Las raíces del genocidio: Incendies y la tragedia colonial en el Líbano.

La historia de oriente medio es una llaga que constantemente se abre y, apenas existen indicios de sanación, los intereses políticos y económicos vuelven a abrirla, manchando de sangre la región. Podríamos volver en el tiempo siglos pero sería deshonestidad intelectual. El conflicto actual de la región nace con la campaña de colonización que occidente emprende en la región desde principios del siglo XX, fortalecida a través del financiamiento del proyecto sionista que, despues de la Segunda Guerra Mundial se consolida, y que a partir de la guerra fría convierten a la región en el campo de batalla de una lucha imperialista internacional.

La llamada Guerra Civil de Líbano, que en realidad es la lucha colonial de Israel y sus aliados occidentales por expandir sus fronteras y expulsar a los palestinos, para lo cual se alinean con el nacionalismo mayoritariamente cristiano, buscando expulsar así a los refugiados y controlar la región, fue un conflicto que tuvo como resultado una profunda tensión en la región que impide hasta la fecha delimitar una frontera entre Israel y Líbano. Entre las facciones confrontadas encontramos a las de izquierda que rechazan el nacionalismo en pos del internacionalismo socialista.

Una de las representantes de la izquierda de la región es la entonces militante del Partido Comunista Soha Bechara, responsable del intento de homicidio político de Antoine Lahad, líder del Ejército del Sur del Líbano, fuerza armada pro-israelí y mayoritariamente cristiana que dominó la región hasta el año 2000, crimen por el cual paso 10 años en la prisión de Khiam, que albergaba prisioneros políticos y militantes musulmanes.

Basada en su autobiografía, la dramaturga Wajdi Mouawad crea la obra de teatro La Mujer que Cantaba y es con base en ella que Denis Villeneuve co-escribe y dirige la espectacular Incendios del 2010.

Anterior a la tensa Prisioneros, con Hugh Jackman y Paul Dano, a Sicario con Emily Blunt y Benicio del Toro, y a La Llegada con Amy Adams, Incendios, que fue nominada al Oscar como mejor película extranjera, muestra ya el estilo Villeneuve. Su capacidad para acompañar a sus personajes a través de travesías emocionales profundas que los confrontan consigo mismos, su pasado y su visión de mundo, de la mano de un magnífico uso de los flashbacks, las conexiones temporales y emocionales entre sus personajes que parecen destinados a encontrarse pese a toda desgracia o pronóstico. En Sicario es una convencida agente de la DEA que se ve trabajando con un turbio personaje y se confronta con su visión de la justicia y la ley. En La Llegada, Amy Adams se comunica con extraterrestres y es a través de esta búsqueda de intercambio lingüistico que logra comprender la complejidad del tiempo, el universo y la vida, dando sentido a un mundo que le parecía hasta entonces caótico. En Prisioneros Hugh Jackman está convencido de que Paul Dano es quien secuestró a su hija y hará de todo para demostrarlo, poniendo en juego su propia moral.

En Incendios, Simón y Jeanne escuchan el testamento de su madre, una mujer fría y distante que siempre fue un enigma para ambos, y en el les deja, además de sus posesiones, una encomienda que parece producto de la locura: buscar a su padre, al cual creían muerto, y a su hermano, del cual desconocían su existencia, para entregarles una carta a cada uno que no puede ser abierta por nadie más. Una vez realizado esto, ella podrá ser enterrada apropiadamente y en su tumba estará permitido ubicar una lápida. Ante el enigma, es Jeanne quien da el primer paso y viaja a Líbano para descubrir la verdad. Está será más que impactante, y tendrá su raíz en un conflicto armado que aún está presente y que parece no terminar y que actualmente nos lleva al primer genocidio en tiempo real del que podemos ser testigos todos los días.

Villeneuve construye su relato a partir de actos relacionados con cada persona y lugar que funge como protagonista. Sus escenas son crudas, terribles y, desgraciadamente, muy actuales. Desde la primera toma nos avisa que no va a ser fácil continuar: un niño mira fijamente a la cámara que lentamente pasa de una toma amplia a un close up a la mirada del pequeño mientras lo rapan bruscamente con You And Whose Army? de Radiohead de fondo. "La infancia es como un cuchillo en el cuello, no es fácil de quitar de encima" sentencia su madre en su testamento.

Se trata de una película compleja, pero no difícil. El director canadiense sabe mezclar la complejidad del cine de autor con las herramientas del cine comercial de manera que sus películas sean reflexivas a la vez que accesibles. Dos tensas horas dónde los secretos se van acumulando así como las consecuencias de los sucesos de la región, en una suma constante.

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