El olvido del inmigrante y la venganza de un hombre de palabra | Resumen de "Los tres entierros de Melquiades Estrada"

DOCTOR

…Calculo que murió hace siete días.

La trayectoria de la bala indica que

el disparo se efectuó a 200 metros de

distancia.

Él termina de leer y mira hacia el sheriff.

BELMONT
Le dispararon.

DOCTOR
Oye amigo, hay que enterrarlo ya,

la refrigeración de este antro está

estropeada y yo tengo que volver

a "El paso" mañana.

BELMONT
Vale entiérralo.

DOCTOR
hay que informar a los familiares.

BELMONT
No tiene ninguno.

Un Neo Western que trae algo más consigo

“Los tres entierros de Melquiades Estrada” (2005) es una película dirigida por Tommy Lee Jones y espectacularmente escrita por Guillermo Arriaga. La historia gira en torno a Pete Perkins (Tommy Lee Jones), un vaquero a cargo de un rancho de Texas, el cual busca cumplir la promesa que le hizo a su ahora difunto amigo Melquiades Estrada (Julio Cedillo) de llevar sus restos de regreso a su pueblo en México, con su esposa y tres hijos en un pequeño rancho llamado Jiménez. No contento con sólo cumplir su promesa, Pete secuestra al asesino de Melquiades, un joven patrullero fronterizo llamado Mike Norton (Barry Pepper), obligándolo después a desenterrar el cuerpo de su víctima para llevarla por el infierno del desierto de regreso a su tierra natal.

Parece una historia simple de contar, pero la cantidad de capas que tiene esta película es asombrosa, más aún si tomamos en cuenta que las actuaciones de cada uno de los involucrados hacen de este relato una imagen muy cercana a la vida en la frontera. Con personajes complejos, seres que sólo buscan ser y existir bajo su propia percepción del mundo, nos daremos cuenta acorde vayamos avanzando en la trama de que este viaje está marcado no sólo por la perdida y la venganza, sino también por la búsqueda de la expiación; esto será un purgatorio en vida.

El primer entierro de Melquiades Estrada

Contada en su mayor parte de forma no lineal, en esta primera parte veremos como dos cazadores han encontrado un cadáver que ahora se encuentra a merced de los coyotes, un pobre diablo que ha sido pobremente enterrado en una colina, lejos de la civilización. Ya en la morgue vemos como Pete reconoce a su amigo Melquiades, aclarando que lo que sea que le haya pasado no fue un asunto de drogas o algo parecido, él sabe que era un buen hombre.

Ahora conoceremos a Mike Norton, un miembro de la patrulla fronteriza quien motivado por su trabajo, ha decidido traer a su esposa Lou Ann Norton (January Jones) desde Cincinnati para hacer una vida en Texas. Si hay algo que Barry Pepper nos deja claro desde el primer segundo que lo vemos en pantalla, es que no es un buen tipo; sin duda sus expresiones lo hacen parecer un hombre cerrado, para nada amigable e incluso un poco peligroso.

Mientras tanto, Pete recuerda la primera vez que conoció a Melquiades, un Mexicano que ha llegado de forma ilegal a los Estados Unidos. De buenas primeras no parece ser una mala persona, al igual que muchos, sólo desea conseguir un trabajo y ganarse la vida con el sudor de su frente. “Soy vaquero, no más” es lo que él afirma.

En el “presente” notamos cómo el sheriff indaga con Pete un poco más sobre la vida de Melquiades; le entrega una bolsa con las pocas pertenencias de su amigo: un par de dólares y la foto de su familia. Pete aclara la procedencia de su compañero por lo cual es evidente que nadie asistirá a su entierro; más adelante veremos que éste era precisamente el temor de Melquiades: Morir en el olvido.

Esta la realidad de muchos inmigrantes quienes, en su travesía lejos de su tierra, deben enfrentar quizás no sólo los horrores físicos, sino también el tormento psicológico que significa estar en un lugar en el cual no existes del todo.

Con otro flashback confirmamos nuestras sospechas sobre Mike el patrullero. Éste es un hombre comprometido con su trabajo, quien descarga su ira sobre aquellos inmigrantes que encuentran intentando cruzar la frontera; atraparlos no es suficiente para él, ya que en esta oportunidad vemos cómo es capaz de patear a un hombre indefenso y golpear con brutalidad a una mujer en la cara, rompiendo así su nariz.

Mike se nos muestra como un hombre frío, sin escrúpulos, incapaz de satisfacer a su propia esposa. Está claro que mientras más le conocemos menos identificados nos sentimos con él y aunque no le hemos visto matar a Melquiades sabemos muy bien que fue él su asesino. Con tan sólo media hora de película ya tenemos suficiente para emitir nuestro juicio y es por eso que esta historia es tan interesante, porque no viene para darnos lo que queremos, sólo viene para decir la verdad.

Aunque vemos por un lado a Pete atando cabos y llevando su propia investigación del crimen (Ya que el Sheriff no parece muy interesado en hacer algo sobre esto), por otro se nos revela finalmente que fue Mike quien dio el disparo que mató a Melquiades.

Todo ocurrió un día en que Mike se encontraba patrullando por la zona en la que Melquiades vivía. Sin saber de la presencia de alguien más y sintiéndose en confianza con su soledad, éste bajó de su camioneta con una revista para adultos en su mano, sin embargo, justo cuando quería comenzar a satisfacerse, escuchó disparos en su dirección; asustado, corrió de regreso a su camioneta para buscar su rifle, fue entonces cuando con notable habilidad y de tan sólo dos disparos mató a su presunto atacante.

Había sido un malentendido.

El segundo entierro de Melquiades Estrada

El cuerpo ha sido enterrado en el cementerio local. “Melquiades Mexico” es lo que dice la pequeña cruz sobre sus restos ya que quienes estaban presentes, no sabían ni su apellido. Pete es informado de este suceso mucho después, cuando va a la comisaría a presentar sus sospechas sobre la patrulla fronteriza. Con la tristeza cruzando su semblante nos lleva en sus recuerdos al momento en que Melquiades, su gran amigo, tuvo un acto de generosidad y le regaló un caballo. Es curioso lo mucho que un gesto puede significar y de verdad quiero creer que este momento pudo haber sellado la amistad de estos dos hombres, ya que dar incluso cuando no tienes mucho para ti mismo, sólo lo hace un buen amigo.

Sin embargo, Melquiades no era un hombre perfecto. Él afirmaba tener una esposa e hijos esperándole en México, pero aún así aceptó la oferta de Pete para encontrarse con un par de chicas e ir a un motel del pueblo. Es en este momento que nos enteramos de que Lou Ann, la esposa de Mike, es una de estas chicas.

¿Pudo haber sido todo una venganza celosa por parte de Mike? ciertamente no, él no tenía ni la menor idea de quien era este individuo hasta el día de su homicidio. ¿Esto justifica la muerte de un hombre? Dependerá del espectador, quizás algunos pensarán que el karma alcanzó a Melquiades, mientras que otros dirán: matar no está bien sin importar las circunstancias.

Lo único cierto es que Melquiades Estrada cuidaba con amor y celo a un pequeño rebaño de cabras. El día de su muerte llegó en su caballo hasta donde las tenía resguardadas, abrió las puertas de madera de su corral, las sacó a todas con cuidado, pero hubo algo a lo lejos que llamó su atención.

Un coyote significa un peligro para las cabras a su custodia, por lo que dispararle lo antes posible era lo correcto. Todo lo que ocurre a continuación es algo que ya sabemos, su momento ha llegado y nadie puede detenerlo.

Mike está arrepentido, lo puedes ver en su rostro. Puede que él sea un hombre temperamental, pero matar a alguien que cree inocente ya es cruzar una línea. La culpa es algo que lo persigue y sin embargo no parecen haber consecuencias; su superior ha conversado con el sheriff por lo que el acuerdo ya está pactado: Este caso no pasará a mayores, no habrá represalias. Pero hay algo con lo que nadie contaba, Rachel, quien ha sido amante de Pete por años, ha escuchado esta conversación en secreto.

¿Qué sucede cuando quienes están a cargo de la justicia no se preocupan por cumplirla?. La corrupción no es un tema ajeno para nosotros y mucho menos en el cine. Es por esto que la figura del antihéroe se ha hecho muy famosa en estos últimos años, tanto así que se han ganado la simpatía de los espectadores al ser más realistas que un héroe convencional, y podemos entender por qué. El antihéroe llama nuestros instintos más primitivos sobre la violencia, borrando por completo la línea que separa la justicia de la venganza.

Pete se ha enterado del trato de la policía y ha decidido cumplir su promesa a Melquiades, pero no lo hará solo. Llevar el cuerpo de su amigo de regreso a México no es suficiente para él, es necesario que Mike pague por sus pecados. Pete secuestra al patrullero y lo lleva al cementerio del pueblo, obligándolo así a desenterrar el cuerpo de su víctima para luego trasladarlo a la casa en la que vivió sus últimos días. Golpeado, esposado y lleno de terror, Mike es obligado no sólo a vestir con la misma ropa de Melquiades, sino también a sentarse en su silla y beber de su taza. De forma real y simbólica éste hombre ha empezado la transformación en su prójimo, el patrullero no será más Mike Norton, ya que su viaje por el desierto lo hará vivir en carne propia las pesadillas de los inmigrantes mexicanos.

El viaje

Ya como un prófugo de la justicia, Pete confía en las indicaciones que su amigo le dio en vida para encontrar su hogar, por lo que ahora, casi de una forma quijotesca, viaja junto a Mike con rumbo a “Jiménez”.

El camino desolado entre fronteras no es para amigable, pero no por eso deja de ser hermoso; con paisajes dignos de postales, vemos como éste par tiene que sortear peligrosos barrancos y al inclemente sol en búsqueda de su destino. Luego de un tiempo, paran a descansar en casa de un anciano que vive en soledad, mostrando así lo duro que es aguantar en semejantes condiciones. Con un hijo que no lo visita desde hace seis meses y su notable ceguera, para este hombre sin propósito lo que más le pesa es la vida misma.

“Antes de irte, te pido por favor que me pegues un tiro” es lo que le pide a Pete.

Pero Pete ya tiene demasiado en su conciencia como para agregar una muerte, no importa lo piadosa que sea, así que opta por irse del lugar sin decir nada más.

Ya un poco más avanzados en su camino, Mike ve la oportunidad de escaparse y no la desaprovecha. Corriendo descalzo por la arena caliente podemos sentir su desesperación, ya que es poco probable encontrar ayuda en este lugar abandonado por Dios. Pete no hace más que observarlo desde la distancia, esperando pacientemente que su acompañante se canse para poder atraparlo, es sólo cuestión de tiempo.

Mike sigue intentando huir por lo que termina metido en una cueva entre las rocas, se parece sentir a salvo pero justo después es mordido por una serpiente venenosa. Solo, débil y al borde de la muerte, es encontrado por un grupo de inmigrantes que andaba de paso por el lugar. Espero que puedan entender la ironía de este caso.

Con la ayuda de Pete y uno de los inmigrantes, Mike es llevado prácticamente a rastras hasta el límite de los Estados Unidos, llegando así a las tierras de México. Por los momentos el propósito de nuestros viajeros ha cambiado, mantener a Mike con vida se ha convertido es un proyecto primordial. Al llegar a un pequeño pueblo al otro lado del río, los hombres son atendidos por una mujer quien sería la única capacitada para tratar venenos de serpientes, sin embargo hay un problema que le hace complicado tratar al paciente: ella es la mujer a quien Mike le rompió la nariz al inicio de nuestra historia.

El karma de Mike lo golpea con más fuerza, su destino parece querer doblegarlo hasta la humillación absoluta y, mientras su vida depende del perdón de sus pecados, al otro lado de la frontera él es abandonado por su esposa quien, harta de esperar en la incertidumbre, ha decidido tomar el control de su propia vida y dejar atrás todo aquello que la mantenía prisionera.

Así como el calor extremo es capaz de fundir el hierro más resistente, de esta misma forma el corazón de Mike ha sido amoldado nuevamente. Quien antes parecía indoblegable, inmutable y obstinado, ahora se muestra manso y redimido, él ya no es igual. Ha sido castigado pero, también ha sido salvado.

Ahora que pueden retomar su camino, los viajeros avanzan hasta “El tostón”, un pueblo cercano al rancho de Melquiades. Al entrar en una pequeña tienda a buscar bebidas, Pete pregunta por “Jiménez" pero es sorprendido por la actitud confundida y casi burlona de las dos chicas que lo atienden.

“¿Jiménez? No, aquí no hay ninguno con ese nombre”

Pete consulta con un hombre de la tienda, explicando con detalles las indicaciones dadas por Melquiades. La respuesta es igual que antes, no existe tal pueblo en las cercanías. Pete le muestra al hombre una foto, la misma que tenía su amigo al morir. “¿Conoce a esta mujer? se llama Evelia Camargo”, esta vez la respuesta es positiva, ella es alguien que él conoce pero, no por el nombre Evelia.

El par se dirige ahora a la casa de “Rosa”, la mujer de la foto que según el hombre de la tienda vive a la vuelta de la esquina. Ella se reconoce a si misma y a sus hijos en la foto, pero no tiene idea de quien es el señor a sus espaldas, lo niega con fuerza y asegura que jamás lo ha visto. Rosa los manda a hablar con Don Casimiro, él conoce a todos los que han pasado por ese pueblo pero, una vez más, nuestros viajeros se cruzan ante una respuesta inesperada.

“No lo conozco”

Tanto Melquiades como su amado “Jiménez” parecen ser nombres desconocidos y nunca antes mencionados para todo aquel a quien le preguntan. Mike parece ser el único que reacciona antes esta dura realidad, no podemos decir lo mismo de Peter.

De camino a un destino que imaginario, tratando de cumplir una promesa que ahora resulta fantasiosa, Pete se niega a aceptar que Melquiades le pudo haber mentido. Mike trata de hacerlo entrar en razón pero no tiene éxito. Pete no pude más que recordar las palabras de su amigo al momento de describirle su rancho.

MELQUIADES

Jiménez es un lugar bien chingón. Es

Un ranchito en medio de dos cerros.

Ahí el aire es tan clarito que sientes

que puedes acariciar las montañas. Y

Lo cruza un arroyo con agua bien

fresca que sale de la tierra ahí

mismo. Si vas a Jiménez te juro que

el corazón se te apachurra de tan

bonito.

Luego de andar por Dios sabe cuanto tiempo, ambos llegan a un lugar entre las montañas, pequeño y a la sombra de un par de cerros.

En medio del lugar hay una casa de piedra destruida quizás por el tiempo, rodeada por árboles y cercana a un pequeño arroyo. El fin de su camino está aquí y la promesa ya puede ser cumplida. Los ojos de Mike lucen cansados y llorosos, él ya no cree en las palabras del difunto amigo de Pete, pero estando aquí, sólo se limita a confirmar lo que a los ojos de Pete es la verdad absoluta: Han llegado a Jiménez, lo han conseguido. Es el inicio del fin, y sólo falta lo más importante.

El tercer entierro de Melquiades Estrada.

Luego de haber cavado una tumba improvisada con sus propias manos, Mike da por terminado el último entierro de Melquiades. Pero este no es el fin del camino para Mike, ya que Pete lo lleva frente a un árbol sobre el cual ha puesto la foto de su amigo con su familia. Pete exige que él pida perdón a Melquiades, ya que de lo contrario se irá al infierno.

Aún luego de las cosas que ha pasado a lo largo de la historia, Mike se niega a esta petición afirmando que él no cree en el infierno, pero después de ser asustado por los disparos que Pete le hace muy cercanos al cuerpo, Mike se quiebra y con lágrimas en los ojos, comienza a pedir perdón.

La noche pasa rápido para estos dos hombres que ya están por culminar su viaje en conjunto. Pete despierta a Mike y le dice que ya puede marcharse. “Siempre pensé que acabarías matándome” es lo que dice Mike, pero Pete no parece preocupado por eso.

Pete abandona a Mike en aquel lugar, dejándole un caballo para si mismo mientras que éste, al propio estilo de un western, cabalga en su caballo con un rumbo incierto.

Éste hombre ha cumplido su palabra, su venganza ha finalizado y tanto su vida como la Mike han cambiado para siempre.

Conclusión y mis ideas sobre el final.

Esta es la historia de origen de lo que para mí es un auténtico antihéroe del neo-western, con un Tommy Lee Jones incorrecto y despiadado el cual tiene su propia visión retorcida de la justicia. Llevando a cabo un plan casi suicida, motivado sólo por el poder de su voluntad y las ganas de llevar la paz a la memoria de su amigo. Sirviendo no sólo de guía físico sino también espiritual para un Barry Pepper que se roba la pantalla con sólo aparecer, haciendo que este último termine teniendo uno de los arcos de redención más apasionantes de la historia del cine, logrando que avance por la historia dejando atrás su vida, sus creencias y finalmente su propia personalidad.

El final puede ser muchas cosas menos optimista, al menos desde mi punto de vista. Quizás el sufrimiento de Mike lo llevó a ser una mejor persona, pero es inevitable hacernos una pregunta: ¿Quién fue realmente Melquiades Estrada?. Aunque personalmente no me agrada la idea de que Melquiades haya sido un mitómano, no por esto deja de ser una posibilidad, sin embargo, algo me lleva a creer que las cosas son un poco más profundas.

La película nos muestra que Melquiades ha dejado a su familia hace ya cinco años, y en ningún momento mencionó que ellos lo recuerden con cariño. Sus hijos eran muy pequeños para cuando él se fue de la casa, y una mujer con 3 hijos pequeños no ha de quedar muy contenta al ser abandonada. Es probable que ella se haya mudado al pueblo más cercano, cambiado su nombre e iniciado una nueva vida con un nuevo hombre. Pero tal vez esto sea darle muchas vueltas al asunto, quien sabe.

Lo cierto es que Tommy Lee Jones nos entrega una película emocional, llena de belleza y con un poderoso mensaje: Todos somos iguales, no importa de qué lado del río te encuentres.