Viernes 13: “Su nombre era Jason”

Spoilers

En el año de 1980, Sean S. Cunningham, quien previamente trabajó con Wes Craven en su opera prima The last house on the left, produjo y dirigió la cinta slasher Friday the 13, concebida en un primer momento como A Long Night at Camp Blood. Su principal inspiración fue Halloween de John Carpenter, estrenada dos años antes, diferenciándose de esta película en las muertes más explicitas y en el uso abundante de la sangre, fallando en replicar la tensión de este film, pero impactando en los espectadores para que se convirtiera en una saga longeva que a día de hoy la gente espera con ansias la parte 13.

La trama gira en torno a un campamento llamado Crystal Lake que reabrirá sus puertas después de que muchos años antes ocurrieran eventos trágicos como asesinatos e incendios y que no se encontrara al culpable. Dos semanas antes de la llegada de los campistas, los monitores, junto con el dueño del sitio, reparan desperfectos y condicionan distintas zonas para actividades como tiro con arco. Uno a uno, son asesinados por un individuo desconocido.

Uno de sus puntos positivos son el uso de la sangre que en algunos momentos es abundante. También algunas muertes son más impactantes, en contraposición con la película en la que se inspira, en la que esta es escasa.

Ayudó a asentar algunas bases del slasher que se replicarían en la mayoría de estas; por ejemplo, algunos arquetipos de personajes como el cómico, la pareja sexualmente activa que son asesinados, los policías inútiles y el loco del pueblo.

Como puntos negativos me centraría en dos: el primero fue conocer la identidad del asesino. En sí no decepciona, no desentona con la película, de hecho, su destino, termina de formar la actitud de Jason en las secuelas porque, spoiler, Jason Voorhees no es el asesino en esta primera entrega; solo que su identidad genera unos problemas a nivel de guion que son difíciles de ignorar. El segundo problema es la persecución final, me parece largo y un poco aburrido; aunque su conclusión me parece sangriento, bien ejecutado e icónico, vale la pena verlo de principio a fin.

En resumen, no será una película perfecta, diría que apenas cumple en calidad, pero si eres un fan del cine slasher, tienes una cita obliga con Viernes 13.

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