letras e imágenes.




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