“Ni una más” es una nueva serie de la plataforma Netflix protagonizada por Nicole Wallace y Clara Galle que aborda temas sensibles como el abuso sexual, uso desmedido de drogas, relaciones abusivas y suicidio.
El suicidio de Berta, específicamente.
Berta (interpretada por Teresa de Mera) daba la impresión de ser una adolescente normal, estudiaba artes en el instituto, tenía amigas y aparentemente solo quería recuperar su amistad con Alma, con quién habían sido amigas de niñas en el colegio, pero detrás de su cabello teñido de azul y sonrisa alegre escondida un gran peso sobre sus hombros y ese era el secreto de ser una víctim más de los constantes abusos que sufría de parte de su profesor de historia Juan (interpretado por Iván Massagué).
Para darles un poco de contexto: Berta estaba dándole frente a una mala situación en su casa con el violento divorcio de sus padres y Juan, un lobo vestido de oveja, haciéndose pasar por un profesor, incluso podría decirse un amigo o un interés amoroso según relatan en la serie y cito:
“Estaba totalmente jodida, él fue el único que se dio cuenta, era amable conmigo, me dijo que había pasado por lo mismo, que sabía como me sentía, así qué lo agarre a él como una tabla de salvación. Lo buscaba en los patios, él me hacía sentir bien, decía que yo era especial. Me llegué a creer que yo también le gustaba” Berta, Teresa de Mera, Ni una Más, Episodio 6.
Berta, después de los abusos, presento cambios drásticos en su actitud y en su personalidad, cometiendo actos de rebeldía tales como emborracharse, o en un caso específico que apreciamos en la serie, cortarse el cabello en los baños de la escuela. Sin embargo, lo más preocupante en su actitud tras los abusos son los dos intentos de suicidios.
Del primero no dan muchos detalles, solo narran como Berta estaba harta de la situación, consumida por el miedo de qué no le creyeran y sumida en una severa depresión. Años después, se reencuentra con Alma de casualidad en un centro comercial, dando paso a recuperar la amistad que habían perdido tras haberse cambiado de colegio donde sucedían los abusos y dicho reencuentro es un botón para rememorar aquellos sucesos, dándole una razón a Berta para abrirle paso a su segundo intento de suicidio, ingiriendo más de ciento cincuenta pastillas con alcohol y ser enviada directamente al hospital donde Alma también está ingresada por un accidente. Allí, en su momento más vulnerable, cada una postrada en una camilla, Berta decide contarle todo a Alma en busca de consuelo y entre las dos deciden obtener justicia con sus propias manos creando una cuenta en Instragram usando el seudónimo de “Iam_colemanmiller ” donde Alma se presta como modelo de forma incógnita para que Berta, de alguna forma, consiga el consuelo que tanto necesita. Lamentablemente, una tarde todo se sale de control cuando Berta, que no es una persona estable mentalmente y que ha empezado a tener ataques de pánico e ira al estar expuesta a los recuerdos de los abusos, empieza a discutir con Alma en un bus con dirección a su casa hasta que decide bajarse en plena vía pública donde se atraviesa en el camino de un coche, acabando así con su sufrimiento, pero sobretodo, con su vida.
Alma tras la muerte de su amiga, tiene un momento de revelación, entendiendo que no llegaría a nada más allá de simples especulaciones contra el profesor Juan, así que decide llevarlo más allá, haciendo una protesta enorme frente al instituto e incluso intentando usarse a sí misma como carnada para destapar al profesor, pero no da resultado, pues a el hombre solo le causa morbo las niñas, no las adolescentes. Sin embargo, no todo son malas noticias, pues gracias a la protesta y una niña que declaró haber sido víctima del profesor, logran encerrarlo, obteniendo justicia al fin.
Eso fue lo que paso con la muerte de Berta, pero que hubiera pasado si ella no hubiera muerto?.
Berta no estaba dispuesta a destapar la verdad de su profesor, estaba conforme con desahogarse con post en las redes sociales, por más que fuera anónimo. Nunca le había contado a nadie sobre los abusos, Alma era la primera e única en saberlo. Sin embargo, para Alma también suponía una carga guardar tal secreto siendo consciente de que podían hacer algo más. Incluso, en una ocasión, intento comentárselo a Berta, pero eso solo desato en su amigua un ataque de histeria, asustando a Alma que prefirió no volver a tocar el tema.
Si Berta no hubiera muerto, lamentablemente, no hubieran detenido al profesor Juan.
Y lamentablemente es así, en algunas situaciones, es necesario que alguien muera para obtener justicia.