JUROR #2, un debate sobre la justicia, la moralidad y la verdad

JUROR #2 es de esas películas que ya no se hacen. Completamente atemporal, nos trae reminiscencias al cine clásico de Hollywood. Con un guion destacable y una dirección a la vieja usanza, se convierte en uno de los films del año. Lamentablemente, no tendrá estreno comercial en Argentina, pero llega al servicio de streaming Max el día 20 del mes de diciembre.

por lisardo quevedo


Puntuación: ★★★★½ 4.5

Justin Kemp, un hombre de familia y redactor en una revista sobre estilo de vida, forma parte de un jurado en un juicio por asesinato y se encuentra luchando con un serio dilema moral... uno que podría utilizar para influir en el veredicto del jurado y potencialmente condenar (o liberar) al asesino acusado.

Nicholas Hoult en Juror #2 (2024).

Clint Eastwood es uno de los directores más prolíficos y longevos de la actualidad. Con 94 años, se pone frente a la dirección de su nuevo film JUROR #2. Ha realizado en toda su carrera más de cuarenta películas y sin contar las más de cien en las que ha actuado. Debutando como director en 1971 con su ópera prima PLAY MISTY FOR ME y realizando su primera aparición como actor en 1955 bajo la dirección de Jack Arnold en REVENGE OF THE CREATURE. Varios de los films que ha dirigido ya se han convertido en clásicos con el paso de los años, motivo que incentiva al director a realizar más películas porque sabe que tiene un gran público que lo sigue en su faceta como actor y director.

Una película sobre juicios pero al mejor estilo ‘antiguo’. Podemos percibir las referencias a dos films del director Sidney Lumet: 12 ANGRY MEN (1957) y THE VEREDICT (1982). Destaco el estilo al nivel del Old Hollywood, porque el año pasado ha habido una muy buena película llamada ANATOMY OF A FALL (2023) que más allá de tocar la misma temática, no se parecen en nada. Es más similar a films realizados hace cuarenta años, que a otros hechos esta misma década. Por eso se destaca Clint Eastwood en el cine actual. Me gustaría también nombrar que presenta una historia muy parecida a LA MUJER SIN CABEZA (2008) de Lucrecia Martel. Uno de los mejores films argentinos del siglo veintiuno y que me fascinaría enterarme que Eastwood ha tomado una inspiración en ella.

En sus películas, suele haber un elemento en común que es la moral. Algo que hereda de sus tiempos actuando en spaghetti westerns donde este elemento es uno de los temas principales. Muchas veces lo oculta dentro del mensaje superficial de sus películas, pero en este caso está a la vista desde un punto narrativo. JUROR #2 es la historia sobre un juicio, que se desarrolla casi íntegramente en un tribunal, y donde el jurado debe decidir sobre el destino del supuesto homicida. Todo indicaría que el hombre es culpable, pero al mejor estilo 12 ANGRY MEN, el protagonista (el jurado número dos) presenta una duda razonable que aparece porque sin saberlo fue testigo de aquella muerte. Ahora bien, ¿fue testigo o fue participe?

Justin (Nicholas Hoult) es presentado como un hombre perfecto y futuro padre, con un pasado alcohólico que lo atormenta. Es citado para participar como jurado en un juicio y termina siendo seleccionado por la abogada defensora Faith (Toni Colette). Lo que no sabe hasta una vez que inicia el juicio, es que él ha participado en aquel caso que se está exponiendo frente a la jueza. Toda la tranquilidad y templanza que inicialmente presenta Justin, comienza a desarmarse poco a poco a medida que avanza la narración. Indagar más profundo en la historia de JUROR #2 sería abominable, si es que no han visto la película. Porque el punto de quiebre que se produce a los quince minutos del film, atrapa completamente al espectador y no lo suelta hasta que termina la cinta.

El debate principal de JUROR #2 se da entre dos puntos: lo que se quiere hacer y lo que hay que hacer. La mayoría de los jurados que se han escogido prefieren sacarse de encima el tema en vez de cuestionarse todos los puntos que se han destacado en el juicio. Pero Justin, teniendo más información que los demás sobre el caso, decide invitar a pensar a los demás jurados y sembrar en sus cabezas la duda que existe sobre lo que pasó. A su vez, Faith, la abogada defensora, está convencida que aquel hombre es el culpable del asesinato de su novia, sin embargo, a medida que avanza la narración esto puede llegar a cambiar. Por su cercanía al abogado contrincante Eric (Chris Messina) y a su posterior acercamiento a Justin. Los roles y pensamientos de la abogada y el protagonista terminan enrocándose, cambiando lo que es conveniente por lo que es justo.

Toni Colette y Nicholas Hoult en Juror #2 (2024).

La verdad y la justicia son los otras cuestiones que trae a colación JUROR #2. ¿Qué es la verdad? ¿Qué es la justicia? Un debate milenario que invita al espectador a ser parte del film, y principalmente, del jurado. La verdad siempre es considerada la medida que otorga justicia, pero en este caso, Justin viene a derribar ese estandarte inmóvil que se cree indiscutible. Hasta dónde se debe juzgar un accidente y hasta dónde es condenable. ¿Es preferible condenar al objetivo fácil, que presenta antecedentes, pero que en esta ocasión es inocente? ¿O es mejor condenar al verdadero culpable, que es un hombre súper recto que ha cometido un asesinato accidentado? Estas preguntas se responden solas en una escena final donde Faith y Justin se sientan en un banco afuera de los tribunales a reflexionar sobre el caso, donde las verdades salen a la luz poniéndolas en debate y, en cierta parte, arrepintiéndose de sus hechos.

La interpretación de Nicholas Hoult me ha sorprendido ampliamente. La última vez que lo había visto fue en THE MENU (2022), película que no ha sido santa de mi devoción. Pero en JUROR #2, presenta una variedad de matices y distintas emociones que refleja a la perfección a través de su cara y sus movimientos. Toni Colette, por su parte, siempre otorga un trabajo excepcional y sabe interpretar mujeres fuertes que imponen respeto. Tuve la impresión que se podría haber explotado más el personaje interpretado por J.K. Simmons, un miembro del jurado que es expulsado por interferir de más en el caso. Por este motivo, es eliminado de la historia prontamente pero sí queda resonando en los otros personajes las ideaa que plantea (que de alguna manera es lo que termina resolviendo la película). Un elenco estelar que han expresado su felicidad de haber podido trabajar con una leyenda como lo es Clint Eastwood.

El jurado en cuestión donde destacan Nicholas Hoult y J.K. Simmons.

Posiblemente, una de las mejores películas de Clint Eastwood de este siglo (y a mi gusto personal, una de las mejores de toda su carrera). Es sólida, tiene un mensaje claro pero no obvio, invita al espectador a participar de manera consciente y propone debates necesarios para la sociedad actual. Un director con más de noventa años, se presenta con más frescura que muchos otros que se suponen son las nuevas promesas del cine. Si JUROR #2 termina siendo el último film dirigido por Clint Eastwood (como muchos están diciendo) sería la mejor forma de cerrar la carrera de uno de los hombres que más ha aportado al arte cinematográfico desde su creación.

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